-19- NICK

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Mi día empeoró por momentos, en ese instante solo veía sombras, alguien se me acercaba, me miraba, ¿Me pegaba?

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Mi día empeoró por momentos, en ese instante solo veía sombras, alguien se me acercaba, me miraba, ¿Me pegaba?... De repente noté como alguien se acurruco a mi lado, sentía su calor en mi pecho, me erizaba la piel y solo sentía calma, sosiego.. Algo rozó mis labios por segunda vez, comencé a distinguir unos mechones de pelo rubios al parecer...

— ¿Qué haces aquí Lisa? — Solté lo primero que pensé.

La sombra se alejó, muy lejos, me pesaban los párpados, no podía evitar cerrarlos, lo último que oí fue un golpe fuerte contra la puerta...

                                                                                                  ...

Otra vez con dolor de cabeza, me despertaron unos sonidos aterradores, estaba de nuevo en mi camarote, Alex me miraba fijamente, me intimidaba.

— ¡Buenas noches!

— ¡¿Qué?!¿Ya es de noche? ¿Y la fiesta en la piscina? No tío, estoy despedido seguro. — Me levanté de golpe. Veía como la habitación daba vueltas y vueltas, incluso había dos Alex, o tres.

— ¿Less me llevo al médico?

— Si, parece mentira, un día te tira una bolsa de hielo, y el otro, te salva la vida.

— No sabía qué Less...

— Bueno, aunque ella te encerró ahí. Recupérate, yo voy a cubrir la fiesta.

— Espera, me encontré con Caren ayer y dijo...

— Si, pero lo aplazamos, en tu estado no sería conveniente...

— Créeme necesito despejarme, ¿Dónde está mi uniforme?

— Se quedó en el cambiador.

Los grandes altavoces retumbaban por todo el barco, la cubierta superior estaba llena de gente. Ese día las piscinas estaban llenas, no las vaciaban como cada noche, hacen bien, no creo que la gente controle con tanto jaleo, la oscuridad de alta mar, y el brillo de tantas luces y trajes de lentejuelas, es imposible orientarse. Un entorno nada envidiable al de Roma, dónde besé a Less, ya, estaba borracho, pero me acuerdo vagamente. Aun así, mis sentimientos con Less nunca llegarán a ser los de Lisa. ¿Una relación amor odio? ¿Estamos locos? En este caso si, Alex y yo entramos al escenario.

— ¡Buenas noches pasajeros! — Grita Alex.

— ¡Vamos a empezar con los juegos de pareja! wow... — Digo entusiasmado, esto si me quitaba el dolor de cabeza.

— Pero antes tenemos que dar la bienvenida a nuestro fiel capitán, que hoy se une a la fiesta, con todos ustedes Augusto Salazón.

— ¡Buenas noches! — Sube al escenario Augusto con su atuendo de capitán, a paso lento y firme.

— Un momento, si tu estas aquí ¿Quién está conduciendo el barco? — Solté la broma de siempre.

— Está en piloto automático.— Dice seguro el capitán.

— ¿Como? — Sobresaltamos todos.

— Tranquilos, que mañana estaremos a primera hora en Nápoles, mi primer oficial Alexander Santos está al cargo. — Se oye un respiro entre el público.

— ¡En lo que tardáis en pedir algo en la barra empezamos! — Grite.

— ¡Ir buscando pareja!

La música volvió a niveles más que elevados, mientras Alex y yo abandonamos el escenario junto al Capitán, que nos dio un ligero golpecito en el hombro. Ya habíamos presentado, ahora le tocaba a otro grupo hacer los juegos. Cuando me di cuenta, Alex estaba besando a una chica, era Caren, ni siquiera me di cuenta de cuando entró al backstage. El beso parecía interminable, me quedé mirando el teléfono, no tenía mensajes... los pliegues de la cortina... Salude al técnico de sonido... y entonces terminó el beso. Caren se dirigió a mí.

— ¿No has venido con nadie?

— No.

— Que raro para ti. - Me dirige la mirada un segundo antes de volver a poner ojitos a Alex.- Entonces ya no es cena de parejas, sino, pareja con farolillo.

Empezaba bien la noche.

-- He reservado para 4 en la pizzería de cubierta 10 junto a la pista de esquí...


Caren sin dejar de hablar, sacó su teléfono que había empezado a vibrar. No pude evitar mirarlo, efecto reflejo, vi la foto de alguien familiar, era Lisa.

— Perdón, un momento, que me está llamando una compañera. - Caren contestó la llamada.

— ¿Una compañera?, ¿Alex tu conoces a Lisa? .— Le susurre.

— No y si, a ver. Trabaja en recepción de pasajeros, he coincidido con ella algunas veces, pero... un momento, eso te quería decir, ¿Qué hacías tú con ella ese día? ¿Hay algo ahí...?

— Seré imbécil.

— ¿Qué pasa, ya habéis cortado?

No pude evitarlo, le cogí el móvil a Caren de un zarpazo, ella me miró de forma rara, y Lisa, como no, seguía a la suya hablando

— Ya sabes como es el jefe...

— Hola Lisa. — Dije más calmado de lo que creía.

— ¿Nick?

— O tengo que decir, recepcionista. — Remarcando bien la palabra.

— Y yo, animador. — me dice con rencor.

— ¿Ya lo sabías todo sobre mí, verdad?

— Quería saber hasta dónde podrías llegar para echar un polvo. Una pena que no llegaste a abrir el sobre, están las llaves de la Sala Vip de proa.

— No quería un polvo.

— No sería la primera vez que la usas, ¿Verdad?

— Que te den. — no podía soltar otra cosa.

— Lo de tu falsa prima si que me dejó confusa, y se que en el fondo estás enamorado de ella.

— No quiero seguir hablando contigo por teléfono.

—Si, mejor lo hablamos en persona, gírate.

Me giré y ahí estaba, Lisa colgando el teléfono con su movimiento tan pijo que en ese momento odiaba. Y detrás de ella, no muy lejos, entró Less, una mirada fue suficiente para saber que no estaba al tanto de nada.

                                                                                                    ...

— Gracias por venir, ya no tenías por qué haberlo hecho. — Le dije mientras observábamos a los esquiadores desde el borde de la pista.

— Era una pena perder la reserva. — Vaciló Less.

Me dirigió una mirada y cambió su sonrisa a un tono más serio.

— Una buena cena de despedida de primos.


Nos quedamos sumidos en un sólido silencio. No nos quedaba mucho tiempo, eran más de las 2 de la madrugada, la pista de esquí se cierra a las 3. Nos resistimos a despedirse por última vez. Había muchas cosas que aclarar, como que pase de ella por liarme con Lisa y ahora, aunque sabía que recurrí a ella como segunda y última opción, aquí seguía. Manteniendo ese largo silencio incómodo.

Vacaciones ImprovisadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora