Capítulo 11

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Alina:

Me seguía doliendo la cabeza, no recordaba nada de lo que pasó en casa de Heist, y sentía que no era nada bueno.

Entre Viví y Iv, hay mucha diferencia. Una es tranquila y parecida a mi, la otra es lo contrario. Es alocada, solo quiere sexo, es una mierda cuando se trata de confiar y creo que ha matado a alguien, no lo sé.

Suspiro cansada y paso las manos por mi cara. Me veo en el espejo del baño, mojo mis manos y lavo mi cara.

¿Pase todo mi receso en el baño? Si. La verdad no quería encontrarme con Heist, era como si a donde fuera, el estaba ahí. Siempre. Y no quería tener que verlo a la cara, no tenía ganas de ser rechazada así de nuevo.

¿Qué mierda hiciste Iv?

Salgo del baño y regreso a mi clase. Cuando estaba en el internado aprendi a vivir sin comer en unos tiempos, así que no comer una refacción no era nada, podía aguantarlo.

Mi buen ánimo había salido, probablemente solo por un tiempo, pero era mejor eso que nada.

Veo entrar a Heist y luego como pasa a mi lado para sentarse detrás de mi.

Cierro mis manos en puños sobre el escritorio, disimuladamente. Veo entrar al profesor Guil y empiezo a escuchar su clase.

—Alina.

Lo voy y le sonrió, —¿Si?

—Tengo entendido que tu ayer fuiste a casa de Heist para ayudarlo ¿no?

¿Y este como supo?

Le sonrió, —Si...eso intente.

El sonríe, —Bien, porque aquí traigo la prueba para el joven Stein, si la reprueba, tendrás que esforzarte más ¿bien?

¿Y yo por qué? Si es el el que no sabe hacer nada.

Le sonrió, —Esta bien.

Mmm, se nota que no quieres volver al internado ¿eh?

Nadie quiere.

Suspiro y empiezo a rebotar los dedos en el escritorio, la cuenta no está ayudando a que mi ansiedad no se haga más nosotria. Mierda. Empiezo a hacerlo más rápido, uno... veinte... ochenta... ciento doce...

Estuve contando todo el tiempo hasta que todos los que habían reprobado terminaron de escribir, en ellos incluido Heist.

El profesor Guil pasa por las hojas y luego se sienta frente a todos a calificarlas. Todos están tan callados hasta que antes de que toquen para poder salir, el se levanta de su asiento y empieza a pasarlas por los pupitres.

Algunos celebran, a otros les dice que tienen que volver a intentarlo y cuando llega a Heist simplemente mi corazón late demasiado fuerte como para estar consiente de lo que dicen.

Volteo a ver a Heist y el me enseña la hoja. Paso, lo logro.

Ruedo los ojos al saber que si sabía que responder.

¿Ich liebe dich? [Heist Stein Y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora