FEELINGS ━━ lee heeseung

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— ¿Heeseung? ¿Pasó algo?—un dormilón Jungwon atendió la llamada entrante de su amigo, a las cuatro de la madrugada.

— Hola, Jungwon, soy Mihye—y una inocente Mihye rio un poco nerviosa luego de darse cuenta que había despertado al pobre chico. — Lo siento por despertarte, lo que pasó es que hoy salí con Heeseung, pero él bebió de mas y...

— Adivino, tiene tanto alcohol en sangre que no puede ni dictar su propia dirección—Jungwon largó una risa cuando escuchó en el fondo de la llamada a Heeseung cantando la canción de Gangnam Style.

— Exacto—Mihye rio también viendo al pelinegro intentar bailar la coreografía en el medio del parque en el que, con mucha fuerza de voluntad y también física, Mihye logró alcanzar a Heeseung desde la discoteca en donde estaban a pocas cuadras.

Jungwon le pasó la dirección a Mihye. Ella se volvió a disculpar, él le dijo que no había problema y le deseó suerte.

Heeseung se acercó a Mihye, quien estaba intentando llamar a un auto para que puedan ir a su casa. Mihye recordó que los padres del chico estaban en Seúl por lo que su plan era dejar a Heeseung en su casa e irse, pero apenas puso un pie adentro del lugar con Heeseung rodeando todo su cuerpo y notando lo mal que estaba decidió quedarse. Solo por si acaso.

Mihye dejó a Heeseung en su cama. Le quito el calzado antes y lo obligó a tomarse un buen vaso de agua para que mañana no se levante peor de a como lo imaginaba. Por último lo tapó y dejó un beso en su frente. La chica dormiría en el sofá.

"Estoy bien. Duermo en lo de Heeseung. Besos" mandó rápido el mensaje a Soojin antes de dormirse en el suave sofá de la sala de estar. Mihye admitía que le tomó mucho tiempo conciliar el sueño, primero, porque era casa ajena y siempre se demora bastante si no es su departamento, segundo, por la cantidad de cosas y momentos vividos en una sola noche. Fue abrumador en el buen sentido. Mihye recordó el beso una vez mas y luego por fin se durmió con una sonrisa en su rostro.

Bastante de golpe cerca de las cinco pasadas de la mañana Heeseung se despertó. Abrió un ojo y se vio desparramado por toda su cama. Por un momento pensó ¿Qué hago aquí? Y millones de preguntas se le pasaron por la cabeza. El primer pensamiento fue Mihye. Rápido buscó con su mirada su celular en la leve oscuridad, ya que el sol aparecia ligeramente por su ventana. No lo encontró así que se levantó y salió corriendo de su cuarto.

El miedo que sintió en su cuerpo desapareció y por un momento se volvió a sentir calmado, feliz y enamorado. Sonrió viendo a Mihye durmiendo hecha una bolita en su sofá color crema. Sin hacer mucho ruido, Heeseung se sentó a lado de ella y quitó algunos cabellos de su rostro. La chica dormía tan plácidamente que ni con el roce de los dedos de Heeseung se despertó.

No se despertó hasta que sintió que la levantaron en el aire. Mihye se aferró a lo primero que sintió cerca, y eso fue el pelinegro. Rodeó su cuello ante el miedo de caer y lo inesperado que ese acto había sido para la pelirroja.

— Lo siento—Heeseung volvió a sonreír, esta vez plantó un beso en la frente de Mihye, que aún estaba algo confundida. — Vuelve a dormir, Hye.

— ¿A dónde vamos?—preguntó ella, aflojando su agarre y dejándo caer su cabeza sobre el cuello del chico, al mismo tiempo que cerraba sus ojos.

— A un lugar más cómodo.

La dejó suavemente sobre la cama, la tapó y volvió a rozar su mejilla muy dulcemente con sus nudillos. Mihye disfrutó del tacto. Cuando volvió a abrir los ojos Heeseung le estaba dando la espalda, se estaba yendo del cuarto.

— Heeseung—dijo ella estirandose y tomando la mano del pelinegro con toda la fuerza del mundo. — No te vayas.

Heeseung no dijo nada, volteó a mirarla y hasta en la misma oscuridad pudo notar las ganas de que él vaya y se acueste con ella. Obvio que Heeseung cedió y se recostó a su lado. Ella se abrazó a él y dejó su sabeza sobre el pecho del chico, mientras que el pelinegro la envolvió y acariciaba suavemente el brazo de Mihye.

— ¿Hee?

— ¿Mhm?—Heeseung tenía los ojos cerrados, pero igual respondió con interés.

— ¿Lo que dijiste en el bar era verdad o lo dijiste porque estabas borracho?

El chico supo al toque a qué se refería Mihye, pero como sabía que hablar de estas cosas la ponía nerviosa decidió darle un par de vueltas.

— Dije muchas cosas en el bar, Hye, sé especifica—Heeseung pudo escuchar como ella largaba un bufido que le dio mucha ternura. El pelinegro largó una risita y plantó un beso en su mejilla que Mihye aceptó gustosa.

— Ya sabes... El "te quiero." ¿Fue sincero?

— Ay, princesa—Heeseung la atrajo mas a su cuerpo y ella cerró sus ojos de la vergüenza. — Claro que fue sincero. No lo diría por decir, lo digo porque es lo que siento. Admito que me costó darme cuenta de mis sentimientos mas sinceros hacia ti, pero ahora que estoy seguro no me arrepiento de nada, y jamás me arrepentiré de decirte que te quiero, Mihye. Por mas que en diez años ya no hablemos, o en dos semanas me odies, o en cinco años quedemos como amigos siempre te voy a querer. Va a ser de distinta manera en esos tres ejemplos, pero eso no cambia el hecho de que siempre serás tú la que motiva mis ganas de sentirme así y no retractarme al hacerlo.

El pecho de Mihye subía y bajaba de emoción, tenía muchas ganas de llorar de lo feliz que esas palabras le habían hecho. Heeseung notó como ella se quedó en silencio y se movió un poco para verla, una lágrima salada caía por su mejilla.

— ¿Estás llorando?

— Es que nunca me han dicho algo tan lindo—soltó de repente con sus voz media quebrada. Heeseung sonrió viéndola limpiarse rápidamente las lágrimas que le seguían cayendo por sus mejillas. Él la abrazo con mucha mas fuerza y dejó un beso corto en sus labios.

— Mi maricona favorita.

Ambos rieron levemente al unísono.

— Duerme lindo, mi princesa.

Heeseung plantó un último beso en la comisura de los labios de Mihye y luego los dos cayeron en los brazos de morfeo, abrazados y respirando plácidamente. La noche perfecta.