Capitulo 9

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Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

—¡Que brillé la llama de la juventud!—El castaño de ojos color perla giró en dirección a su mejor amigo y colega llamado Rock Lee. Neji Hyuga y el optimista joven, salían de un ajetreado día de trabajo en el hospital ubicado en Los Ángeles California. Ambos chicos eran originarios de Japón, pero estudiaron la carrera médica en los Estados Unidos, dónde se conocieron durante el primer año de su estancia. La intención de ambos era regresar a su patria apenas terminarán la carrera, no obstante, tuvieron que quedarse mas tiempo a laborar en ese país. Para Rock Lee, no fue un gran problema, mientras que para Neji fue todo un conflicto, dado que le urgía regresar al lado de su prima, a quien prometió ayudar apenas tuviera oportunidad. Esa mañana ambos colegas se reunieron con los representantes del hospital para hablar sobre el traslado a Japón, sin embargo, de nuevo Neji recibió otro duro golpe, puesto que le pidieron quedarse por tres meses mas.

—Lamentó mucho no poder compartir tu optimismo, pero a mí me urge regresar a Konoha. Tengo mucho tiempo sin saber nada sobre Hinata... ni Ko, ni yo, logramos comunicarnos con ella, es como sí hubiera cambiado de número telefónico, incluso cuando trató de realizar una búsqueda, no aparece su nombre. Esto no me da buena espina, se que ella me necesita y me siento frustrado por no poder estar cerca—el Hyuga sabía como era la ojiperla. El silencio que la rodeaba lo tenía al límite de sus nervios y como si las cosas no pudieran empeorar, su tío se negaba hablar sobre el asunto, pero lo que realmente lo alteró, fueron los rumores en torno a la supuesta muerte del esposo de Hinata. Al no obtener información de nadie, hizo una búsqueda por internet y encontró la noticia, no obstante, era muy poca la información y no se hablaba nada sobre su prima.

—Se que esto no es un consuelo, pero si no hay malas noticias sobre ella, hay esperanza de que esté bien—efectivamente, eso no era un consuelo y lo único que deseaba era apresurar el tiempo. Luego de la fecha límite para quedarse en el hospital, nada ni nadie, lo retendría en ese país. Tenía muchos pendientes en Konoha y ahora que él podía tomar sus propias decisiones, no dejaría que nadie volviera a decidir sobre su vida. Hiashi Hyuga tenía mucho que explicarle sobre el desentendimiento que tuvo con su propia hija. Sabía que su tío no se sentía apegado con su única hija, pero de igual manera, tenía el deber moral de mantenerla a salvo, por lo menos hasta que ella pudiera valerse por si misma ¿como podía ser tan cruel para seguir su vida pretendiendo que ella no existía? Hinata sólo quería un poco de cariño y Hiashi no sólo no se lo dio, sino que se encargó de alejar a quienes si se lo ofrecieron, dejándola en completa soledad, incluso le quitó la probabilidad de seguir los pasos de su madre, dejándola con muy pocas cosas para no caer en depresión.

—No lo se, siento algo aquí—se llevó la mano al pecho, acto que sorprendió a su compañero, pues Neji nunca mostraba tener sentimientos tan fuertes por nadie—es como si ella me necesitara con urgencia—el peli-negro no conocía a la chica, sin embargo, su amigo siempre hablaba de ella y de su deseo de ayudarla, no obstante, en ese momento, Neji mostró mucho mas de su apego fraternal.

—¿Y que hay de su mejor amiga... Shion, así dijiste que se llamaba.

—La ultima vez que hablé con ella, se había mudado a Francia, pero al igual que yo, tampoco conseguía comunicarse con Hinata—Ko y su esposa estaban al borde de la locura, ellos la querían como a una hija y se sentían atados de brazos y manos. Shion, también se escuchaba preocupada y él en el otro lado del mundo, no podía ayudar en nada.

—No te preocupes, me pondré en contacto con quien fue mi tutor y le pediré mover sus influencias. No te garantizo que regresemos mañana mismo, pero sin duda, cuando mi sensei escuche tu historia, hará hasta lo imposible por reducir el tiempo a la mitad, así no serán tres meses, sino uno y medio, o quizás menos—Neji lo miró con esperanza, conocía al mentor de Lee, el cual era la inspiración en el aspecto físico y determinado de su amigo, por lo tanto, el mayor podía conseguir siempre lo que se proponía, si rendirse.

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