19

2.4K 248 90
                                    

Mihye se pasó la tarde leyendo el nuevo libro que había tomado prestado de la biblioteca hoy al mediodía. Le había dicho a Jungyeon, la mujer que siempre la atiende con una fresca sonrisa, que se lo devolvería hoy mismo porque tenía muchas ganas de leer y porque la misma chica sabía que era capaz de terminarlo en un par de horas.

Aunque hoy Mihye no podía leer todo de corrido. Hoy cocinaría algo dulce para comer mas tarde. Soojin llegaría temprano y Minhee no había ido a trabajar porque tuvo turno en el médico, él dormía en su cuarto. Ahora, por suerte, Mihye estaba sola haciendo la mezcla para un bizcocho de banana.

Una hora mas tarde sacó su bizcocho del horno, pudiendo seguir con la lectura del libro. Mihye se lanzó al sofá y comenzó a leer con el reflejo de una increíble luz solar, puesto que tenía las cortinas abiertas. Los días cálidos se acercaban cada vez mas.

A las cuatro y media llegó Soojin, con la energía en el cielo.

— Cociné algo, felicítame porque no lo quemé—comentó entusiasmada la pelirroja, mostrandole el bizcocho aún caliente que esperaba con ansias poder probar.

— Vaya. Te felicito por no incendiar el edificio, Mihye.

— Gracias.

Soojin se fue a dar una ducha y Mihye aprovechó y en esa media hora que Soojin se duchó, pudo terminar el libro. La chica suspiró, sintiendo un vacío dentro suyo ya que la lectura de hoy le había encantado y deseaba que el libro le perteneciera para poder leerlo cuando quisiera.

El bizcocho estaba rico por suerte. Cuando Minhee se despertó lo probó, también felicitó a Mihye por no provocar un incendio.

— ¡Mihye, chiquita!—gritaba Jungyeon sonriente acomodando su chaleco color lila. Mihye sonrió también dejando el libro en sus manos. — Cumpliste, wow. Eres de las pocas que logra devolver un libro en horas.

— Te creo—asintió. Se acercó un poco mas y le susurró. — Te traje un regalo.

Mihye le ofreción una porción de su bizcocho en un par de servilletas. Jungyeon se mostró sorprendida y ahogó un grito de felicidad. Se bajó de su silla giratoria y le apretujó las mejillas a la chica como a un bebé. Mihye largó una carcajada, sintiendo sus mejillas rojas y sufriendo.

— Iré a ver mas libros—con su dedo apuntó a los largos pasillos deshabitados; Jungyeon asintió casi devorando el bizcocho.

La verdad es que Mihye estaba saliendo de un bloqueo lector, el haberse leído el libro de hoy la había despertado de aquella agonía de no poder disfrutar lo que leía. Definitivamente se llevaría otro libro.

Con un libro nuevo en su mano, leyendo su contratapa, nada mas le bastaron dos segundos a la chica para reconocer esa voz que hablaba a lo lejos con Jungyeon alegremente.

Heeseung.

En cámara lenta Mihye volteó a verlo, con esperanzas de que él la notara y le diga que lo que había pasado hace una semana era todo mentira. Con esperanzas de que eso no haya sido mas que una broma de mal gusto o una pesadilla. La chica estaba muy enojada con él, pero no por cómo la había rechazado, sino por directamente cortar todo tipo de relación con ella cuando en verdad en algún momento pensó que ella significaba aunque sea una mínima cosa para él.

Y también porque él nunca quiso escuchar la versión de Mihye. De por qué no le mandó mensaje, por qué llamaba solamente a Sunghoon y por qué tenía tantas ganas de cachetearlo.

Mihye quería hacer las pases con Heeseung aunque eso cuente que tenga que olvidarlo y dejar ir los sentimientos mas puros que había sentido por nadie nunca. A veces había que hacer pequeños sacrificios, como Sunghoon lo estaba haciendo con Mihye.

FEELINGS ━━ lee heeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora