¡Let's goooo! ¡Nos vamos de viaje!
O eso pensaba porque en realidad iba a sufrir y sufrir sin parar. Se notaba que no sabía lo que significaba escalar toda una montaña para conseguir una entrada y luego tener que bajarla simplemente para que me peguen más. Pero ahí estaba yo.
—¡Adiooos! No os voy a echar nada de menos pero si estoy en problemas ayudadme, porfa. ¡Que os jodan!— Y cerré la puerta de un portazo para irme con una gran mochila hacia los exteriores de la ciudad.
Tampoco me hicieron mucho caso los que estaban en casa en aquel momento. Todos se pegaban las mañanas vagueando y viendo estupideces en la televisión. Otros como César estaban concentrados completamente en E L P L A N. De todas formas, yo tenía cosas más importantes que hacer que prestar atención a un grupo de autistas como ellos.
En mi mochila había guardado muchas cosas útiles: Unas pocas provisiones, barritas energéticas, botellas con dibujos de Naruto, un portátil con el Valorant y poco más. Todo era esencial e insustituible.
La mochila solo tenía un problema, no me dejaba usar mis alas. En realidad, los días que intenté usarlas no llegué ni a la altura de Naiarita, y mira que eso es fácil... Necesitaba practicar más, algún día lograré volar a largo tiempo.
Ah, como también me llevé un diario, decidí apuntar todo lo que hacía cada día. Y como no tengo tanto tiempo libre, os voy a dejar lo que escribí en el diario:
Dia 1: Hoy me he acercado a la montaña desde la ciudad. La montaña es muy alta y no se alcanza a ver la cima desde ningún punto de la ciudad. Estos días, como siempre, está cubierta por la nieve así que hace mucho frío. Si queréis saber cuánto he subido... Hoy solo he subido los primeros tres metros y ahora me voy a dormir.
Dia 2: Me he despertado con una foca lamiéndome la cara. He decidido empezar a subir con más ritmo. Mientras más subo mejor puedo ver la ciudad. Se ve todo bastante bonito desde aquí arriba, pero me falta bastante para poder ver la ciudad mejor. El frío cada vez es peor, pero se puede superar. Seguiré un poco y me iré a dormir.
Dia 3: Me he dado cuenta que no tengo la comida suficiente. Voy a seguir subiendo, fuera de la escasez de comida no hay otros inconvenientes. También me estoy empezando a cansar más y el sueño cada vez es peor, pero he subido a Liga Oro en Valorant así que todo bien.
Dia 4: Empiezo a reflexionar una cuestión importante: ¿Soy un espantaviejas?
Dia 5: Se me han caído tres rocas encima mientras dormía. El frío me está tocando un poco las pelotas, pero es lo que hay. También he intentado escalar un acantilado que encontré y que me hubiese quitado mucho trozo. El problema es que mientras lo escalaba se ha sacudido un poco la tierra y un puñado de nieve me ha tirado de él. No me duele demasiado, pero voy a tener que pasar el resto del día descansando.
Dia 6: Durante la mañana he estado debatiendo conmigo mismo una nueva ruta. A partir de ahora, iré en zig zag. Puede que recorra más trayecto, pero así no se me hará tan complicado y tendré menos inclinación.
Dia 7: Me arrepiento de mi decisión, me está comiendo un oso.
Dia 8: Me he librado del oso, pero me duele la pierna. Mis conclusiones de la experiencia son:
Dormir en un oso es como dormir en un saco de dormir que te intenta tragar.Eso sí, ahora me duele la pierna. Encima el frío cada vez es más problemático y entre el dolor y todo eso... Encima la carne de oso está mala.
Dia 9: ¡He llegado a la mitad de la montaña! No queda demasiado ni tampoco poco. He estado subiendo bastante este último día y he utilizado la piel de un cadáver que he encontrado para cubrirme. Mientras subía me ha parecido ver a alguien caminando por la montaña, pero supongo que son alucinaciones mías por culpa del frío y el hambre.
Y la falta de contacto humano, pero a eso estoy acostumbrado.
Día 10: Me he dado cuenta que no he puesto la tilde en la palabra "día". De todas formas, me da pereza corregirlo. Fuera de esto, ha sido un día de subida normal. Tan solo me ha alcanzado una tormenta de nieve y sin querer una rama ha chocado con mi pierna y se me ha clavado profundamente, pero nada más.
Las tormentas de nieve son bastante peligrosas, tened cuidado si queréis subir a una montaña como esta.
Día 11: ¿El día no era un supermercado?
Día 12: Estoy llegando a la cima, la ciudad apenas se puede ver por la niebla pero las luces de noche son hermosas. Me ha parecido ver de nuevo otra silueta caminar, pero el yeti vive en otra montaña. Por lo demás todo bien, el frío me está destrozando pero se aguanta. También he decidido explorar un poco más y he encontrado una zona con lo que parecía ser un pequeño camino de rocas. Es posible que sea una zona de exploración o parte del torneo. La última es la más coherente, así los participantes y organizadores pueden subir y manejar los boletos. Era un extenso camino que llevaba hacia la cima, mañana iría a explorar.
Día 12 + 1: Creo que hoy voy a subir por el camino que encontré ayer. No está nevando demasiado así que será seguro subir. Supongo que no pasará nada malo, si ocurre algo imprevisto lo intentaré escribir en algún sitio.
Nota antes de salir: Hay un poco de niebla, estoy a punto de llegar a la cima de la montaña y la visión se reduce cada vez más.
Día 14: Estoy escribiendo esto en mi pierna. Me han encerrado en una prisión de piedra. Unos tipos encapuchados idénticos unos a otros están pasando por los pasillos de un pequeño calabozo antiguo. Está todo un poco oscuro y hace mucho frío. Creo que los encapuchados son trabajadores del evento pero no estoy seguro.
Y hasta ahí todo lo que pude escribir. Ya no había marcha atrás.
Unas horas después, unos hombrecitos entraron a la fuerza en la celda y me agarraron entre todos. Me arrastraron hasta una especie de círculo rodeado de murallas y arcos de piedra antigua en ruinas. Era algo parecido a una gran plaza, con una gran estrella pintada en el suelo con lo que parecía ser sirope de piña. Me llevaron hasta una gran cruz de madera que se encontraba en el centro del círculo y me encadenaron.
Los hombrecitos se colocaron rodeándome y empezaron a corear unas cuantas palabras. Entonces una gran puerta de piedra que se encontraba frente a mí se rompió y de ella salió una gran silueta camuflada entre el polvo.
Un gigante completamente calvo, vestido por pieles de oso y con cara de pocos amigos salió con los ojos furiosos y los dientes babeando. Tenía pinta de estar muy hambriento.
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La alucipante aventura sin sentido.zip
AdventureAkdjajdwaodoj Esta va a ser la historia mas rara que leeréis. Antes de nada decir que esto cambiará todo los estándares que tenéis de un libro. Un piojo junto a una enana, un tipo con muchas sustancias de dudosa procedencia, una chica un poco rarit...