Mis días en Mondreal fueron pasando y antes de darme cuenta llevaba aquí casi un mes, no diré que ahora soy de las mejores porque eso sería mentir, pero, he tenido un progreso considerable, tanto como una humana atrapada en una escuela de seres mágicos puede tener. En este tiempo descubrí que soy buena peleando cuerpo a cuerpo y aprendí a manejar el arco y la espada. También aprendido a reconocer la magia ¿Pueden creer que la estela que deja puede verse si te concentras lo suficiente? Al parecer las clases de canalización si servían para algo.
Aunque no todo es alegre, ya que a pesar de lo mucho que he intentado aún no he logrado activar mi magia y tampoco he tenido noticias de la princesa Clere. Supongo que está ocupada con sus deberes o lo que quiera que haga, pero no le tomaría nada hacerme una breve visita, solo esperaba que al llegar el plazo cumpliera con su parte del trato y me diese mi libertad junto con las respuestas que tanto quiero. A veces me cuestionaba si mi familia me extrañaba o si siquiera notaron que me fui, una parte de mi lo dudaba he incluso consideraba la idea de quedarse, a pesar de todas las reglas y extravagancias este lugar tenía su encanto después de todo y aun sin magia una parte de mi se sentía en paz. Él motivo de este sentimiento me inquietaba, pero comparado con el resto de las interrogantes era el menor de mis problemas, solo me limitaba a disfrutar el tiempo con mis nuevos amigos, a pesar de su constante optimismo que conseguía exasperarme.
Les creía que era solo cosa de tiempo para que mi magia apareciese, pero, yo no estoy tan segura. Aun así, no me permitía dejar de intentarlo, lo mismo ocurría con Milton y aunque era agradable contar con su compañía, está harta de los encuentros sorpresa orquestados por mi amigo. Sin duda alguna era mejor cuando se concentraba en su propio intento de relación o en el peor de los casos en mi inexistente magia; para esto último me hacía pasar gran parte de la tarde en la sala de usos múltiples o "Multisala" como Neith la llama.
En ella práctico canalización y compulsión con Les, Neithan por su parte me ha ayudado a perfeccionar mis reflejos y a acrecentar mi conexión con la naturaleza ¿Sabían que si prestan atención la naturaleza crea su propia música? La verdad a mí me fascina, siempre había sido fan de ella, pero, creo que hasta ahora realmente no había sabido apreciarla y no hablo solo de las aplicaciones que esta tiene o de la conexión que nos provee y los recursos en sí. No, es algo más... fuerte, pero no me veo capaz de describirlo, entonces mis pensamientos se ven interrumpidos por un golpeteo en mi puerta. —Adeleila soy yo, Lony me envió a buscarte, dice que necesita tu ayuda y que te espera en los jardines. —Tardo un momento antes de ubicar la voz del pelinegro.
—Gracias, bajo en un momento.
Escucho como bufa y puedo imaginarlo girando los ojos, finalmente lo escucho recargarse en la puerta y exclamar—La última vez dijiste lo mismo y me dejaste años esperando.
No puedo evitar reír—Eres un exagerado, solo fueron un par de minutos.
—Di lo que quieras, pero me hiciste perder el tiempo y no dejaré que se repita, así que deja de alegar y haz lo que sea que tengas que hacer.
Giro los ojos pero hago lo que dice, así que voy al closet y tomo un atuendo casual, luego corro al baño y arreglo mi cabello ya que está algo esponjado, suficientes burlas tengo ya como para agregar un par más por mi falta de peinado. Sigo batallando con el cepillo cuando escucho que mi impaciente amigo vuelve a tocar a la puerta. —Ade por favor apúrate, no me hagas llevarte a rastras.
—Sí, sí, ya bajo, tú tranquilo. —Obviamente lo ignoro por completo y sigo arreglándome, contengo una risa al pensar en las muecas que seguro estará haciendo, seguro se pondrá furioso, pero, aunque quiera sé que no es capaz de enojarse por mucho tiempo y es por ello que me divierto molestándolo. Termino de arreglarme y me siento en la cama para hacerlo esperar un poco más, pero en ello recuerdo que Lony me está esperando y descarto la idea.
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Legitima Heredera
FantasyHay secretos que pueden destruirnos pero hay verdades que parten el mundo en más de dos mitades. Hay historias no contadas y voces acalladas que convergen en el caos y que en algún momento alguien oirá gritar... Esta es la historia de una chica qu...