CAPÍTULO 32. CÓMO ESTAS PRIMITA?

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Al llegar a la recepción del hotel y luego de atender algunos huéspedes Dulce se sentó a descansar mientras esperaba ver que mas clientes llegarían esa noche. Saco su celular del bolsillo y encontró un mensaje de texto, al abrirlo sintió quedarse sin respiración. Pensó para si misma que lo que le había dicho Caro podía ser mentira, no puede haber tanta casualidad que el día que llega la hermana buscandola a ella, el le escriba un mensaje para que le explique que pasó. Colocó una mano sobre su vientre, sonrío mientras le hablaba a su pequeña pancita…

Dulce: Mi amor tu crees que debamos darle una oportunidad a papá de explicarnos porque su respuesta… No quiero que nada ni nadie te haga daño, yo estaré para cuidarte siempre y si para hacerlo debo tenerte alejado o alejada de el y su familia lo haré – en un acto impulsivo elimino el mensaje sin emitir respuesta alguna.

Teminó la noche, Dulce tomo sus cosas y salió rumbo a su departamento, necesitaba hablar con sus amigas de lo que había pasado la noche anterior, asistiría a la cita con la hermana de Chris pero no lo haría sola, lo haría en compañía de las que eran como sus hermanas. Rápido transcurrio la mañana, la pelirroja tomó una siesta y hacia el medio día despertó para alistarse y dirigirse al restaurante en el que se vería con Carolina. Al salir de la habitación Maite y Any ya estaban listas esperando por ella, no la dejarían sola ni un momento, si esa había sido la reacción de Chris no querían saber lo que la hermana tenia por decirle a su amiga.

Estaban ya en el restaurante, Maite se levantó al baño cuando Dulce vió a Caro entrar por la puerta, le hizo una seña discreta para que supiera en donde estaba ubicada a la que esta asintió y se acerco a la mesa.

Caro: Vaya, no pensé que fueras a traer escolta… - dijo en un tono con algo de disgusto-

Dulce: No es escolta es mi mejor amiga y está aqui para comprobar todo lo que tengo que decir, porque tu hermano no es una pera en dulce.

Caro: Al parecer por mas amor que se juraron nunca conociste a mi  Chris – hablo decepcionada- La versión tuya que mi hermano me había vendido era totalmente diferente, una chica sencilla, amorosa, la mejor mujer  que podía encontrar para el.

Dulce: Y lo era …

Any: - Interrumpiendo a Dulce- Pretendes acaso que mi Dul siga siendo la misma que era luego de la manera en que tu hermano se lavó las manos cuando ella llamo a hablarle del embarazo.

Caro: Con eso me confirmas que si es de mi hermano?

Maite: -Acercandose a la mesa- Mi Caro querida, como estas primita? – preguntó para bajar un poco la tensión que había en el ambiente-

Caro: - Levantandose del asiento para darle un abrazo a su prima- Mai, que haces tu aquí, me da mucha alegría verte – dijo mientras daba un par de besos en las mejillas a Maite.

Maite: La alegría también es mía, lastima que nuestro reencuentro sea en estas circunstancias. Vengo con Dulce, trabajamos juntas en el hotel y todo lo que pasó con Chris me tiene muy desconcertada.

Caro: Entonces no es una escolta sino dos? – dijo mirando a su prima como un mal tercio en la conversación para luego reír al ver las expresiones de las chicas con su comentario – Pero entonces tu bebé si es de mi hermano? – preguntó nuevamente hablandole a Dulce a lo que ella no pudo responder por un mareo leve que tuvo-

Maite: Si Caro, este bebé – tocando el vientre de Dul – Es fruto del hermoso amor que ellos dos se tienen, pero mi primo es un patán yo misma escuche los recados que le mandó a Dulce cuando ella quiso hacérselo saber.

Caro no podía creer lo que estaba escuchando, como era posible que su hermano fuera capaz de decir lo que dijo con la noticia que supuestamente había recibido. Sintió quedar sin argumentos con cada palabra que decían las chicas, le narraban una versión de su hermano que ni ella misma reconocía. Solamente quiso hacer una última pregunta.

Caro: No te gustaría hablar de nuevo con el, no se, yo puedo ser intermediaria – pregunto con temor a la respuesta-

Dulce: La verdad ya escuche lo suficiente de parte de el, te agradezco el venir hasta aquí para intentar convencerme pero mi respuesta es no, no quiero que le digas nada respecto al tema por favor, el ya tomo su decisión y yo también tome la mia por mi y por mi bebé. Eres demasiado amable y buena persona, confío en que respetaras mi petición.

Caro con la cabeza baja y bastante decepcionada de lo que le habían dicho las chicas además de hacerse a la idea que su sobrino no tendría el apellido de su hermano decidió retirarse del restaurante, no sin antes dar un fuerte abrazo a Dulce, a su prima y por supuesto a Any. Sin mas que hacer en México llegaría al hotel a hacer sus maletas y llamar a la aerolínea para buscar el vuelo mas próximo y regresar con Paty.

Las chicas se retiraron también a su departamento, al llegar dejaron sus bolsos sobre el sofá, la pelirroja se dirigió pronto a su habitación, sus amigas quedaron en la sala mirándose, no había necesidad de hablar, la expresión en los ojos de la rubia y la pelinegra eran mas que suficientes para demostrar lo que estaban sintiendo, les apenaba ver la situación de su amiga. El encuentro con Caro fue muy diferente a lo que esperaban, pensaron que tomaría alguna vía legal para obligarla a hablar con Chris sobre su embarazo o exigir los derechos que su hermano tenia sobre el bebé.

Dulce entró a su habitación, limpió su rostro, se cambió de ropa y se dispuso a acostarse en la cama pero sentía un nudo en la garganta, quería pensar que Chris no era la persona que había roto su corazón y sus ilusiones de esa manera, pero rápidamente su mente viajaba al instante en que recibió la razón de palabras de Javier, ni siquiera había tenido la delicadeza de hablarlo el mismo, tuvo que acudir a sus amigos para deshacerse del “paquete”, que bajo había caído aquel extranjero que le profeso el más puro de los amores. Lagrimas rodaron por sus mejillas al recordar aquel amargo momento, no quería exponerse nuevamente a ser la burla de un hombre, seria mejor dejar las cosas como estaban, tal vez en un futuro lo buscaría nuevamente, sabía que en algún momento de la vida de su bebé iba a aparecer esa pregunta que tanto rondaba su cabeza… Y quien es mi papá?... A lo que ella se sentía en la obligación moral de presentarlos, pero mejor no se desgastaría pensando en ello, viviría cada día con sus afanes, las cosas que deban suceder ya Dios las tiene escritas en el destino de todos desde mucho antes de nacer. Con amor poso su mano sobre su vientre y apoyo su cabeza en la almohada quedando profundamente dormida.

No es para tanto, solo para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora