-Universo alterno-
¡Sálvense quien pueda, ahora no juegan voleibol sino que hacen magia!
Serie de historias que siguen la vida de los diferentes personajes de Haikyuu en sus años en Hogwarts mientras se enamoran. Entre magia, pociones, besos, celos...
N/A: Habra dos actualizaciones el día de ahora (¿Maratón?), muchas gracias a todos por sus votos, la verdad no esperaba el apoyo que esta teniendo la historia y eso me hace tan feliz uwu. Ahora procedamos al necesario capitulo SemiShira.
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—Lo...—el vómito fue directamente al escusado— voy a...— vomitó una vez más— voy a matar al maldito de Semi— más arcadas y vómito, la escena no era nada agradable: Shirabu estaba sentado en el suelo frente a un retrete en los baños del tercer piso del castillo, su cabello estaba despeinado y su flequillo estaba empapado en sudor, su cara estaba totalmente pálida como signo de pasar vomitando su almuerzo los últimos quince minutos.
— ¡Shirabu, aquí! ¡Aquí!— un chico alto entro corriendo a los baños mostrando una pequeña pastilla en su mano derecha— tienes que comer este lado para que pare el vómito.
Sin decir nada y todavía en el suelo arrebato la pastilla de la mano de su amigo y mordió el lado que le había señalado antes que volviera a sentir nauseas. Respiró profundamente sintiendo como todo el malestar que sentía iba disminuyendo, jaló la cadena del baño para que el desastre que salió de su cuerpo se fuera y cuando por fin se relajó se animó a hablar:
—Gracias, Taichi pero... ¿Qué mierdas son estas cosas?— mostró la otra mitad de la pastilla que no se comió.
— ¿No lo sabes?— ante la obvia mirada que le dio el chico tendido en el suelo continuó— Son pastillas vomitivas, las vende Tanaka de nuestro año, en realidad venden varios artículos para hacer bromas. Creo su hermana comenzó con todo esto cuando estudiaba y ahora el sigue el negocio en su nombre.
— ¿Pastillas vomitivas? Parece alguien se está quedando sin ideas— declaró divertido mientras analizaba cuidadosamente las pastilla.
— ¿Ustedes dos no van a dejar esto nunca?— Taichi le extendió su mano y Shirabu la tomó a la vez que negaba con su cabeza, cuando se puso de pie se sintió un poco mareado y tuvo que apoyarse en su amigo para evitar tropezar— Vamos a las cocinas necesitas comer algo, creo que vomitaste hasta tu estómago.
Shirabu podía negarse y decirle que prefería ir a clases pero ambos eran lo suficientemente inteligentes para saber que no era cierto, su estómago, que minutos antes estaba rechazando todo tipo de comida dentro de él, ahora exigía a gritos cualquier clase de alimento.
— ¿Te vengaras?—su guía a las cocinas lo interrogó.
—Por supuesto— dijo como lo más obvio del mundo, porque para él era lo más obvio del mundo. Eita Semi no podía darle pastillas vomitivas y no sufrir las consecuencias— Dices que Tanaka vende estas cosas ¿No es así?
—Sí, pero también Nishinoya, el chico de baja estatura que siempre anda con él.
—Entonces será hora de ir de compras.
—Creí que solo ocupaban hechizos para molestarse entre sí— Taichi cuestionó.
—Eso fue hasta que ese idiota me diera esas estúpidas pastillas.
