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Los momentos mas importantes en la vida son aquellos que te toman por sorpresa. Un día normal puedes estar haciendo tu rutina diaria, y al otro estar planeando cómo va a ser tu propia boda.

Creo que estamos acostumbrados a saber qué es lo que va a pasar, cuándo y cómo. A veces necesitamos un poco de espontaneidad para poder seguir, porque no siempre el camino va a tener su propia guía. Y eso es lo que nos da esta única vida que tenemos; una oportunidad para descubrir. Hay sube y bajas mientras llegamos a la cima, obvio que los hay, pero esos segundos de no estar bien hacen que los segundos en los que estamos en paz sean muchos mas valiosos.

El sol entraba por el ventanal del departamento, casi como todos estos días de primavera pasados. Era un clima perfecto para lo que hoy, un gran día y muy esperado, llevaba por delante. Habían planeado este día por meses y al fin estaba sucediendo.

Los que mas ansiaban que esto de una vez por todas este pasando eran los padres de la chica, que sin importar qué hicieron un viaje de doce horas para poder estar presentes.

Muchos nervios pasaban por ambos corazones y cuerpos. Se sentía en el ambiente, no solo para ellos sino para las personas que los rodeaban y que estaban siendo parte de esta nueva etapa en sus vidas.

Un vestido blanco, largo, al cuerpo, espalda al aire y con un final bastante largo. Su peinado era bellisimo, un semi-recogido, con ondas y algunas hebillas con decoraciones de diamantes muy brillosos que quedaban perfectos para sostener el velo.

Un traje color negro, sin corbata, camisa blanca y en el frente un bolsillo con una rosa roja. Un lindo detalle. Sus manos estaban algo inquietas y sus ojos esperaban por poder verla a ella de una vez por todas. Quería que este momento ocurra hace casi un año, y que hayan podido organizar todo en tal solo unos meses fue un milagro.

― ¿Estás nerviosa?―preguntó su hermana a la chica ya lista, que estaba por bajar del auto. Ésta sonreía sintiendo su corazón latir con rapidez.

― Estoy bien, intento no pensar mucho en que tal vez se arrepienta y muera sola, pero bien.

― Eres una idiota. Él te ama.

― Lo sé, lo sé. Mamá y papá no han dejado de llorar, casi me arruinan el maquillaje―ambas rieron.

Minutos después, ya ella sola, era hora de entrar al lugar donde se haría la fiesta y donde se casarían. Era un lugar muy bien decorado, al aire libre, con un camino que guiaba a la novia, sillas a la izquierda y a la derecha decoradas con una tela blanca, muchas flores blancas y rosas, petalos por el suelo.

Los invitados ya estaban sentados, muy ansiosos y el novio mucho mas. A cada rato acomodaba su camisa y cabello como si no estuvieran perfectos.

Apenas la música sonó, todos los invitados se levantaron y miraron hacía el final del pasillo. Ahí estaba ella, cubierta por el velo pero sintiendo su sonrisa por sobre cualquier cosa.

A penas estuvieron juntos unieron sus manos tan suavemente que se sintió el amor que se tenían el uno al otro. Solo basto ese leve tacto. Cuando el cura dio un par de palabras, que tuvieron que escuchar atentos. Hasta que la gran pregunta se hizo oír.

— Na Soo Jin, ¿acepta como esposo a Jeon Min Hee hasta que la muerte los separe?—preguntó mirando a la chica atento, como todos los demás. Soojin sonrió mirando a Minhee.

— Sí, acepto.

— Jeon Min Hee, ¿acepta como esposa a Na Soo Jin hasta que la muerte los separe?

— Sí, acepto.

— Ahora los declaro marido y mujer—risas, sonrisas, sentimiento de felicidad dentro suyo, eso era lo que se veía y sentía. — Puede besar a la novia.

FEELINGS ━━ lee heeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora