"Para que trabajar en un sitio, si puedes estar en todos." "Nick" un joven haciendo practicas en el equipo de animación de un mega crucero. 'Less", de vacaciones con su "Adorable Familia" sus caminos preferirían no haberse cruzado.
"Nick" Narrado p...
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Llegué algo tarde a la cita con Less, mal comienzo, quería aprovechar hasta el último momento ayudándola. En cierto modo, se lo debía, y hay otra razón por la que no quiero que esta relación acabe.
Ella aun no estaba cuando llegué. Al asomarme al pasillo la vi aparecer. Despeinada, sujetándose a ambos lados del pasillo y con la tarjeta de embarque por los suelos.
— ¡Ya estoy aquí! Perdón por el retraso, encima que me ayudas. — se rehacía los mechones de pelo, algo nerviosa.
— Será mejor que nos sentemos tranquilos en una mesa la terraza, con el nerviosismo que llevas, prefiero que no vuelvas a necesitar una bolsa de hielo. — no pude evitarlo, ella intentó contener la risa.
La terraza de proa era aún más bonita de día. La estela del barco mientras navegamos era el lugar perfecto. Nos sentamos en una mesa pegada a la barandilla, y empezamos el plan.
— Así que Dany. — intento romper el silencio incómodo.
— Si así es... es lo único que sé de él.
— Vale, he podido ver que hay 200 pasajeros a bordo que se llaman Dany - Saque una carpeta de papeles de la mochila - 20 de ellos embarcaron hoy, así que nos quedarían aún 180. ¿No sabes su apellido? — si decidí informarme antes, le daba un toque de profesionalidad.
— Wow, vas preparado.... Pero, ¿No sería mejor buscarlo en la misma planta que te dije? — me vacilo echando por los suelos mi gran investigación, mi cara lo dijo todo. — Aun así, gracias, estoy impresionada.
El camarero se acercó a dejarnos unos cócteles que pedí antes.
— No, nosotros no... — se apresuró Less
— Los he pedido yo, una reunión a secas, no es productiva.
— Si quieres terminar como en roma...
— No llevan alcohol — dije poniendo los ojos en blanco. — volvemos a lo que estábamos, habrá que pasar de nuevo por recepción a por esos datos.
— Vamos en un momento, aunque me gustaría que me ayudaras en otra cosa... — la vi confundida, no sabía muy bien cómo pedirlo, por un momento pensaba que iba a decirme que ese tal Dany soy yo... pensamientos raros que tiene uno a veces —Cuando encontremos a Dany... no sé cómo entrarle... y si no... le gusto.
— Seguro que le gustaras — no sé porque solté esa frase de repente, ella me apartó la mirada en un pequeño momento incómodo y volvió a mirarme con unos ojos que no podía descifrar.
— Seguro que no, ya ves cómo de mal se me dan los chicos... No sé. Tú sabrás más de ligoteo y eso, al ser de animación, seguro que te has liado con muchas chicas... — Difícil abandonar las miradas incómodas.— Bueno no quiero decir que te li... si no, que conoces.— bebe del cóctel para intentar salir de la situación.
— A ver está mal que yo lo diga, pero si puedo enseñarte unos truquitos si quieres. Estoy por encima de la media. — Less me lanza una mirada extraña — Quiero decir, que entre los compañeros de animación llevan una lista ridícula de chicas que preguntan por nosotros o nos piden el Instagram en recepción. Ya sabes, estamos en boca de todos. — intentó rectificar.
— O mejor dicho, por las bocas que rompéis en las fiestas de la piscina... — hace una pausa— ¿Cuándo empezamos entonces?
...
— Me gusta este lugar. — me dijo Less mientras miraba por los cristales los movimientos de las olas.
— Es tranquilo — le respondí mientras apartaba unas mesas y recogía unas sillas.
— ¿Sueles venir mucho por aquí?
— No suelo tener acceso.
— ¿Has utilizado la llave que te dejo Lisa?
— Si, bueno... — ese nombre aun me removía el cuerpo. — Este espacio lo tienen abandonado, era el antiguo restaurante vip, pero digamos que con tanto barco se olvidaron de él. La gente prefiere las plantas más altas, no vibran por los motores.
— Una pena, con estas vistas.
— La gente prefiere las plantas más altas, no vibran por los motores. — dije mientras lance unos manteles a un lateral de la sala. — Vamos a ver, sedúceme. — me senté en una silla frente a ella.
— ¿Así, en frío?
— Quiero ver tu nivel — levante una ligera sonrisa vacilante sin moverme de la silla. — Como si estuviera aquí sentado en un bar. -- Cogí una carta y comencé a leerla disimuladamente, aunque en realidad me di cuenta que estaba al revés y la gire.
Less, poco convencida, se acercó lentamente. Intentó ponerse en una pose sexy, lo intentó, porque parecía un pato caminando por la sala; el culo exageradamente retraído y la espada hacia fuera con el cuello bien alto. No pude evitar reírme..
— ¿Qué pasa? — me miraba colocándose con las manos en jarra.
— Nada, nada, tu sigue. — la valoración tenía que hacerla después, no quería cortarle el rollo. Ella volvió a la postura del pato, y se acercó a mi.
— Hola Nick — me susurró al oído.
— Espera espera — no podía contenerme— Tienes que seducirme no empotrarme contra la mesa del restaurante en la primera cita, ¿Y ese susurro? ¿Qué estamos en 50 sombras de Grey?
— ¿Eso es seducir, no? — mirada de rabia y algo más que sigo sin poder describir.
— Esto es seducir
Me levanté de la silla, y me acerqué a uno de los ventanales.
— ¿Es la primera vez que viajas en un crucero?
— Si, ¿por qué? — difícil con ese tono de cabreada.
— Sabes que el 80% de la gente que viaja en un crucero se enamora, una cifra exagerada, pienso yo, veo unas vacaciones como cualquier otra.
— Pienso lo mismo — me aparta la mirada— sueles decirle eso a todas las chicas... las traes aquí y las ligas con esas frases
— Siempre suelo venir solo.
— Pero si hace un moment...
—Espera, tienes un pelo ahí.
Me acerco a ella y voy a pasarle uno de los pelos detrás de la oreja, solo que en vez de eso se los revuelvo y le pasan aún más a la cara
— ¡¿Qué haces?! — se levanta alborotada intentando empujarme. — Te vas a enterar.
Retrocedí rápidamente de espaldas mirándola con cierto vacile, mientras ella se esforzaba en tocarme. Me reía tanto de sus pequeños esfuerzos que no pude controlar bien y tropecé con una de las mesas y caí al suelo, ella también, justo encima de mi, y tras ella los manteles, nos quedamos mirándonos a los ojos en un breve silencio...
— ¿Te he seducido o no? — asomaba mi sonrisa más pilla, intentando salir de la situación.
— ¡Bravo!— oí desde lo lejos la voz de Lisa, que nos miraba aplaudiendo con despecho desde la puerta.
