Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
—¿Vas a salir otra vez?—Hinata creyó que Obito se quedaría con ella para ir juntos a la clínica donde se realizaría un chequeo. La morena se hallaba ansiosa, ya que llevaban varios meses sin protección y no conseguían un embarazo. En la otra ciudad se revisó, sin embargo, no obtuvo los resultados, pues Obito también debía ir y por motivos de trabajo no logró hacerlo.
—Madara me pidió acompañarlo a realizar unos deberes ¿porque lo preguntas? ¿Necesitas algo muñeca?—como si sus cuerpos de atrajeran, se acercó a ella y la rodeó de la cintura.
—Bueno... yo quería que fuéramos a la clínica, la que ya había mencionado—el Uchiha sonrió y la beso en el cuello.
—Ya quedé con él, pero te prometo que mañana iremos juntos sin falta y haremos hasta lo imposible por concebir a nuestro bebé—jugueteando con ella la levantó, después de palparle el vientre. Ellos se encontraban en el jardín disfrutando de la bonita mañana, no obstante, Obito no desaprovechaba ningún momento para tenerla y ella no se resistía a su seducción.
—Ob-Obito... aquí no...—el azabache la incito para que ella lo rodeara de la cintura con las piernas y una vez lo logró, se sentó en una de las sillas—ahhh—sin demora y sin escucharla, comenzó a meter sus grandes manos por abajo de la blusa accediendo a los senos. La ojiluna se rindió y echó la cabeza hacia atrás permitiéndose disfrutar.
—¡Me enloqueces muñeca! Eres lo mejor que le ha pasado a mi vida—la joven sonrió y correspondió a las apasionadas caricias, mismas que prendieron fuego en ambos. El varón estaba por levantar la falda de Hinata cuando escucharon un carraspeo. La pareja se había dejado llevar y se olvidó del tiempo, Madara estuvo esperando, e Izuna se unió a él. Llamaron a la puerta en repetidas ocasiones y al no obtener respuesta, optaron por llamar al celular, obteniendo el mismo resultado. Los hermanos pensaron que quizás le surgió algo y se marchó. De pronto escucharon ruidos provenientes del jardín, sin embargo, no esperaban encontrarse con semejante escena.
—Lamentó la interrupción, pero ya vamos tardé—la morena se levantó tan rápido que se enredó con su falda y terminó cayendo sobre el verde pasto. Obito evitó reír y de inmediato se puso de pie yendo en su ayuda.
—¡Muñeca! ¿Estás Bien?—la levantó sin esfuerzo y continuó evitando reírse debido a la extrema timidez de su pequeña.
—¡Obito...!—lo reprendió escondiendo su rostro para no mirar los rostros de los dos espectadores. Los hermanos no lograron ver más que el acalorado momento y la ropa mal acomodada de la Hyuga, sin embargo, para el mayor de ellos, bastó para avivar la sensación que ella le despertó desde que la miró por primera vez. En ese momento, deseó estar en el lugar de Obito y ser él quien ocasionará los gemidos que ella había comenzado a dar mientras se rendía a las caricias del hombre con la suerte de tenerla.
—Esperen... en seguida regresó—Obito cargo con su esposa hasta la casa, de lo contrario, ella no iba a moverse debido a la vergüenza.
—Vaya—soltó Izuna mirando el lugar por que se fueron—¿Que te pasa?—inquirió al mirar la rígida postura de su hermano.
—Lo siento, perdí la noción del tiempo—Obito regresó sonriendo y aún sonrojado, evitando que el mayor de los hermanos tuviera que responder.
—No te preocupes—Madara trató de restarle importancia, en busca de disimular las múltiples sensaciones que salieron a flote—se ve que aún disfrutan mucho de su matrimonio—agregó mientras subían al auto de Izuna.
—Así es... Hinata me ha hecho dependiente de ella y desde que la tengo conmigo, no consigo alejarme de su lado más que por pocos días—los hermanos lo miraron con asombro puesto que ese no parecía Obito.

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Acorralada
FanficErróneamente creyó que si corría de los problemas, lograría liberarse de ellos ¿Pero que pasa cuando los problemas corren mas rápido y logran alcanzarte? Ella podía explicar a quienes le preguntaran, pues sus malas decisiones terminaron dañando a pe...