Legitima Heredera

El salón de los espejos

—Ya cumplí tu capricho, sabes cómo me llamo, puedes estar feliz, es hora de continuar con nuestras vidas, ahora….

—Pero aún no me has dicho quién...

No me dejó terminar— Se que tienes muchas preguntas pero no hay tiempo, menos charla y más acción, debemos darnos prisa

—¿Prisa para qué?

—¡¿Qué nunca escuchas?!  verás a Clere en el salón de los espejos, debes estar ahí a las ocho menos diez, la cena inaugural con el consejo será a las nueve por lo que debemos ser breves para no levantar sospechas, de lo contrario las cosas podrían complicarse cuando entres a la corte, te llevaré a la calle que da al invernadero, de ahí Quentin te llevará.—trato de protestar pero ella niega—Te he dicho que no es el momento, además debes creerme cuando te digo que hay preguntas para las que no quieres conocer la respuesta.

—Pero….
Nuevamente niega y me obliga a apresurar el paso, caminamos entre la gente, observó como Anne mueve sus manos y nos cubre con una ligera capa de humo

—Hay ojos y oídos por todos lados es mejor estar preparados. —yo solo asiento, dándome una idea de lo que acaba de hacer, seguimos caminando en silencio y miles de preguntas se formulan en mi cabeza, Anne parece notarlo porque nuevamente niega.

Hago un puchero—¿Por qué nunca me quieren decir nada?

—Porque no es el momento, además terminarás por recordarlo y entonces no tendré que decirte.

—Siempre me dices que recordaré pero nunca me dices el que o por qué, cómo se supone que recuerde si no tengo contexto.

—Todo tiene un tiempo, debes ser paciente, además la ignorancia da paz, cuando descubras toda la verdad desearás volver atrás y entonces será muy tarde.

—Pero yo….

—Odio pelear contigo y no pienso hacerlo ahora, así que por favor dejemos así las cosas, debes ver a Clere, concéntrate en eso.

—¿Cómo la conoces?

— ¿Conocer a quién?

— ¿Cómo qué a quién? ¡A Clere!

—Este… todo el mundo la conoce, es la princesa eterna. —se encoge de hombros.

—Ambas sabemos que hay más en esa historia, vamos, puedes confiar en mí.

—Confió en ti pero…. Es complicado.

—¿Por qué todo tiene que ser complicado?

—Porque si la vida fuera fácil entonces tomaríamos todo por sentado y esta carecería de valor o sentido.

Parece que va a agregar algo más pero de la nada Anne escucha algo y me pide guardar silencio
—Creo que nos están siguiendo, probablemente debe ser una sombra, me temo que así sea, quizá sean idea mías pero debemos tener cuidado. —acelera el paso, y mira en todas direcciones

—Estamos cerca, quitare el velo de dispersión, caminaras lo más rápido que puedas hasta los portales de aquel edificio, te mantendrás oculta hasta que Quentin vaya por ti ¿has entendido?.—Asiento y ella parece conforme con mi respuesta, supongo que le tranquiliza que para variar no le llevara la contraria

—Bien, prepárate. —suspira empezando a quitar el hechizo pero antes de finalizar para un momento y me observa

—Antes de que lo olvide, por favor no le menciones a Clere que me viste, ni siquiera menciones que me conoces, ella no debe saber que estoy aquí ¿de acuerdo?

Asiento, ella parece conforme y rompe el hechizo, luego todo pasa muy rápido, siento los colores un poco más brillantes y sé que la barrera se ha roto, Anne empuja a un hombre que pasaba por ahí y un alboroto comienza a gestarse, corro al edificio que me indico, al mirar atrás ella ya se ha ido, tan misteriosa como siempre…

Me siento en el piso y suspiro, ha sido una noche larga, siento que alguien toca mi hombro y me sobresalto, alzó la vista y me encuentro con Quentin—¡Me has pegado un susto de muerte!

—Eso no hubiera pasado si estuvieras un poco más atenta.

Asiento, sé que tiene razón, me tiende la mano y me ayuda a poner en pie, me tiende una capa negra y me la coloco rápidamente, me observa buscando algo pero no parece encontrar nada por lo que solo asiente—Bueno, andando.

—¿Siempre tienes que ser tan tosco?

Él se encoge de hombros—Es probable, pero de todas formas no te conozco ni me conoces, así que no importa.

—Aun así no está de más ser cortés.
Él sonríe—Suenas igual que Lady Melany, siempre me está reprimiendo por mis modales, cree que debo ser más amable, la verdad yo no estoy tan de acuerdo.

—Ella tiene razón, la verdad no te vendría mal ¿Por qué dices que no estás de acuerdo?.

—Cuando se es amable muchas veces la gente tiende a aprovecharse de ti, de esta forma no tengo que preocuparme por ello, te aseguro que nunca me han tomado el pelo.

—Puede que evites lo malo, pero también te pierdes de lo bueno, siempre hay dos lados en la moneda sabes y si te cierras terminas por perderte de mucho sin darte cuenta.

—Puede que sí pero…
Observamos a un grupo de personas caminar hacia nosotros y nos colamos entre ellos, el me pide hacer silencio y nos limitamos a caminar, nos detenemos en uno de los puestos de artilugios, Quentin finge ver algo interesante.

—¿Qué tal te parece este? .—Mira hacia todos lados.

Yo la verdad no entendía de qué iba esto y porque era necesario tanto misterio, pero no quería problemas así que le seguí el juego. —Es bonito, pero creo que me gusta más este. —tomó un collar con cuarzos el cual tiene forma de estrella.

—No lo sé creo que no me convence. —toma mi mano lo cual me incomoda un poco y tira de mí—Creo que vi algo por allá ¡Vamos!

Retomamos la marcha, entramos a un restaurante, un hombre nos guía hasta la parte de atrás, salimos por la puerta trasera a lo que parece un pequeño traspatio, este da a un amplio jardín, recorremos los jardines hasta llegar a un enorme árbol, de la nada Quentin me empuje gritó creyendo que golpeare con el árbol, pero entonces noto que se trataba solo de un espejismo

Me encuentro en un amplio salón, los techos son altos y de ellos cuelgan candelabros de cristal, las paredes se encuentran tapizadas de trozos de espejos, dando la imagen de un infinito, el cuarto se ilumina con un destello dorado, cierro los ojos por el resplandor y cuando los abro observó a la princesa Clere ante mi, usa un elegante y ostentoso vestido dorado con gasa y tiene el pelo recogido en un moño a la mitad, ella al verme sonríe.

—Justo a tiempo, qué alegría volver a verte querida, acaso no te dije que volveríamos a vernos más pronto que tarde.   

Aviso, como cada vez nos acercamos más al final, apartir de la próxima semana volveré a actualizar únicamente una vez por semana, es decir los días miércoles