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— Me salvaste, Sunghoon, te debo una grande—ella lo abrazó, feliz de poder verlo antes de marcharse unos días.

— Lo sé, lo sé. Soy el mejor—Mihye rió asintiendo. — Supongo que ésta es la despedida temporal.

Estaban en la cafetería. Mihye se levantó bien temprano para poder saludar a Sunghoon y darle las gracias por suplantarla. En una hora ya arrancaba viaje, así que vino al trabajo a firmar unos papeles por sus vacaciones con el jefe y de paso a despedirse.

Chanhee ya estaba en su departamento ahora mismo y Heeseung dijo que llegaría en un rato. Así que la despedida con Sunghoon tenía que ser rápida si es que quería llegar a su departamento a tiempo y no enloquecer a Soojin.

— Sí. Pero estoy convencida que cinco días se pasarán volando. El viernes nos volveremos a ver—Sunghoon le sonrió a la chica, dándole la razón y esperando que sea así. Esta semana laboral sin las bromas y risas de Mihye será algo pesada.

— Y aunque Mihye se vaya—por detrás de ellos, sosteniendo una bandeja con una taza blanca vacía, apareción Somin, sonriente. — Me tienes a mi, Sunghoon-ssi.

— Oh wow, que alegría—respondió sarcástico. — Y no me digas Sunghoon-ssi—la apuntó con su dedo y Mihye soltó una risa viéndolos.

— Está bien, me voy, los dejo trabajar. ¡Adiós, Somin, nos vemos!—la chica le respondió con un saludo de mano desde lejos mientras limpiaba la mesa que acababan de desocupar. — Adiós, Hoon. Te estaré hablando por mensajes.

— Llamadas también.

— Hecho.

— Nos vemos.

Tan pronto como Mihye salió de la cafetería su celular comenzó a vibrar. Eran muchos mensajes de Soojin, que el primero marcaba un "Urgente". Rápido cuando terminó de leer lo que su hermana le había mandado comenzó a pedalear al departamento, desesperada y sonriente.

Cuando Sunghoon volvió a mirar hacia la calle desde adentro de la tienda, Mihye ya no estaba ahí. Incluso aunque segundos antes él la había visto sacar su celular y subirse a su bicicleta. Sunghoon esperaba que ella se de la vuelta y lo vuelva a saludar, pero solo él había vuelto a mirar hacia atrás.

"Urgente. Tu amorcito Heeseung acaba de llegar!!!🆘🆘"
"¿Le invito un café?"
"¿Él bebe café?"
"Ayuda, Mihye tonta, vuelve pronto"

Mihye manejó como si su vida dependiera de ello. Se sentía Toretto.

Ayer había vivido un momento muy lindo junto a Heeseung y estaba convencida que despedirse hoy iba a picar un poco. No aguantaría al viernes. Pero le ponía de muy buen humor saber que se iría de viaje estando cien veces mejor con Heeseung a como se había imaginado un par de días atrás. Le alegraba la mejora a su relación.

— Al fin llegas—le dijo Soojin, abriéndole la puerta.

Respirando entrecortada y con el corazón casi saliéndose por su garganta Mihye buscó a Heeseung con la mirada. Él estaba sentado en el sofá junto a Chanhee y Minhee riendo y mirando televisión, con una taza de café en frente suyo sobre la mesa de sala.

Él sonrió cuando sus ojos chocaron.

— Heeseung—habló ella primera, dejando su calzado en la entrada y acercándose al chico sonriendo. — Pudiste venir.

Heeseung se levantó del sofá, se acercó a ella y asintió.

— De hecho—se metió Chanhee. — yo le abrí la puerta, casi se va.

— Cuando llegué tu hermana y Minhee se habían ido a comprar al supermercado, tú no me contestabas las llamadas y cuando me estaba rindiendo apareció Chanhee—lo apuntó con su dedo y ambos chocaron puños.

Vaya había pasado fuera de casa cuarenta minutos y su mejor amigo y el chico que le gustaba se llevaban de maravilla. Que cosa de otro mundo los varones.

— No me llegaron tus llamadas, que raro.

— No importa, ya estoy aquí ahora.

Uf, el dolorcito de nervios y amor en el estómago otra vez.

Mihye se sentó en el sofá individual luego de charlar un rato con Heeseung y se sumó a las charlas sin sentido que los tres chicos estaban teniendo hace un rato sobre el programa que estaban viendo. Los últimos minutos antes de salir se la pasaron riendo. Fue una buena media hora.

Antes de que Heeseung se vaya ella le comentó que día volvería y que volvería en autobús junto a Chanhee. Ya que Soojin y Minhee se quedarían mas tiempo. El chico anotó toda la nueva información y luego de darle un abrazo a la pelirroja se despidió y se fue recitando un "nos vemos el viernes, Mihye".

— Me cae muy bien—le comentó Minhee a Mihye mientras ella lavaba las tazas usadas. Ella sonrió viéndolo. Minhee se encontraba de buen humor. — Es gracioso y fue el primero en reirse de mis chistes.

— Tus chistes no son gracioso.

— Ese es el punto. Ese chico es de oro, y está aprobado por mi.

— Cómo digas, Busan.

— A tus órdenes.

Mas tarde Mihye fue a su cuarto y guardó algunos accesorios y cargó un poco su celular para el viaje. Que aunque no era muy lejos, sería algo tedioso teniendo en cuenta que en la ruta no hay señal. Al menos algunas canciones descargadas podrías escuchar y si se aburria, lo tenía a su mejor amigo.

— Le gustas—dijo Chanhee, yendo al cuarto de Mihye y lanzandose a la cama bien hecha apenas entraron. Mihye se tiró a su lado frunciendo el ceño confundida.

— ¿Tú crees?—lo miró dudando y luego volvió la vista al techo. — Me dijo que siente varias cosas pero no suficientes como para estar en una relación conmigo o como para decirnos te quiero ¿Se entiende? O así lo interpreté yo.

Chanhee asintió.

— Todo a su tiempo. Por lo menos lo está intentando y se notan sus ganas.

— Lo sé y lo aprecio. Aunque, mi romance adolescente tendrá que esperar cinco días más—suspiró.

— Mucho de adolescente no tiene. El año que viene cumples veinte, Nami.

Mihye le lanzó un cojín al rostro, quejándose de lo que el chico había dicho.

— Y recuerda, si te vuelve a romper el corazón te haces lesbiana—ella quiso volver a golpearlo pero Chanhee la abrazó con mucha fuerza inmovilizandola mientras se reia. — ¡Chiste, chiste! ¡Te quierooo!

— ¡Pedazo de cara de nalga! ¡Sueltame!—se quejó molesta.

— ¡Vamos, niños! ¡El auto ya está listo!—Soojin apareció por el pasillo usando unos anteojos de sol y su pelo recogido en un moño desordenado. Minhee usaba su celular caminando detrás de ella.

— ¡Ya va! Gruñona—se quejó la menor, logrando hacer reír al su amigo al lado suyo.

— ¡Te escuchamos!—gritaron al unísono la pareja.

Diez minutos mas tarde estaban los cuatro en el estacionamiento del edificio guardando sus bolsos y maletas en el baúl para al fin partir. Mihye ansiaba llegar de una vez y recién iban saliendo. Extrañaba demasiado a sus abuelos, llevaba ahorrando tres meses para este viajecito así que estaba muy emocionada.

— Déjame el lado donde no da el sol—pidió Mihye haciendo puchero. Chanhee cedió dudando un poco. — Gracias, Chanie.

— De nada. Ahora déjame tu hombro para echarme una siesta.

— Trato hecho.

FEELINGS ━━ lee heeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora