Milton Spoke

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—¡Arriba, arriba bella durmiente, ya salió el sol! 

Gruñí y me tapé con la almohada. —¡Tengo sueño, vete!

Él me ignoró y siguió con su escandalera, al ver que no daba resultado me jalo las sábanas—¡Vamos, debes pararte! ¡No es pregunta, arriba o llegarás tarde a clases!

Niego y jalo las cobijas de regreso—No quiero ir, ni siquiera notarán que no estoy, además prometiste no volver a entrar a mi cuarto sin permiso.

—Lo harán, ahora deja de holgazanear; dije que no entraría sin avisar y toque la puerta antes de entrar.

Entrecierro los ojos y gimo cansada—No tocaste, azotaste la puerta y eso no cuenta, ahora vete ya.

—No me iré hasta que te levantes.—A regañadientes me puse de pie mientras tallaba mis ojos tratando de espabilar, solo quería dormir un poco más ¿Acaso era muy difícil de entender?

—Ya me levanté ¿Feliz?. —él negó con la cabeza.

—Qué gruñona estas hoy —Me tiro una toalla —Date una ducha, vuelvo por ti en quince minutos.

En cuanto él se fue tire la toalla sobre la silla y volví a echarme en la cama, estaba por volver a dormirme cuando su voz me despertó de nuevo—¿Con qué esas tenemos eh?.— se transformó y empezó a revolotear por mi cabeza.

—¡Neithan déjame dormir! — el ignoro mis reproches y comenzó a revolotear sus alas, generando así viento, me tape más y trate de ignorarlo, pero fue inútil, como a la de mil eche las sábanas a un lado y me pare molesta. —¡Bien, tú ganas! Ahora largo, que tengo que arreglarme.  

Él se posó sobre la silla y volvió a transformarse en humano, ya convertido se cruzó de brazos y pregunto molesto. —¿Quién me asegura que no volverás a dormirte?

— ¡No lo haré!

—Eso dijiste la última vez y te encontré recostada.
Me encojo de hombros—No puedes culparme, es temprano.
Él gira los ojos—Pero hay clases
—¿Y eso a mí qué? Los profesores ni siquiera me quieren ahí
—Pues no les des la satisfacción, vamos Ade hazlo por mí. —agrando sus ojos cual ave y me observó suplicante
—¡Quita ya esa cara!.—refunfuñe harta. 
—La quito en cuanto te levantes
—Porque no mejor vas a buscar al mestizo, estoy seguro de que mueres por ir con él ¿O acaso negaras lo que ví anoche?

La mención de Les consiguió sonrojarlo, pero eso solo duro un segundo pues rápidamente espabilo y volvió a regañarme—Leila, no intentes distraerme ¡Muévete ya!. —Volvió a revolotear a mi alrededor, el viento hizo que mis apuntes comenzarán a revolotear—¡Basta, Neithan para!.

Él se transformó y volvió a sentarse, pero ya era demasiado tarde—¡Mira lo que hiciste!
—Mas tarde te ayudo a limpiar, ahora deja ya de darle vueltas. —Me harte y camine hasta él para sacarlo de aquí, pero apenas y logre moverlo un par de centímetros. 

De repente se puso de pie, el movimiento hizo que me fuera para atrás rebotando sobre la cama—¡Oye!

—En mi defensa tú empezaste, ahora iré a desayunar, más te vale darte prisa, te estaré vigilando. —paso sus manos en círculos frente a su cara como simulando ser un ninja o algo así y luego finalmente se fue.

Estuve tentada a romper mi promesa y volver a dormir, pero sabía que aquello no me traería nada bueno, así que resignada fui a bañarme. Ya duchada me cambie y arregle, cerré mi cuarto y me encamine al comedor, no sabía porque, pero por alguna razón sentía como si alguien me observase, pero al mirar en todas direcciones solo encontré el pasillo desierto, suspire, quizá solo eran ideas mías ocasionadas por la falta de sueño, así que lo ignore y seguir mi camino. Agg, vaya día y eso que recién despertaba, este lugar sí que estaba acabando conmigo.

Legitima HerederaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora