Capitulo 17

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Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo sólo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.


¿Donde está el tío Madara?—Sasuke llegó a casa del azabache mayor y le preguntó a uno de los guardias. El chico logró recolectar la información que le pidieron y moría por mostrarle a Madara lo que encontró. Sólo lamentaba no haber podido encargarse de ellos con sus propias manos, esos imbeciles lamentarían haberse metido con los Uchiha.

—En este momento, el señor está hablando con la señora Mito y ella pidió que nadie los interrumpiera—Sasuke puso los ojos en blanco, esa bruja seguramente le estaba montando una clásica escena de celos y no le quedaría mas remedio que esperar a que terminara.

—Díganle que estuve aquí—el guardia asintió y Sasuke se fue para reunirse con el resto de su familia. Conociendo a Madara como lo conocía, era seguro que esa misma noche se encargaría de ellos.

...

Mientras tanto, Madara se masajeaba las cienes, Mito lo estaba volviendo loco y no sabía cuanto tiempo mas podría soportarla.

—No me has respondido ¿con quien demonios pasaste la noche?—cuestionó perdiendo la paciencia.

—Con alguien que no me moleste como me molestas tú, mi querida esposa—soltó con sarcasmo y sonrió al verla mas molesta.

—Sigues tras esa maldita mocosa ¿no es cierto? Continúas empeñado en tener a la Hyuga—de nuevo se molestó ante el descarado gesto del azabache.

—No se en que te basas para hacer tal afirmación.

—Será porque la estuviste visitando anteriormente—respondió ella, notando la sorpresa en el rostro de su marido, no obstante, inmediatamente se recompuso.

—Ella es una de nosotros, es la viuda de Obito, lo mas normal es que yo quiera asegurarme de su bienestar ¿no crees?—le preocupó que quisiera hacer algo en contra de Hinata, no debió ser tan descuidado.

—Eres un cretino... No olvides lo que te haré si compruebo que estás con ella—se acercó a él con la intención de tocarlo, pero él le apartó la mano con brusquedad. La verdad era, que desde que se percató del trato que Mito le daba a su hija, el azabache ya no sentía ni siquiera respeto por ella. Estaba en busca de desmantelar las supuestas pruebas que tenía en su contra y una vez que lo hiciera, se desharía de ella.

—Si, si, si, ya lo has dicho y yo también ya dije que entre ella y yo, no hay nada, así que deja de portarte como una demente y no me hagas perder el tiempo. Hay mucho de lo que debo ocuparme en vez de estar aquí contigo—se dio la vuelta para marcharse pero volvió a verla—y la próxima vez que no duerma aquí, no te preocupes querida, lo mas seguro es que este en brazos de mi nueva amante—Mito lanzó un florero y él lo esquivó sin problemas. Salió de la habitación y suspiró, no tenía nueva amante, sólo pasó la noche con una rubia que encontró en el bar, pero fue sólo sexo de una noche. La única a la que quería tener permanentemente era a Hinata, ella lo había embrujado y no hacía mas que pensarla.

—Señor, su sobrino Sasuke, estuvo aquí y me pidió que se lo dijéramos—él asintió y se fue en busca suya. Si lo había ido a buscar en su casa, debía tratarse de algo importante.

—Al fin llegas ¿todo bien?—cuestionó Izuna al momento de verlo entrar en el lugar donde se reunieron para hablar sobre la investigación.

—Hmph—gruñó molestó por la discusión con Mito y todos entendieron que no había sido bueno—Me estuviste buscando... esperó que se trate de algo bueno—se dirigió a Sasuke y esté le dirigió una media sonrisa.

—Bastante bueno—el chico le arrojó los papeles y la expresión del azabache al mando cambió por completo.

—¡Vaya vaya!—sonrió con malicia—Aparentemente tendremos entretenimiento nocturno.

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