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Había llegado el día

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Había llegado el día. Mi último día en el barco. Estaba recogiendo mi ropa, guardé las zapatillas y por último el neceser. A mi lado se encontraban mi prima y mi hermano; me miraban con una mueca triste, aunque no decían ninguna palabra, pues sabían todo lo que había pasado y no querían obligarme a hablar más todavía.

Fruncí el ceño cuando escuché un sonido muy fuerte en el pasillo. No eran sonidos sin sentido, más bien música y gritos de personas, al parecer, muy animadas. Lydia y yo nos miramos, y rápidamente nos dirigimos a la puerta del camarote. Al abrir, nos encontramos con decenas de personas dando gritos a un lado y a otro del pasillo. Frente a nosotros, habían cuerdas, objetos para saltar, balones, globos. Parecía una gincana.

— ¿Qué está pasando aquí? — Preguntó mi hermano detrás de nosotras.

— ¿Esto es cosa de los de animación? — Pregunté con preocupación, buscando a Nick entre la gente.

— Less, será mejor que lo olvides. En menos de una hora vamos a salir ya de aquí y no tendrás que volver a pasarlo así de mal.

No me molesté en contestar. Salí corriendo del camarote, pasando por la puerta de un señor que estaba insultando a todo el mundo por lo bajo. Me pareció escuchar que me decía algo a mi también. A lo lejos visualicé a Alex, así que no me lo pensé dos veces, tenía que averiguar dónde estaba Nick y hablar con él antes de irme para siempre. No podía dejar las cosas como estaban. Me acerqué un poco más a Alex, que estaba hablando con un par de personas mayores, no escuché lo que decían pero me dio la sensación de que les molestaba la gincana. Le di dos toques en la espalda.

— Hola Alex. — Éste se giró rápidamente hacia mi, intentaba disimular sorpresa. — ¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así?

— No, nada. No pasa nada. ¿Cómo estás Less? — Estaba nervioso y quería saber porque, aunque ahora eso no era lo importante.

— ¿Has visto a Nick? Necesito hablar con él. — Alex evitaba mirarme a la cara, miraba a todos lados menos a mí. — Alex, de verdad, lo necesito y es importante. ¿Sabes dónde está?

Por un momento dejó su mirada fija por encima de mi hombro. Tragué saliva y me giré muy lentamente. Encontré a Nick y Lisa besándose. Mi mundo se derrumbó tan rápido cómo se había alzado cuando conocí a Nick. Esta vez no pude evitarlo, lloré sin importar la gente de mi alrededor. Vi que Alex intentó cogerme el hombro y decirme algo, pero me marché antes de dejarle hablar en dirección contraria a la pareja. No sabía dónde me dirigía, solo quería alejarme de todos ellos hasta que llegara el momento del desembarque. 

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