Los personajes de Naruto no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
—Mamá ¿que te sucedió?—preguntó con preocupación la pequeña hija de la pelirroja—¿Necesitas que te traiga otra bota?—la fémina se veía furiosa.
—No sucede nada—respondió molesta. Había estado segura de que su escurridizo marido se hallaba con esa mocosa y al no encontrarlo, luego de ser atacada por ese maldito animal, su humor empeoró.
—Pero mamá, tu bota está destrozada y son nuevas—lamentablemente para la pequeña niña, la pelirroja desquitó su frustración con ella.
—TE DIJE QUE NO ES NADA, ASI QUE YA NO MOLESTES—le gritó como muchas veces lo había hecho. Siendo totalmente opuesta a ambos progenitores, la niña se asustó e inevitablemente dejó caer las lágrimas. Mito no le presto atención y continuó su camino hacia su habitación.
—No llores, Aiko yo siempre estaré a tu lado—Dai, el hijo de Izuna se apresuró a consolarla, después de todo, él había escuchado y queriendo a la niña como si fuera su hermana, no dudó en darle apoyo.
—Siempre parece estar molesta conmigo, es como si no me quisiera—Aiko se limpió el rostro con el pañuelo que le dio su primo—ni siquiera recuerdo que alguna vez me haya dicho "te quiero" en cambio papá, él me lo dice cada vez que me mira.
—El tío Madara es muy bueno contigo y con casi con toda la familia, es como Itachi y la tía Mikoto—repuso Dai haciendo sonreír a la niña. Era cierto, su padre era prácticamente su héroe y solamente podía ser igualado por Mikoto e Itachi—Si tan sólo, Hina y Byakugan se hubieran quedado aquí—Aiko suspiró recordando a la hermosa chica que cocinaba para ellos y a quien le tomaron mucho cariño, no obstante, después de su partida, ya no volvieron a verla y cuando la mencionaba, su madre se ponía furiosa.
—Me encantaría volver a verla—añadió la niña.
—¿A quien te encantaría volver a ver princesa?—Madara llegó y los abrazó a ambos desde atrás. Los niños no se habían percatado de su presencia y se sobresaltaron cuando escucharon la pregunta.
—A Hina—respondió Aiko tratando de no mostrar sus ojos húmedos. Sabía que si su padre se enteraba que lloró a causa de su madre, ambos volverían a discutir como lo habían estado haciendo casi a diario—Dai y yo, la extrañamos mucho a ella y a Byakugan.
—Supongo que todos la extrañamos—Madara sonrió y apretó el abrazo a los dos pequeños, sin llegar a ser brusco, especialmente con su hija.
—No todos tío—repuso Dai—mi madre, la tía Mito y la tía Samui, dicen estar felices desde que ella se marchó—el mayor suspiro—supongo que no les gustaba subir de peso con la galletas que nos preparaba Hina... aunque cuando se los preguntó, sólo me piden que no hable de ella—Madara le sonrió a su amado sobrino, le pareció tan tierna su inocencia y optó por distraerlos.
—¿Que les parece si los invito a comer fuera? Podemos ir al restaurante que más les gusté—tal como lo imaginó, ambos niños asintieron felices—Bien, entonces vamos, yo mismo le avisaré a tú padre, quizás quiera unirse a nosotros mas tarde—los tres avanzaron hacia la salida.
—¿A donde los llevas?—Madara rodó los ojos al escuchar a su esposa—Llevó mucho tiempo buscándote y ahora que llegas, te vuelves a ir... necesito hablar contigo y no pienso esperar—el mayor sintió como el agarre de los niños se hizo mas fuerte sobre sus manos.
—Llevaré los niños a comer y cuando regrese hablaremos sobre tu urgencia por encontrarme, después de todo, no debe tratarse de algo importante—soltó el azabache continuando su plan y enfureciendo a la fémina.

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Acorralada
FanficErróneamente creyó que si corría de los problemas, lograría liberarse de ellos ¿Pero que pasa cuando los problemas corren mas rápido y logran alcanzarte? Ella podía explicar a quienes le preguntaran, pues sus malas decisiones terminaron dañando a pe...