-trece-

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Taeyang era su padre, nunca lo hubiera imaginado, Minho sabía que Han lo respetaba mucho, pero pensaba que era por el hecho de ser el jefe principal, nunca creyó que hubiera una razón más fuerte como el vínculo sanguíneo.

Y la forma en como lo supo lo hizo sentirse horrible en medio de la noche, dentro de lo que pudo leer en aquella carta, Han había sido forzado a ser parte de la organización de su padre a muy temprana edad, donde aprendió cosas que no eran aptas para un niño, debió madurar a la fuerza y luego inesperadamente se convirtió en uno de los mejores jefes del Taeyang.

Su padre había fallecido, pero a pesar del resentimiento que residía en el corazón de su hijo, él seguía siendo parte de su sangre y era normal que se sintiera frustrado por su partida, después de todo estaba claro que su relación era como la de un jefe y su subordinado, lo que hacía que fuera aún más doloroso para Han Jisung.

Los siguientes tres días correspondientes al funeral del jefe principal no pasaron desapercibidos, y apesar de la solemnidad del proceso funebre, no se dejaba de estar alerta en todo momento, Felix asumió el mando en silencio y aunque era bastante joven decidió ser la cabeza visible de la organización.

El luto se llevó a cabo sin mayores inconvenientes, pero era notorio que la noticia se había esparcido rápido y las demás organizaciones aprovecharon el momento de debilidad para jugar sucio.

Muchos de los clientes antiguos del Taeyang se bajaron de los negocios excusándose de que ya no era "seguro" luego del fallecimiento del antiguo líder, sin duda su partida significaba grandes remesones que los cuatro pilares debían afrontar con inteligencia.

Esa semana fue dura en especial para Felix, ahora vivía en reuniones y a pesar de todo Han se mantenía a su lado ayudándolo, como si nada estuviera pasando en su interior.

Minho lo acompañaba a todos lados e intentaba ayudar, convirtiéndose en una suerte de secretario para los jefes, ambos hombres hicieron todo lo posible por conseguir más clientes y los negocios se mantenían a duras penas, pero no fracasarían, menos estando juntos.

Finalmente el grupo de Felix y Han se volvieron uno solo al mando del Taeyang, donde Bangchan y Yangyang tuvieron que aprender a manejar negocios a escalas más grandes. La buena noticia era que al parecer, al menor del grupo le agradaba la idea y se sentía más activo, mientras que Bangchan por su lado sufría con todo el trabajo que le habían conferido.

—No es necesario que hagas todo solo, puedes venir y preguntarme siempre que lo necesites—. Decía Felix mirando al obstinado hombre de ojos intensos.

Aunque no recibía mayor respuesta de él, Bangchan era un hombre difícil de manejar, más aún cuando parecía estar molesto con él.

—Han tengo algo que pedirte—. Habló Felix una noche en la oficina cuando estaban a punto de volver a casa.

—Hum? ¿De qué se trata?—. Respondió interesado volviéndose a él.

—Necesito que vayas a Japón, el jefe de Akuno quiere cerrar nuestro contrato por el cambio de nuestro mando, cree que no seremos capaces de seguir con el trato, me temo que ellos son uno de los socios que más ingresos nos trae como organización—. Dijo el rubio desde su silla—No podré ir, sabes lo difícil que sería si voy contigo.

—Está bien, dejaré mi trabajo hecho lo antes posible y luego viajaré, no te preocupes—. Dijo Han levantándo su bolso del piso dispuesto a irse, mirando a Bangchan para que lo siguiera.

—Han, algo más.. necesito resolver algo con Bangchan, ¿Podrías ir primero a casa? Te lo llevaré de regreso sano y salvo—. Dijo Lee con voz seria mirando a Han y este último asintió sin más.

BE MY BOSS | hanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora