Capitulo 7

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Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro. Las imágenes no me pertenecen y los créditos van a sus creadores.

¿Cuántos días llevaba en el mismo sitio? ¿Desde cuando no lograba liberarse de esas malditas cadenas invisibles que aprisionaban su espíritu? Hinata no lo sabía, lo único que había estado haciendo desde su regreso, era funcionar como un robot sin voluntad y sin emociones.

Los momentos a solas se habían terminado por completo, dado que Obito se encargó de contratar personal para que se ocuparan de sus necesidades, como también las de la casa, así que cuando él no estaba, alguien la vigilaba de cerca.

En ese momento se encontraba sentada en una de las sillas del comedor con la comida frente a ella, misma que no le apetecía probar, sin embargo, tampoco es que tuviera opción, dado que si no lo hacía, la misma cocinera se encargaba de alimentarla. Ellas no la trataban mal, por el contrario, prefería estar con esas dos mujeres de edad avanzada que estar con su marido.

—¡Vamos niña!—la anciana llamada Ima, había permanecido con los Uchihas durante décadas y llegó a casa de Hinata por recomendación de Mikoto. Ella era la encargada de su cuidado, mientras la otra fémina de nombre Kaede, se ocupa de la limpieza y demás labores—Debes comer un poco, de lo contrario, tu recuperación será mas larga—apenas escuchó lo dicho y se apresuró abrir la boca, ya estaba harta de permanecer callada mientras esas tres mujeres hacían y deshacían con ella como les venia en gana, especialmente Mito, quien simplemente se tomó la atribución de contratar a un estilista de cabello rubio, con la única intención de cambiarle la apariencia, pues según sus palabras, Hinata era simple e insípida.

Ima evitaba dejarla por mucho tiempo frente al espejo, dado que se ponía muy ansiosa y no era para menos, ella apenas se reconocía. Mechones dorados sustituyeron sus hermosos mechones negros azulados. Las exóticas orbes perladas, eran escondidas por unas de color azul. Lo único bueno, fue la intervención de Mikoto, justo en el momento en que pensaban cortarle el cabello. Ella se negó rotundamente y añadió que el tinte tenía remedio, en caso de no agradarle, pero el corte no.

Según la ojiperla, llevaba semanas inclusive meses viviendo así, no obstante, apenas tenia dos semanas de haber regresado

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Según la ojiperla, llevaba semanas inclusive meses viviendo así, no obstante, apenas tenia dos semanas de haber regresado. En las noches pensaba sobre lo sucedido y siempre llegaba a lo mismo ¿que sentido tenía continuar viviendo? De todos modos era una prisionera. No tenía motivos que le animaran a continuar y la pérdida del bebé la tenía en ese círculo.

Un psiquiatra la fue a ver casi a diario y sólo le prescribió unos medicamentos, luego de informar que su estado se debía a la pérdida del bebé. Lo único bueno para ella, era que los medicamentos la hacían dormir durante horas y así lograba desconectarse de la oscura y solitaria vida que llevaba.

—Lo terminaste justo a tiempo para que Obito lo vea—Ima sonrió mientras que la inquietud de Hinata aumentaba, al escuchar el murmullo de voces afuera de la casa. El azabache tenía días de haber salido del país a realizar unos negocios y para su mala suerte, ya había regresado. Estaba segura que él se había llevado a Rin, lo cual aún le dolía. Aunque la admiración y el respeto que sentía por él se esfumaron, todavía lo amaba, no pudiendo evitar el dolor de saberse engañada.

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