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— Park Sunghoon.

— No estoy.

— ¡Sí estás!—el chico intento huir pero fui mas inteligente y le cerré el paso con los brazos extendidos. — Hablemos.

— Mejor no lo hagamos.

— ¡Sunghoon! Esa noche dijiste muchas cosas, ahora tal vez no hablemos pero durante el día sí, ¿entendido?—lo apunté con un dedo amenazante y esperé por su aprobación, porque una parte de mí sentía que él de hecho moría por hablarme sobre aquél día.

— Hm, está bien—asintió y luego corrió mi brazo como si nada y huyó de mi lado, yendo a limpiar una de las mesas libres en la zona de afuera.

Suspiré. No sabía como pero iba a lograr entablar una conversación cordial con él.

Hoy la cafetería estaba un cuarenta porciento llena, había poca gente. Mi trabajo hoy era preparar los cafés, Somin atendía y Sunghoon limpiaba y si todo se ponía alocado y la cantidad de gente aumentaba, Sunghoon vendría a ayudarme. Esa podría ser una buena oportunidad.

Nuestra cafetería es otra de las tantas que escriben los nombres de las personas en sus pedidos, a menos que no sea algo descartable no lo hacemos. Hoy, cuando Somin me dio un pedido debía escribir el nombre Jay y se me hizo tan conocido, algo me decía que ese nombre ya lo conocía.

— ¡Jay!—grité cuando ya tuve el café en mis manos. Él estaba casi frente a mi así que levantó la mano y se acercó. Entonces de repente recordé que él era el roomie de Sunghoon.

— Gracias.

— Acaso tu...—salí de detrás de la barra y me pare frente a él sin incomodar. Jay me miraba atento y algo confundido. — ¿eres el amigo de Sunghoon?

— Oh era eso, me asusté por un momento, y sí, lo soy—él sonrió y yo al instante le brindé una reverencia en modo de saludo, que él devolvió. — ¿Y acaso puede que tu seas Na Mihye?

No pude evitar demostrar que me sorprendió que sepa mi nombre.

— Sí soy yo. ¿Cómo lo sabes?—fruncí el ceño.

— Pues, Sunghoon habla todo el tiempo de...

— ¡Jaaaaay, heeeey, mi gran amigo y compañero!—Sunghoon apareció de la nada, abrazó al chico por detrás y le tapó la boca fuertemente. — ¿No tienes asiento aún? Ven, Jayjay, te llevaré a la mesa mas alejada de alguien llamada Mihye. Vamos.

— ¡Eso no quiere decir que no hablaremos!—le grité al pelinegro, el hizo un ademán con su mano y salió a afuera por la puerta principal, empujando a Jay hasta exactamente la mesa mas alejada.

Minutos mas tarde de vuelta estaba todo muy tranquilo. Empecé una conversación con Somin sobre un programa que nos gusta a ambas y me di cuenta lo increíble que es la chica para hablar con las personas. Pocas veces teníamos este tipo de charlas y hoy que al fin se dio la oportunidad pude conocer un poco mas sobre Somin.

— Hola, bienvenidos, ¿qué van a pedir?—escuché como Somin atendía a dos chicos que recién habían llegado. Yo ojeaba mis uñas de espalda a los recién llegados para recibir el pedido y comenzar con los cafés. — Dos pedidos de lo mismo, Mihye.

Somin me dio el papel del recibo y preparé todo como debía, el café estaba listo. Cuando leí los nombres en el papel casi me baja la presión. Me quedé helada ahora haciendo de mí oído mas sensible para intentar confirmar que eran ese par de chicos que tan bien conocía.

— Después de tomar el café aquí quiero ir a patinar sobre hielo, ¿Qué dices?—hubo un corto silencio y luego un aplauso que no hizo mucho ruido. — ¡Lets gaurr!

Y sí que lo eran. Lo confirmé con esa última expresión en su tono australiano tan presente. Como pude, muy nerviosa, escribí el nombre Jake mas una carita feliz y luego Heeseung con otra carita feliz porque aún no estoy lo suficientemente preparada mentalmente para dibujarle un corazón.

Volteé con los cafés y efectivamente ahí estaban ambos conversando.

— ¡Mihye!—gritó Jake apenas notó que la de los cafés era yo. Lo único que pude hacer fue sonreír. — Cierto que trabajabas aquí, lo había olvidado.

— Hola, Jake—gire mi vista hacia el segundo. — hola a ti también, Heeseung.

El chico tan rápido como dije su nombre sonrió y dejó al aire su perfecta y bellísima hilera de dientes. Algo en mi se salió de lugar, creo que tengo el corazón en la garganta.

— Hola, Mihye—dijo en un tono tan suave que me sorprendió lo lindo que eso salió de sus labios.

— Yo te dije que algún día iba a venir—Jake interrumpió de golpe, cortando con la mirada que no le podía sacar de encima al mayor. — Y obvio no tenía que venir solo, por eso lo traje a Heeseung.

Y te lo voy a agradecer toda mi vida Jake. Si no me gustara tu amigo ya te hubiera besado en agradecimiento.

— Gracias por haber venido, no creo que haya sido por mi pero el café me sale rico así que—fui demasiado sincera. Dios. — Aunque a mi compañero Sunghoon le salen mejor, a veces.

Ellos rieron. Agradezco que se lo hayan tomado con gracia.

— Entonces tendremos que volver y probar el café que prepara Sunghoon para saber cual es mejor—dijo Heeseung. Yo me quedé quieta y luego asentí riendo levemente.

— Los dejo ir a sentarse, cualquier cosa que necesiten me preguntan a mi o alguno de mis otros dos compañeros, ¿okay?—mis palabras salían un poco entrecortadas. Ellos asintieron y luego respondieron al unísono un "si~" muy tierno, antes de dar una reverencia en agradecimiento que devolví. Les sonreí una última vez y dejé que se fueran.

Un poco mas obvia no podía ser de como Heeseung me hacía sentir, lo nerviosa que me ponía y lo mal que hacía coordinar mi cabeza y mi boca. Hablaba sin pensar en esos momentos. Que suerte que los hombres no toman esas pequeñas indirectas de nuestras actitudes sino él ya se hubiera dado cuenta.

— Veo que uno de esos dos te gusta—pegué un pequeño grito cuando escuché una voz atrás mío. Volteé lentamente aún asustada, era Sunghoon. — Eres tan obvia, Mihye.

— Espera. ¿Cómo te diste cuenta?—casi tartamudeo de lo sorprendida que me dejó que haya dicho eso. Él se paró al lado mío y se apoyo en la barra, yo lo miraba atenta.

— Ellos no pudieron ver como jugabas con tus manos en tu espalda luego de entregarles sus cafés. Deberías ser consciente de los que haces por fuera, en vez de lo que charlas en el momento—Sunghoon largó una risa cruzándose de brazos. Yo golpee su brazo juguetonamente y reí también negando.

— Créeme ni siquiera me acuerdo que fue lo que dije—mordí mi labio inferior, llevándome las manos a la cara. Me pasé las yemas de los dedos por mis ojos para despabilarme un poco. Heeseung estaba en la cafetería, me va a llevar un tiempo volver a concentrarme. — ¿Tu amigo Jay ya se fue?

— Sí. Técnicamente lo eché.

— Así que le hablaste de mi eh—choqué mi hombro con el suyo para burlarme de él.

— Así que a mi me sale mejor el café que a ti eh—Sunghoon copió mi acción y yo abrí mis ojos y labios sorprendida. Golpee su mano con la palma de la mía, él se quejó. — ¡Yo no lo dije, fuiste tu!

— ¡Cállate, Park!

FEELINGS ━━ lee heeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora