-Universo alterno-
¡Sálvense quien pueda, ahora no juegan voleibol sino que hacen magia!
Serie de historias que siguen la vida de los diferentes personajes de Haikyuu en sus años en Hogwarts mientras se enamoran. Entre magia, pociones, besos, celos...
N/A: Perdón por mi larga ausencia, he pasado en cama por mas de una semana debido a que estaba enferma. Lo peor es que he estado llena de inspiración pero mi pésima salud me impedía escribir:(. Hubo varias peticiones de un capitulo AsaNoya y aquí esta, aunque no es lo que tenia en mente espero les guste el resultado.
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Yu Nishinoya era el clásico estereotipo de como Gryffindor se comportaba. Tiene un profundo resentimiento con los Slytherins, es excesivamente competitivo, su nivel de coraje roza al borde de la imprudencia y es un eterno amante de las aventuras.
Su corta estatura no le impide ir tras todo eso que le impresiona o propone. En su primer año se obsesionó con la idea de ser un cultivador de plantas carnívoras come hombres logrando ser vetado de los invernaderos del castillo, en su segundo año persiguió hasta el cansancio uno de los puestos de cazadores en el equipo de quidditch de su Casa, en tercer año quería ser el mejor fabricante de pociones del mundo mágico y no fue hasta que el profesor de posiciones, Norimune Korosu, le dio su examen y vio un Desastroso como calificación que se dio cuenta que ese era un sueño perdido.
Ahora estaba en cuarto año y tenía una nueva meta en mente. Dragones, la crianza de dragones, específicamente.
Todo comenzó con un comentario de Atsumu Miya en el comedor a finales de tercer año, jactándose de que su varita tenía como núcleo fibras de corazón de dragón. Luego fue una expresión sarcástica de Suna Rintaro, en el expreso de Hogwarts, comparando a Nishinoya con el excremento de dragón, ese comentario sarcástico termino en una pelea en medio del tren que iba a toda marcha. Después fue la conversación que Nishinoya escuchó entre Mika Yamaka y Yukie Shiroruku acerca del nuevo abrigo de piel de dragón que esta última había conseguido en su cumpleaños.
Hubo muchas otras cosas que pudieron ir avivando el interese de Nishinoya por los dragones pero su punto de quiebre fue cuando Yamamoto le contó acerca un estudiante de quinto año que era el primer hijo de una de las mejores familias criadoras de dragones en toda Asia.
Nishinoya estaba extasiado, ni siquiera sabía que ese tipo de trabajo podía existir, era exactamente lo que quería hacer ¿Qué podía ser mejor que criar a una de las criaturas más peligrosas del mundo mágico? ¿Qué era mejor que la adrenalina en tu cuerpo al tener que enfrentar día con día una muerte segura?
Bueno, el Hufflepuff, Azumane Asahi podía nombrar cientos de cosas que eran mejores a pasar cada uno de sus días en medio de gigantescos reptiles alados y con aliento de fuego. Muy pocas personas sabían sobre su familia; no es que le avergonzara o algo por el estilo, no, simplemente nadie le creía cuando lo mencionaba. Al parecer era demasiado cobarde y asustadizo como para pertenecer a una familia que cría bestias monstruosas como trabajo.
Por lo que cualquiera que estuviera en el lugar de Asahi se hubiera sorprendido cuando un energético Gryffindor lo interceptó en su camino a la sala común de Hufflepuff para pedirle, o más bien exigirle, que le enseñara a criar dragones.
