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Tres días habían pasado. La ausencia de Mihye se hacía presente para varias personas.

Para Jake era uno, y esa ausencia era dolorosa y preocupante. Él le había mandado un mensaje a la chica hace un día pero ella todavía no le respondía, ni siquiera había visto el mensaje. Estaba preocupado pero por si acaso no desesperaba y esperaría otros dos días calmo hasta verla sana y salva.

También la sentía la señora mayor de la biblioteca a la que la pelirroja frecuentaba ir. Ella esperaba con ansias que la puerta del lugar se abra para poder ver a la feliz y tímida Mihye levantar el libro que había tomado prestado y estaba por devolver.

Cada uno tenía su forma de ver a Mihye.

Sunghoon se mantuvo en contacto con ella a cada minuto del día que podía. Los descansos en la cafetería los usaba para hablar con ella por mensaje, lo mismo antes de irse a dormir, nunca se olvidaba de darle las buenas noches.

Y para Heeseung estaba siendo un sufrimiento día y noche. Una parte de su cuerpo constantemente le pedía escucharla hablar, se había acostumbrado a su presencia. Mihye lo hacía sentir en casa.

— ¡Cinco, seis, siete y va!—un aplauso.

Las clases de baile de Heeseung eran un buen descargo de molestia, de cierta forma. No estaba enojado con Mihye, solo confundido de por qué no le respondía los mensajes. Las clases eran dadas por una profesora que se había recibido en la misma universidad que el chico estaba estudiando. De hecho ella lo había recomendado. La academia a la cuál iba no era tan conocida en la ciudad, pero el increíble talento de Heeseung logró conseguirle una media beca en dicha universidad.

Si no fuera por la profesora Jung, él no estaría ni siquiera aquí, tomando clases junto a sus compañeros y muy contento de tenerlos.

— ¡Bien! ¡Buena energía!—gritó Jung Minju; la profesora de un grupo de solo chicos de diferentes edades. — Hasta acá la clase de hoy. ¡A elongar, tomar agua y luego a casa!

Como Minju mandó, cada uno de ellos empezaron a estirar sus cuerpos hasta que doliera. Preferible que duela un poco en el momento y al día siguiente estar de diez. Heeseung mañana trabajaba ocho horas de corrido, debía estar con el cuerpo estable sino colapsaría.

— Jungwon.

El castaño levantó la vista del suelo y miró a Heeseung con ojos curiosos y su frente transpirada. Estaban ambos muy cansados.

— ¿Hm?

— Sal conmigo hoy.

— ¿Salir de salir o salir de venir a mi casa a vaciar mí refrigerador?—respondió Jungwon sarcástico. Heeseung rió y golpeó su hombro juguetón.

— Salir de salir, a un karaoke—Heeseung cerró sus ojos unos segundos cuando empezó a elongar el cuello. — Invita a quien quieras. Le diré a Jake y ahora le aviso a Beomgyu—Heeseung le echó una mirada al último nombrado, elongaba con sus auriculares puestos frente al espejo. — ¿Qué dices?

— Está bien. ¿A qué hora?

— Nueve en el de siempre.

— Hecho. Tal vez voy con Niki—se rascó la nuca pensando. Heeseung sonrió al escuchar el nombre del japonés.

— Niki me cae bien.

Luego de unos minutos de pura hidratación, Heeseung se despidió de los demás y salió de la academia directo a lo de Jake. Tenía suficiente ropa para darse una ducha y ponerse algo para salir.

My broo~—dijo el australiano apenas lo vio al chico en la puerta de su casa.

— Hola, Jaeyun.

— No me digas Jaeyun o te patearé. Y eso que la semana pasada empecé boxeo—Jake lo apuntó con un dedo y Heeseung alzó sus manos rindiéndose.

No fue hasta que se hicieron las ocho y media que los chicos salieron de la casa rumbo al karaoke caminando. Heeseung ansiaba desconectarse un poco de su teléfono. No lo dejaba de ver en todo el día esperando que suene y que sea Mihye. Se estaba volviendo loco. Por eso es que lo dejó en su bolso de entrenamiento que quedó en lo de Jake, no quería estar tan preocupado y fuera de sí, quería pasarla bien.

— ¡Beomgyu!—cuando Jake reconoció al chico que se acercó tranquilo a ambos, lo recibió con un abrazo. — Hace años no te veía.

— Hola, Jakeu—Beomgyu recibió a Jake con una sonrisa y luego saludó a Heeseung, quién sonrió al verlo. — Estoy listo para patearles el trasero en el karaoke. Hoy es noche internacional.

— ¿A qué te refieres?—preguntó Heeseung, confundido.

— A que solamente cantaremos en inglés.

— ¡Eso es injusto! ¡Jake es australiano!

— ¿Y?—Heeseung chocó el hombro de Beomgyu reprochándole y el otro sonrió ladinamente sin hacerle caso alguno.

Siguieron su camino hasta el karaoke. Jake le mandó un mensaje a Jungwon avisándole que ya estaban en el lugar y que lo esperarían en el cuarto número cinco. Segundo después de que los recién llegados cantaran una canción de Selena Gomez a todo volumen, muy dolidos y los dos coreanos errándoles a casi todas las palabras, llegó Jungwon. Y con tres sorpresas.

— ¡Vino por quien lloraban!—el japonés que Heeseung tenía tantas ganas de ver fue el primero en aparecer por la puerta.

Heeseung corrió a abrazarlo con pura felicidad y algunos gritos de por medio por parte de ambos. Pero algo en el pelinegro hizo un click cuando detrás de Niki no solo estaba Jungwon, sino que alguien mas.

— Tu eres Sunghoon ¿No?

— ¿Heeseung?—Sunghoon lo miraba sorprendido. — No sabía que eras amigo de Jungwon.

— Tampoco que tu lo conocías.

— De hecho,—se metió un tercero, saliendo por detrás. Sonreía de costado y parecía tener mucha confianza a la hora de hablar. — Yo soy el amigo de Jungwon y traje a Sunghoon conmigo. Un gusto, soy Jay.

Heeseung y él se saludaron con un golpe de manos. Jungwon rió al verlos saludarse por primera vez. Él siempre reía en esos momentos de silencios incómodos.

— Un gusto. Soy Beomgyu—Beomgyu se acercó a los recién llegados y saludó cordialmente. — Jake, ya mismo pones una de One Direction.

Media hora de puros gritos, risas, burlas y cantos. Hasta que el celular de Sunghoon sonó.

— Hola, Mihye. ¿Cómo estas, hermosa?—Sunghoon saliendo del lugar y cerrando la puerta detrás suyo con una sonrisa de oreja a oreja de escuchar a la pelirroja que tanto extrañaba.

Sin embargo, uno de todos los presentes se había quedado con esa escena grabada en su cabeza. Lee Heeseung se había puesto serio completamente, la frase de cinco palabras que Sunghoon había dicho se repetía veinte veces por segundo en su mente y se hizo miles de preguntas cuando se dio cuenta de lo que había sucedido.

¿Por qué lo llama a él y a mi no me responde? Está bien, es el amigo, pero me dijo que le gustaba. ¿Acaso me mintió? ¿Otra vez me van a mentir y a hacer lo mismo?

Heeseung estaba cansado de sufrir y salir lastimado en el intento de querer a alguien. Cuando finalmente creía haber encontrado a una persona con sentimientos sinceros ocurre esto. Parecía a propósito.

¿Mihye le había mentido?

FEELINGS ━━ lee heeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora