Capítulo 3

4.9K 396 38
                                    

Alina:

Los ojos azules de Heist estaban penetrandome, una muy oscura sensación me sacudió todo el cuerpo la estar teniendo contacto visual con el.

—No le hagas caso, Ali, es idiota. — dice Marco, tomándome por los hombros.

—¿No puede tomar sus propias decisiones? — dice Heist, algo molesto.

Ignorando a Heist, le sonrió a Marco, —¿A que hora te iras?

El mira su reloj y luego vuelve su vista a mi, —Después de clases.

Asiento con la cabeza y vuelvo a mi posición anterior.

Algo que no eh dicho, es que me llevo muy bien con Marco, fue así desde antes de irme y sigue siendo igual. Solo como mejores amigos.

Y Heist claro que no se podía quedar callado, sigue moviendo cosas, sin sentido alguno.

[...]

—¿Tú abriste mi ventana? — digo hacia Leigh.

Ella me ve confundida, mientras tomo mi pastilla, veo algo confundida la ventana.

La ventana estaba abierta cuando llegue de clases, la cortina se movía con forme el viento chocaba contra ella.

—No, seguramente se te olvido cerrarla antes de irnos hoy en la mañana. Ya sabes la depresión te borra recuerdos.

La veo mal, —Borra recuerdos de años atrás u de pequeña, Leigh, no un recuerdo de hace horas.

Leigh cree que la depresión es fácil de conllevar, pero la verdad es que solo se lo toma a chiste ya que ella pasa casi por lo mismo. No me afecta.

—Tal vez un asesino entró a tu habitación y abrió la ventana y cortina. — dice divertida.

Suspiro, —Me voy, iré a tomar un café con las chicas.

Ella se queda en la habitación, leyendo su libro. Bajo las escaleras y salgo de la casa, directo a la cafetería de el pueblo.

Al llegar ahí, camino hacia la mesa donde estaba Wendy y Sandra, me siento junto a Sandra y ambas sonríen.

—¿Sabes quienes están aquí? — dice Wendy, intentando ocultar su emoción.

Niego con la cabeza, mientras niego a alguien que me quería dar un café. Hoy era día de cafés gratis en Wilson.

—Todos los Stein están por haya. — dice emocionada.

Volteo a ver a donde señala, y ahí veo a la chica, al chico y a Heist, tomando café y riendo tranquilamente.

Heist voltea hacia mi, haciendo que sus ojos conecten por una micra de segundo con los míos. Aparto rápidamente la mirada de el y vuelvo a ver a Wendy.

—¿Cómo se llaman los otros dos?

Ella sonríe con superioridad, como si fueran sus ídolos y los hubiera investigando hasta su última partícula.

—La chica apuesta, se llama Kaia, el chico frío y lindo, Frey y el chico sexy, Heist.

Asiento con la cabeza, grabando los nombres y colocándolos en mi biblioteca mental.

Lo malo, es que Sandra y yo quedamos para ver a los Stein, ya que ellos estaban en una mesa al fondo y Wendy quedó de espaldas a ellos.

Evito en todo momento chocar mis ojos con los de Heist, pero esa resistencia se va a la mierda cuando siento una mirada posesiva en mi. Volteo a ver a Heist, y sus ojos azules ahora están algo más oscuros.

Tal vez sea paranoia, tal vez yo fui la que vi mal, pero no logré enfocar nada más de el porque Wendy hablo.

—¿No quieres café? Para eso estamos estamos una cafetería. — dice divertida.

Si bueno, a menos de que quiera que muera en dos u una hora, pienso.

Le sonrió, —Tomaré luego.

Sandra me ve preocupada y le sonrió, no sabe. Nadie sabe. Tengo que fingir ser perfecta.

Siéntate recta.

Camina como una mujer.

Siéntate como una mujer.

No hables como hombre.

No digas groserías.

Se perfecta.

Toda esa mierda me dijeron en el internado. Que odiosas eran las mujeres de ahí, y eso era lo peor. Eran mujeres. Y aún así, eran machistas.

—¡Lina! — dice Wendy, ahora con las mejillas sonrojadas.

¿Y ahora qué?

Hago un ruido con mi boca para que hable y ella señala con la cabeza al lado.

Volteo hacia el lado y veo a Heist y Frey, frente a nuestra mesa.

¿Ich liebe dich? [Heist Stein Y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora