-dos-

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—¿Hasta cuando piensas dejar de molestarme? No tengo tiempo para perderlo contigo—. Habló frío el señor Han apoyando las yemas de sus diez dedos en el escritorio mirando ferozmente a Seo que se encontraba sentado en el sofá otra vez.

—Hey relájate un poco, sólo vengo para ayudarte, después de todos somos amigos ¿O no?.. Supe que hace tres días tuviste un atentado en un bunker de drogas, ¿Ya los encontraste?—. Preguntó el hombre de brazos grandes y camisa oscura a la medida, acomodándose.

—Veo que las noticias corren rápido.. aún no tengo rastro de ellos, así que no me hagas perder la cabeza preguntando estupideces—. Han se giró molesto para mirar hacia el ventanal.

El sol se estaba ocultando y los chicos aún no volvían a la oficina, eso lo tenía un tanto preocupado desde hace unas horas atrás, ya había perdido la cuenta de cuantos cigarrillos había encendido durante el día por la preocupación.

—Está bien, no preguntaré más sobre ello, pero dime.. ¿Qué tal trabaja el chico que te di? ¿Se ha portado bien?

—Al parecer hoy estás de ánimos para meter tus narices donde no te llaman verdad?—. Seo no podía ver su rostro pero sabía bien que debía estar cabreado, y eso le agradaba tanto que valía la pena escucharlo hablar tan descortesmente—No es tu hombre así que no preguntes más por él, encárgate de tus asuntos.

Han tomó su saco y caminó hacia la puerta y antes de salir dijo:

—Tengo asuntos urgentes, así que ve y haz lo que sea que tengas que hacer y no vuelvas más-El jefe de uno de los grupos del 'Taeyang' salió de la oficina dejando a Seo solo, este último sonrió y se tomó su tiempo para desalojar el lugar.

Han bajó por el ascensor llamando a Jeongin por teléfono, pero a este ni si quiera le entraban las llamadas, llegó al primer piso intentando llamar a Bangchan cosa que fue una completa perdida de tiempo al recordar que había perdido su teléfono en el atentado, y bufó al darse cuenta de que la última alternativa que tenía era llamar a Minho.

Marcó a su número, dispuesto a buscar a alguno de sus hombres para que manejara el auto en busca de los chicos, el teléfono sonó tres veces y aún no respondía, Han comenzaba a asustarse pensando en dónde podían estar para buscarlos, y cuando estuvo a punto de colgar la llamada fue respondida.

—Sí, señor Han.

—¿¡Por qué demonios tardaste tanto!? ¿Están los tres juntos? ¿Dónde están?

—Lo siento, voy manejando de regreso a la oficina, estamos los tres.. pero Bangchan sangra nuevamente, hizo una fuerza innecesaria-

—¿¡No podías saltarte esa parte idiota!? Maldito soplón, ya verás cuando lleguemos, te colgaré de-

—Lo siento señor Han, el señor Bangchan está gritando.

—¡Deja de llamarme señor, por el amor de Dios!—. Gritó nuevamente desde el asiento trasero.

El interior de ese auto era un completo caos, pero al menos estaban a salvo.

—Bien, ve a la clínica de Seungmin, nos vemos allá—. Dijo Han y colgó la llamada.

Guardó el teléfono en su bolsillo y soltó aire sintiéndose menos tenso, pensó en buscar quién lo llevara a la clínica debido a que cuando él maneja, "extrañamente" el auto terminaba chocado o con abolladuras, pero para no seguir perdiendo el tiempo decidió ir por su cuenta, y mientras iba manejando pensaba en la forma de cómo regañar a esos tres buenos para nada.

*Pequeño mocoso que no puede responder una bendita llamada, lo castigaré a penas me explique porqué no contestó a ninguna, por su culpa debí llamar a Minho.. Y ese bastardo, tendrá que soltar cuál fue la fuerza mal hecha que hizo Bangchan, le dije que tenía que hacer el trabajo pesado por él ya que está herido aún.. Ese maldito terco estoy seguro que no quizo escucharlo, le abriré la misma herida con el zapato a ver si se atreve a desobedeserme una vez más*

BE MY BOSS | hanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora