Furro

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Esto podría ser... ¿Un ave fénix?

Resurgiendo de sus cenizas.

Nos encontrábamos 6 personas en una sala poco iluminada llena de carteles y mapas. César nos sumía en una tensión interesante. Parecía ser que iba a pasar algo importante. Naiarita miraba a César perturbada, Jay, Airín y Laurel cuchicheaban y a su vez atendían a César. Yo estaba sentado tranquilamente, un poco incómodo. Es que me había metido en ese lío no sé por qué. Llevaba unos días en los que me habían pasado más cosas que en toda mi puta vida.

César sacó un tarro luminiscente de debajo de la mesa que daba una luz nueva a la sala. Su rostro se iluminaba parcialmente y nos miraba fijamente antes de abrir el tarro.

—Antes de contaros el plan, os tengo que mostrar algo.—Dijo César mientras abría el tarro del cual salió una figura femenina, con pelo ondulado. Ella era totalmente de luz.—Esta es Luz, es mi mejor amiga y vive en este tarro, no pregunten porqué. Ella vivía conmigo en el lugar donde el incendio, osea, El Palacio. Cuando Naiarita y Diefo os desmayasteis, su tarro cayó al suelo y pudo liberarse, aprovechando eso pudo moverse hacia los conductos de ventilación para alcanzarme.

César dejó el tape en la mesa y soltó el tarro. Luz salió completamente y nos miró, saludando con la mano.

—¿Así que dormíais juntitos, eh? —Dijo Laurel con tono pervertido, llevándo la mano a la boca irónicamente.

—¡Uyuyuyyyy! —Dijo Naiarita.—¡Eso no nos lo habías contadooo!

—Tssst, calla. Mientras se trasladaba consiguió ver parte de la persona que causó el incendio antes de teletransportarse con la piedra. Y lo que consiguió ver es algo muy importante.

—No tan importante como lo que haces con Luz cuando todo está oscuro. —Airín decidió meterse en el chismorreo.

Luz se preparó para hablar, y con suma seriedad dijo:

—Este es un asunto serio. —Su voz era bajita pero se le entendía un poco. —La persona que alcancé a ver tenía pelo largo y oscuro, no mucho pero sí bastante. Además note que llevaba un uniforme negro, con ojos por toda una túnica y lo que pude alcanzar a ver de su rostro fue el ojo y la mejilla. Un ojo muerto, sin vida, que chorreaba marcas de desgaste. Gracias a lo que vi, Cesar y yo hemos deducido que se trata de quien no queríamos que fuese...

—Tenemos que ir a cazar al furro. —Dijo César—Él fue quién nos intentó matar.

—No me jodas. —Dije.

César hizo una pausa dramática y nos miró fijamente.

—ESTE ES EL PLAN: SALDREMOS EN DOS VEHÍCULOS (jaja ha dicho culos)—Gritó César.—EL HELICÓPTERO DE COMBATE SE DIRIGIRÁ HACIA LA AZOTEA DE PUERRO.INC Y ESTARÁ VIGILANDO QUE NINGÚN SER SE ACERQUE AL EDIFICIO A PARTE DE NOSOTROS. ESTE HELICÓPTERO CARGARÁ CON AIRIN, LUZ Y LAURA. POR OTRO LADO, NAIARITA, DIEFO, JAY Y YO IREMOS EN LA FURGO HASTA EL EDIFICIO. ENTRAREMOS Y SUBIREMOS HASTA LA TERCERA PLANTA, DONDE HAY UN ASCENSOR OCULTO HASTA EL SÓTANO. Gracias por los planos, Diefo.

—¡¿Espera de dónde has sacado mis planos?!—Contesté.

—De tu casa. —Me dijo César, sonriendo estúpidamente.

—¡¿ESPERA, TE METISTE A MI CASA?!—Respondí.

—Sí.

—No debí haber dejado las ventanas abiertas...

—Es que tú también eres tonto, chico.—Ya tenía que hablar la niña fresa.

—¡¡¡QUE TE CALLESSSSS!!! —Grité.

La alucipante aventura sin sentido.zipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora