Nos dirigimos a la puerta del colegio, íbamos Gaby, Alexa, Eliot y yo. Gaby hablaba con Alexa ansiosamente sobre el baile de fin de año que tendríamos, ella deseaba preparar una fiesta al estilo Proyecto X, a veces esta chica soñaba demasiado...
- ¿Qué harás mañana por la tarde?- Preguntó Eliot mirando en un punto vacío- O... ¿Domingo por la tarde?- Como mamá estaría de viaje los fines de semana por trabajo, tenían que encargarme de la limpieza y orden de la casa...
-Bueno mi madre estará de viaje, tengo que encargarme de la limpieza de la casa, lavar ropa, podar el jardín, tú entiendes... Cosas de mujeres... Lo más probable es que me tome todo el fin de semana hacerlo, ¿Por qué? - Por mi mente pasaron un montón de ideas... ¡Dios! mi corazón empezó a latir más rápido de lo normal.
-Es que quería saber si te apetecía ir por un helado, a modo de festejo por las buenas notas- Hizo un encogimiento de hombros como si no fuera gran cosa, entonces sus ojos se le iluminaron de forma maliciosa- pero por lo visto vas a estar ocupada, y no me gusta interrumpir, así que... ¿Qué te parece si voy a visitarte a tu casa? Llevare sándwiches y helado para la chica más trabajadora del mundo.
- ¿Ah? Pero vas a perder tu tiempo... Estaré de aquí allá... No quiero que te aburras...
- ¿Crees que una excusa que dice "Estaré de aquí allá" va parar al Súper Hombre? Puedo ser muy insistente si quiero y si la insistencia no funciona, solo diré que soy buen detective que tiene sus contactos...
-Ay perdón señor detective que detectivea las detectivaciones, pero un pequeño detalle ¿sabía que buscar información de alguien sin su consentimiento, delito contra la intimidad? Tiene pena de cárcel- Me mordí el labio y sonreí con malicia, yo también podía contraatacar en este tema, el se sorprendió y luego levanto las manos en señal de rendición.
-Bueno, ya que no quieres que hable con mis contactos, entonces dame la dirección de tu casa- Me miro fijamente, tratando de obtener los secretos que guardaba en mí, me embelesé en aquellos ojos marrones, mi corazón latía desbocado la sangre lleno mis mejillas de un rojo intenso, no lo podía ver pero lo sentía...
-Yo... yo vivo-... tartamudee, no podía recordar en lo que estaba pensando. ¡Demonios! ¿Qué me estaba pasando?
- ¡Rita! -Alexa me saco de trance, ¡Gracias al cielo!
-Eh... yo... ¿Qué?
-Que si podemos ir a tu casa el domingo por la tarde- genial ahora no solo era Eliot.
-Ah justo le decía a Eliot que iba hacer limpieza y que no puedo porque me la voy a pasar encerrada el fin de semana, mamá no va estar así que le ayudaré.
-Uff, bueno aguafiestas, no queremos interrumpir tu ardua labor-levanto las manos al cielo de forma dramática- Señor, que no se rompa una pierna limpiando su casa.
- ¿Dónde vive Ritania? -intervino Eliot con una sonrisa ¡Vaya! Se iba a salir con la suya
- ¿Y como para que quieres saber la dirección? -inquirió Gaby- No depende de nosotras darte la dirección, eso le corresponde a Rita- Me guiño con complicidad, podía ser la más escandalosa, imprudente y todo lo que sea, pero cuando me ayudaba, amaba a esta mujer.
-Bueno ya es tarde, mamá se preocupara dijo Alexa- ¿Vamos Rita? - ¡Jah! Salvada por la campana.
-Alexa, ¿Te importaría si llevo a Ritania a su casa? Es que tenemos un asunto pendiente, tareas, ya sabes-... Abrí los ojos como platos, sí que era insistente este chico. Alexa me miro y al ver que estaba sonrosada, sonrió y asintió.
- No hay problema, solo si juras que no la vas a raptar.
-La tentación es grande, pero juro que no la raptare... por ahora.
-Ya basta de bla, bla, bla, vámonos Alexa, antes de que me internen en el hospital por respirar el extraño aire que emana de estos individuos- Nos apuntó con una mano, mientras con la otra se tapaba la nariz- Nos vemos mañana y por favor, por lo que más quieran, usen protección-. Si mi rostro estaba sonrosado, ahora se encontraba completamente rojo. Puse los ojos en blanco y las despedí con la mano. Gaby escapó y Alexa fue tras ella, retiro lo que pensé de ella, me las pagaría cuando volviera a verla, traidora...
- ¿Nos vamos?- Eliot me alargo su brazo para que me uniera, metí el mío hasta sujetarlo con firmeza- Próxima parada, el estacionamiento de autos...
- ¡Cuanta música!- Sorprendida, pulsaba una y otra vez en reproductor de música que tenia, habían muchísimas canciones, desde Leonardo Favio hasta Taylor Swift, seguí así hasta que sonó La Oreja de van Gogh- Increíble- exhale en un suspiro, "Inmortal" estaba en modo reproducción.
- ¿Te gusta? -Me miro extraño, intentando entender mi emoción.
- ¿Bromeas? Me encanta, es fabuloso tener un auto y más si tiene una lista de reproducción tan amplia como la tuya.
-Me educaron para tener un variado gusto musical, por eso tengo muchas, desde los años 50 hasta la actualidad.
-Wow, es impresionante.
-Y... ¿No vas a decirme dónde vives? Ojo que estoy yendo sin rumbo- Había olvidado completamente que estaba conducía.
Le indique el camino y el obediente siguió las instrucciones, así como en su caminar, el conducir lo hacía con seguridad... lo positivo de esto era que podía mirarlo libremente, ya que él tenía la vista fija en la avenida.
-Hablando en serio Rita, ¿puedo ir a tu casa el domingo?
-Te vas a aburrir, vamos, ¿no puede ser otro día?
-Mientras más antes te conozca, mas rápido resolveré que hacer contigo-. Dijo distraídamente.
-Vaya, es agradable que te digan que eres un fenómeno- bufe.
-Oh, no era mi intención que pienses así, es solo que tengo curiosidad, aunque no lo creas eres una mujer muy interesante- aparco en la acera de mi casa y prosiguió- bueno, ahora te preguntaré seriamente, si dices no, dejaré de insistir. ¿Puedo venir el domingo en la tarde?
¿Cómo podía decirle que no, si me miraba de esa forma tan encantadora? Suspiré-. Bueno, pero si sales huyendo es tu problema, yo no me hago responsable de nada- me encogí de hombros.
-Entonces nos vemos pasado mañana señorita Vernabell- su expresión era la victoria encarnada, baje del auto.
-Adiós, aun tienes tiempo de arrepentirte- me despedí una vez fuera.
-Yo no me arrepentiría de pasar el tiempo con usted señorita Vernabell, tenga dulces sueños, serán dos largos días, le tocará trabajar duro. Así que ya sabes domingo en la tarde, es una cita- ¿Una cita?No tuve tiempo de preguntarle a qué hora vendría, porque ya había arrancado y estaba dando vuelta a la esquina.
Entré cansada, lo único que quería era tumbarme en la cama y dormir, aunque caer en coma era lo que deseaba en estos momentos, encontré una nota de mamá indicándome donde estaban las cosas que había preparado. Vibro el móvil el mi bolsillo, al momento conteste.
-Hola mamá.
-Hola hija, ¿estás en casa?
-Sí, acabo de llegar, encontré la nota, gracias, no te preocupes estaré bien, suerte en el trabajo.
-Gracias cariño, cualquier cosa me llamas, cuídate, nos vemos, bye.
-Adiós mamá-. Cuelgo.
Lo que hice seguidamente, fue echar llave a todas las ventanas y las puertas, subí a mi habitación y me tumbé con uniforme y todo, quien sabe a dónde me llevarían mis sueños esta vez...
"Unos ojos grises me miraban con determinación, su sonrisa iluminaba mi ser y me hacían sentir mariposas en el estómago... A lo lejos una luz me cegaba, primero llegó el dolor y luego todo fue paz..."
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Efervescencia
Подростковая литератураEsta prohibido todo intento de plagio. Registrado en Safe Creative. Copyright © Identificador: 1504013755401 Todos los derechos reservados. Dale estrellita su te gustó. -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- Ritania Vernabel, una chica con una vida norm...