-Universo alterno-
¡Sálvense quien pueda, ahora no juegan voleibol sino que hacen magia!
Serie de historias que siguen la vida de los diferentes personajes de Haikyuu en sus años en Hogwarts mientras se enamoran. Entre magia, pociones, besos, celos...
N/A: Lo se, ha pasado un tiempo. No me odien JAJA Me disculpo con este capitulo, corto pero algo es algo.
Por cierto, ya he decidido que pareja se establecerá primero. Feliz lectura.
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Yahaba nunca fue un gran amante de los días nevados, o del frio en general, los paisajes pintados de blanco, las tonalidades opacas y los suaves vientos de invierno no le alegraban como a la mayoría de estudiantes. Prefería el verano, la piel bronceada y las gotas de sudor acumulándose en su frente después de una corta caminata, él creía que eso era lo ideal.
Pero nadie lo culparía por preferir el calor antes que el frio, no después de saber la razón de esto. De niño, cuando los primeros días de noviembre se asomaban y pequeños copos de nieve caían del cielo, sufrió de fuertes resfriados que lo dejaban en cama por varios días, nada grave pero igual resultaba molesto para un niño de siete años tener que guardar reposo cuando lo único que quería era salir con sus amigos a jugar.
A medida fue creciendo tuvo que aprender a combatir el frío.
— Amigo, solo estamos a dieseis grados, ¿Es necesario ese gran abrigo?— eran cerca de la diez de la mañana y la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas que Hufflepuff y Gryffindor compartían había terminado. El clima a las afueras del castillo era agradable, fresco y de una temperatura agradable, pero Yahaba no se arriesgaría.
—Totalmente— respondió.
— Mira, se perfectamente cómo te pones cuando inicia noviembre pero no cojeras un resfriado con esta temperatura, es más, me preocupa que te de un golpe de calor— insistió Ennoshita.
— ¿Bromeas, cierto? Esta heladísimo.
— Yahaba, está a una temperatura normal— habló Inuoka mientras se tocaba su frente— Si, está un poco fresco pero tampoco es para tanto. Podrías haberte puesto una bufanda y todo estaría bien.
— Si, no era necesario que te metieras en ese gran abrigo. Pareces una oruga— continuo Fukunaga. El pequeño grupo de Hufflepuffs caminaba de regreso al castillo, todos temían que en algún momento su amigo se desmayara.
— Si, es completamente necesario. Prefiero prevenir antes que lamentar, de todas maneras yo seré él que se enferme, no ustedes.
— Bien, Señor Odio el Frio, pero cuando sufras de un golpe de calor ninguno de nosotros te cargara hacia la enfermería.
Yahaba rodeo sus ojos y se encogió de hombros.
— Por cierto, Ennoshita olvide preguntas como ibas con Tanaka, ¿Hay avances? —Fukunaga preguntó volviendo a ver a su compañero con una sonrisa traviesa.
El pelinegro se sonrojo y llevó sus manos a su cara— Prefiero evitar ese tema.
— Amigo, llevas mucho tiempo cocinando eso y no veo que logres nada.
