Capítulo 12

1 0 0
                                    

—¿Qué carajos ha pasado con el dinero depositado en Niua?—. El grito sobresaltado de Miles al ingresar en la sala, nos sacó de eje a todos los presentes. Exceptuando a Damian y Livia, todo el resto nos encontrábamos haciendo distintas actividades muy plácidamente: Ethan me ayudaba a utilizar por primera vez la anilina, mientras Derek y Mía estaban instalando un nuevo antivirus a la computadora.

Mas la alerta acerca de la pérdida de dinero fue un baldazo de agua fría, y si bien todos pensábamos que Miles solía exagerar en extremo sus reacciones, esta vez lo escuchamos atentamente, puesto que el tema parecía grave.

—Nosotros depositamos la mitad de nuestro capital total en Niua, la compañía que Derek consiguió contactar en la gala. El aumento de la inversión era realmente increíble, haciéndonos prácticamente duplicar el monto a estas alturas. Sin embargo, hoy revisé la cuenta y me acabo de encontrar con que una gran parte de la inversión fue retirada, dejándonos con menos de la mitad del total—. Miles había sido sorpresivamente conciso y claro para explicar, lo cual me dejó resonando sus palabras en mi cabeza un buen rato, hasta que Ethan, con sus manos manchadas de color azul y negro, dijo justamente lo que yo había pensado— ¿No han caído los precios de las acciones de las empresas? Aun así, es muy raro un cambio tan abrupto, en general podemos perder un poco, pero más de la mitad es demasiado—.

Mia levantó la vista del computador donde ella y Derek estaban trabajando y negó con la cabeza algo decepcionada— La inversión aumenta más cada día, no hubo caída ni error alguno...— mordió su labio, algo preocupada— Probablemente sea acción de un robo—. Totalmente enfurecido, Miles golpeó su puño contra la mesa baja respecto a la cual los sillones estaban dispuestos en forma de ronda semicircular.

—Te aviso que la mesa no tiene la culpa de que hayamos perdido dinero en una empresa poco honesta— dijo Ethan, en un tono sarcástico, dedicándole a Derek una mirada fulminante— La has cagado— fue lo único que espetó, resignado.

El rubio se sintió bastante ofendido con el comentario de su amigo, se notaba ese sentimiento de desesperanza en su expresión. No obstante, no era arrepentimiento, y en parte lo entendía. Derek no sabía la verdadera naturaleza de esta empresa, por lo que, si bien podía disculparse, el peor sentimiento de culpa lo tendría él.

—Saquemos la inversión que resta— dijo Derek, inflando sus pómulos y liberando el aire lentamente, mostrando agotamiento— Podemos depositarla en la empresa de los satélites que consiguió Ethan, se ve bastante confiable—.

La expresión del mencionado cambió radicalmente a una incómoda sonrisa— E-Eh...— tartamudeó un poco antes de explicar— ¡Está bien! Yo me encargaré de hablar con los chicos, por lo que tengo entendido les está yendo muy bien...—.

—En todo caso, podemos hacer que Damian o Miles contacten a los emprendedores, puede resultar sospechoso que tú siempre seas quien hable con ellos, y que casualmente después de cada vez que los contactas, les llega dinero—. El comentario de Mia había sido bastante ingenioso, pero al parecer alteró a Ethan, haciéndolo negar con la cabeza repetidas veces— ¡No!— gritó, para luego de unos segundos darse cuenta de lo fuerte que había hablado, aclarando su voz con una leve tos— Los chicos son bastante... tontos, sí. Son unos nerds que no saben nada sobre trato con otras personas. Yo ya sé tratar con ellos, creo que es mejor que siga encargándome—.

Era visible que ese argumento era suficiente para que Mia dejara de insistir, pero de todos modos no era muy convincente. Había algo que Ethan no quería mencionar, pero ahora la prioridad era el dinero.

—¡Lo que faltaba!—. Miles llevó su mano libre a su frente, sosteniendo con la otra su móvil, leyendo algo en la pantalla— Entre mañana y pasado mañana llegará un enviado de Niua a Nueva York para venir a hacer una investigación del porqué de nuestro repentino retiro de la inversión. Dice que es una política de la empresa, por lo que es algo inevitable—.

Club de HorusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora