16

2.2K 265 76
                                    

— ¡Chanhee, sácame una foto!—Mihye se apoyó sobre el barandal y posó sonriente con el mar detrás suyo. Escuchó el click y se volvió a acercar a su amigo para ver el resultado; que fue muy lindo. — No puedo creer que haya perdido mi celular en este viaje.

— Admitelo, eres muy despistada.

— Lo admito—suspiró. — Tampoco puedo creer que sea nuestro último día.

— Digo lo mismo. Extrañaré las comidas de tu abuela—Chanhee hizo puchero.

— Concuerdo.

Cuando volvieron a la casa distintos platillos que se veían exquisitos decoraban la pequeña mesa del comedor. Soojin celebró con aplausos que los demás le siguieron. A pesar de que Soojin y Minhee se quedarían un tiempo mas para deleitar las ricas cenas de su abuela, disfrutarían ésta como si también fuera su última.

Luego de comer el celular de Chanhee sonó aturdidamente desde la sala de estar. Mihye salió corriendo a atender luego de ver la hora, sabía que era Sunghoon porque siempre se llamaban al mismo horario. Sí, Mihye habia extraviado su celular y el único teléfono que se acordaba de memoria era el de Sunghoon. Ella lo usaba como paloma mensajera para mandarle saludos a Somin y, si es que el pelinegro se lo cruzaba, llegó a pedirle que le mande saludos a Heeseung.

Que raramente nunca fueron dados.

Mihye estaba emocionada de volver a Namyangju ya que, aunque suene raro, extrañaba un poco el trabajo y el aroma riquísimo a café que la cafetería tenía todos los días. Extrañaba su ambiente y a sus compañeros. Además que tenía otros planes que concluir, y eso incluía a Heeseung como principal.

— ¡Hoon!—ella dijo su nombre muy entusiasmada cuando atendió al chico luego de unos segundos.

— Mihyee, holaaa—exclamó Sunghoon largando una pequeña risita. El chico sonaba muy feliz, demasiado.

A lo lejos de la llamada se escuchaba música, muchas risas y voces, pero ninguna se le hizo conocida a Mihye.

— ¿Sunghoon?—frunció el ceño al darse cuenta que estaba en una fiesta. — ¿Estás borracho?

— ¡Nooo!—un silencio y largó una carcajada. — Sí.

— Me di cuenta, al menos esta vez no me llamaste Mihae—Mihye rió negando, sin poder creer que Sunghoon tenga la capacidad de beber tanto cuando recién eran las nueve y media de la noche. — ¿No crees que es muy temprano?

— No lo ess, no hay hora exacta para divertirsee—Sunghoon arrastraba algunas palabras. Aunque se escuchaba divertido, Mihye comenzó a preocuparse un poco. — ¡Oh cierto! ¿A que no sabes con quien estoy?

— ¿Con quién?—la pelirroja suspiró tranquila de saber que no estaba solo. Esperaba que Sunghoon diga Jay o Somin y así empezar a jugar a adivinar la persona con un borracho.

— Lee Heeseung.

Su corazón acelerándose de repente hizo que Mihye se sienta rebalsaba por dentro. En estos siete días tuvo tantas ganas de hablar con Heeseung, pero ni la contraseña de su propio Instagram se acordaba ella con su memoria de pez como para avisarle de su situación. Tan solo deseaba que Sunghoon le haya explicado y no se preocupe o se moleste con ella.

— ¿Qué haces con Heeseung?

— Somos amigos ahora—en realidad no lo eran, pero el pobre chico a este punto no diferenciaba entre amistad y a alguien que conoces de vista. — Él es amigo de Jay y yo de Jungwon. Ah no, al revés. Yo soy amigo de Jungwon y él de Jay—pasaron otros segundos de silencio. — Espera, creo que lo dije mal.

FEELINGS ━━ lee heeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora