Caminábamos por los pasillos rumbo a los cuartos, mientras tanto Les me contaba un poco más acerca de él, al parecer su madre era una dríada y su padre un brujo, por lo que él era el resultado de la mezcla de ambos, una bruja mestiza, según él eso era de lo más raro ya que, aunque alguna de las otras castas lo hacían, los brujos eran muy cerrados con respecto a la pureza de sangre. A mí la verdad me parecía de lo más absurdo, aunque sabía que era un prejuicio que también existía en mi mundo.
Pero bueno, estábamos por llegar a nuestro destino y Les terminaba de contarme la historia de la vez que por accidente atrapó a su madre en un árbol, cuando en ello escucho como alguien me llama, al principio pienso que ha sido cosa de mi cabeza y decido ignorarlo, pero al escuchar mi nombre nuevamente volteo encontrándome con Neithan, quien al confirmar que era yo comenzó a correr en mi dirección, al llegar a mi lado se detuvo agitado, yo no desaproveche el tiempo y golpee su hombro. — ¡Auch! ¿Eso por qué fue?
—Por dejarme tirada tonto ¡¿Por qué va a ser?! No sabes todo lo que tuve que pasar.
Él me miró apenado y se acomodó el cabello —Lo siento Leila, enserio lo siento, tuve que ir a buscar unas cosas para mi clase de vuelo y al volver a la oficina de la decana no te encontré, te busqué por todos lados.
—Bin te perdono... pero solo por esta vez. —Un impulso me gano y lo abrace— ¡No vuelvas a dejarme sola ave tonta!
—¡Oye, ya te dije que soy un Quetzal! ¡Repite después de mi Q. ue...t.... z. aa lll.! l! ¿Estamos?
—Lamento informarte que los Quetzales siguen siendo aves.
—¡Cállate, no arruines el momento!.—nos mantuvimos abrazados un poco más hasta que recordé la presencia de Les. Este nos miraba recargado en la pared un poco incómodo, maldije para mis adentros el haberme olvidado de él y traté de corregirlo así apartando a Neithan, quien me miró extrañado por mi hostilidad, pero rápidamente se olvidó de ello pues en cuanto vio a mi nuevo amigo un peculiar brillo se formó en sus ojos.
Les por su parte se llevó las manos al cuello con cierto nerviosismo y veía a Neith con cierta admiración, yo por mi parte los miraba confundida Neithan me había explicado que sus ojos destellaban con emociones muy fuertes, pero ¿por qué tenían tanto brillo con alguien al que acababa de conocer? y Les, de él sabía aún menos, pero en el rato que llevaba de conocerlo no lo había visto quedarse tan pasmado ¿De dónde venía su admiración por Neith? A pesar de mis dudas no me vi capaz de romper la tensión, por lo que esta continuo hasta que después de un par de segundos de intensas miradas fue Les rompió el silencio —¿No vas a presentarme a tu amigo?
—Les te presento a Neithan, es una avecilla tonta que lleva siguiéndome todo el día.—Dije esto último esperando hacerlo enfadar sin embargo y para mi asombro él no se inmuto y continúo mirando a Les absorto, así que suspiré y ahora me dirige hacia él buscando algún tipo de reacción—Neith déjame presentarte a Les, tropecé con él hace un rato y me ha ayudado a continuar con tu recorrido.—Pero en lugar de verme Neithan se giró en dirección a Les y exclamo.
—Es muy lindo de tu parte que ayudes a Leila, le ha sido un poco difícil adaptarse a todo esto.
—No es nada, me hubiera gustado que alguien me ayudara cuando llegue a Mondreal, los chicos piensan que soy muy raro.
Neithan negó horrorizado—Pero que dices, a mí me pareces alguien muy lindo, además Les se me hace un nombre muy original y único. —él mencionado no pudo evitar sonrojarse.
—En realidad yo lo hice, me llamo Ithel pero si somos sinceros suena horrible, Les es sencillo y tiene personalidad.
—Ithel también me gusta, pero sin duda Les te sienta increíble, me parece fascínate igual que tú... Digo él que lo hayas hecho tú.
—Grac..ias Neith ¿Puedo decirte así?
—Claro, llámame como gustes
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Legitima Heredera
FantasyHay secretos que pueden destruirnos pero hay verdades que parten el mundo en más de dos mitades. Hay historias no contadas y voces acalladas que convergen en el caos y que en algún momento alguien oirá gritar... Esta es la historia de una chica qu...