"Cumpleaños"

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- ¿Cómo se atrevieron a dejarme sola? -estaba dando a conocer la indignación que tenia mientras elevaba cada palabra de mi voz, Alexa y Gaby estaban como si nada hubiese pasado...

- ¿Estás bien?- la pregunta de Alexa me descoloco.

-Sí, lo estoy.

-Entonces, no hay por qué recordar el pasado querida, no seas rencorosa, Dante te llevo a tu casa ¿no es cierto? Y estas bien, mírate, vivita y coleando.

-No pienso volver a ir a una fiesta, al menos no con ustedes, no tienen ni idea de la vergüenza que tengo desde esa noche, por su culpa estoy otra vez en deuda con Dante.

-Así que no es la primera vez entonces, cuéntanos Rita... ¿Cómo es que le debes favores a él? ¿Y por qué estas en deuda actualmente? -Y ahí estaba, justamente quería evitar la mirada inquisitiva de Gaby. Sabía que no llegaría lejos, así que sin más remedio conté lo sucedido la noche anterior.

-Joder no es gracioso, dejen de reírse.


-Le vomitaste el carro y no te hizo nada mientras estabas inconsciente, es el hombre más estúpido de la tierra -Como lo imagine, no era más que un chiste más para Gaby, por lo menos Alexa trataba de comportarse.

-Ya, eso estuvo buenísimo, pero tenemos que atender asuntos más importantes, el domingo que viene es tu cumpleaños querida, al fin ¡dieciocho!

-Sí, recuerdo cuando era una tímida niña que tenia mochila rosadita, crecen tan rápido -Hizo una representación dramática Alexa.

-Ya tenemos todo listo, domingo 23 de septiembre a las 21:00 será tu fiesta, ya están cubiertas las bebidas y bocaditos, las mesas llegaran a las 13:00 junto con las sillas y los manteles. El Dj llegara a las 20:00 para tener todo listo a tiempo. Falta enviar las invitaciones, eso lo harás tu, después solo queda comprar ropa para que uses ese día y el arreglo, que lo hará nuestra profesional Alexa.

- ¿De qué demonios están hablando? Yo no voy a hacer nada, está decidido, además ¿Cómo se supone que harán todo eso si no tienen dinero? -Las rete, era imposible que ellas hicieran algo de esa magnitud, no solas, porque cuando se trata de algo que quieren lo consiguen.

-Tengo mis contactos querida, no me hagas volver a repetírtelo, ah, y tu madre fue la de la idea, nosotras solo estamos organizando -Me respondió con una gran sonrisa, fantástico, ahora todo el mundo estaba loco.

-No iré a ningún lado, no pueden obligarme -objete.

-Exacto, la fiesta será en tu casa, jaque mate. Es mejor que empieces a repartir las invitaciones ¿o quieres que lo haga yo? digo, no tengo problema alguno...

-Lo hare yo -Respondí automáticamente, sabía lo que se vendría si ella invitaba.

En lo que respectaba a lo que hice en los días restantes, me concentre lo más que pude para los exámenes de la siguiente semana, Eliot como siempre me acompaño para estudiar, le conté lo que estaban planeando para mi cumpleaños mientras le daba su invitación. Me recomendó que solo respirara muy hondo y disfrutara de todo, ya que solo se cumplían dieciocho una vez en la vida.

Mi relación con Dante se había tornado un tanto diferente, el hizo todo el intento porque olvidáramos lo que paso, pero yo no podía dejarlo pasar así por así, me moría de la vergüenza con solo saber que me había visto semidesnuda y en estado alcohólico, sentía que él pensaba que yo era una chica como las demás, que él me tenía un grado de desprecio.

-Así que cumples dieciocho -dijo mientras leía la invitación que le di.

-Si, seré mayor de edad dentro de poco... Ahora el país me tomara como una persona responsable, me castigaran de todo y de nada, la etapa rosa termina, podre tomar decisiones por mí misma, etc.

-Oh, vamos, ser mayor no es tan malo después de todo, puedes quedarte fuera hasta tarde, puedes conseguirte un auto y conducir -prudentemente- que sé yo, salir de casa, viajar... Tienes más libertad, tal vez no lo sientas porque tu madre constantemente viaja, pero la mayoría de nosotros anhela algún día vivir independientemente, conquistar el mundo con nuestras propias manos, buscar libertad mas allá del simple concepto de la palabra -La manera en que expresaba era tan alentadora que por un momento me pareció que ser mayor era la mejor cosa del mundo, me imagine a mi misma estudiando en otros países, conocer gente nueva, viajar... Su rostro estaba iluminado que no pude dejarlo de mirar, cuando se dio cuenta, se sonrojo levemente, Dante era una extraña mezcla de sorpresas, sonreí ante ese acto, se veía tan inocente- Lo siento, me deje llevar -parecía avergonzado.

-No te preocupes -intente tranquilizarlo- es más, creo que me cambiaste la opinión con respecto a ese tema, tienes razón, tengo que animarme -golpee suavemente mis mejillas y luego le sonreí.

-Muy bien... Entonces ¿qué es lo que desea usted de regalo, señorita Vernabell?

-Oh no, no te preocupes, con tu presencia bastara, lo importante en un cumpleaños, creo yo, es pasarlo al lado de las personas que amas -Me sonroje solo decirlo en su delante-. Recordar cómo es que llegaron a ser importantes para ti, se que suena irónico viniendo de mi, pero debe ser interesante, debe ser agradable...

-Me dejas sin palabras, digo, siempre lo haces, tienes esa forma de expresar lo que piensas de una forma tan inexplicable, que creo que cualquiera podría enamorarse de ti -sus palabras me tomaron por sorpresa, mi corazón se acelero y creo que él no pensaba decir en voz alta lo que escuche, ya que empezó a tartamudear, buscando una explicación razonable para hacer que no sonara tan importante lo ya mencionado.

-Bueno, eso no lo sé -interrumpí intentando hallar algo que nos sacara de la situación incómoda- para mis ojos, yo soy una persona común y corriente, nada sobresaliente y no me molesta, es más, creo que me acostumbre a ello.

-Debes estar bromeando, es estúpido lo que dices, si supieras la cantidad de chicos que andan tras una oportunidad contigo te sorprenderías -sonó irritado-, si te vieras como yo te veo a través de mis ojos, te enamorarías de ti misma.

Y ahí estaba, lo que estaba evitando desde que empezó la conversación, ese silencio incomodo, donde el tiempo se ralentiza y puedes escuchar hasta el más lejano sonido. Mis palpitaciones se hicieron más rápidas, era un momento en donde todo podía pasar, no sabía si lo que había dicho era una confesión o solo algo sin importancia.

-Ritania -me obligue a levantar la vista a él, en sus ojos podía ver que se estaba debatiendo entre sí decir lo que pensaba o simplemente callarse-... Ritania yo... creo que ya debes entrar... se está haciendo tarde, tu mama te debe estar esperando dentro -volvió su mirada hacia la ventana, esquivando la mía.

La verdad es que no sabía lo que pasaba por la cabeza de Dante, me estaba comenzando a parecer desesperante, no entendía su comportamiento, muy dentro de mí me sentí furiosa, porque sabía que hubiera querido que dijera otra cosa.

-Tienes razón -fui un poco tajante-, gracias por traerme Dante -Salí del coche y cerré la puerta con más fuerza de la necesaria. Necesitaba estar sola, una vez dentro pensaría mejor sobre lo que estaba ocurriendo.

EfervescenciaWhere stories live. Discover now