❝Eʀᴏs❞✓
•Eros (Cupido entre los romanos), que simboliza el deseo sensual, es el dios griego responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo, venerado también como un dios de la fertilidad.
[Lector/a por personaje]
«Lᴏ ᴜɴɪᴄᴏ ǫᴜᴇ ɴᴇᴄᴇsɪᴛᴏ ᴘᴀʀᴀ s...
—Cambie varias cosas, pero espero y les guste<3 Si me hizo falta corregir algo, pueden comentarlo si es que les molesta, gracias. Y perdón por los comentarios que se borraron :(
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Ver siempre su forma de hablar o tratar a sus hermanas le encantaba. Su paciencia de bedrock, tan irrompible como si de Minecraft se tratara, al igual que la facilidad para explicarles las algo cuando no entendían hasta la más mínima cosa, simplemente le maravillaba su manera de entenderse.
Al principio, cuando quería formalizar por fin su relación, le llego a preocupar mucho el cómo reaccionarán sus hermanas, ellas eran su prioridad en cualquier momento, y si es que ellas no se sintieran cómodas en algún ambiente, él tendría que ver de inmediato en el cómo cambiar eso que no les pareciera. Y aunque le duela, no podía arriesgar la relación con sus hermanos por algo que no estaba seguro de que sería para siempre. En ese momento sus hermanas eran su mayor prioridad. Algo que claramente ella entendía, pues primero siempre tendrían que estar sus hermanas antes de un noviazgo universitario.
Aunque eso no significara que quitaría el que siempre procurará por ella. El simple hecho de ordenar sus tiempos y momentos con cada uno de ellas demostraba su manera de comprometerse en su relación, pues el que ninguna de las tres se sintiera ignorada o pensaran que no eran tan importante, era su mayor preocupación.
Pero últimamente las cosas se le comenzaban a complicar, el separar sus tiempos y seguir siendo productivo en otros ambientes lo traían de tin a marin. Sin descanso alguno.
Los meses pasaban y las cosas empeoraban, no tenía ni la menor idea de que hacer. La intriga del “que podría pasar” lo iba consumiendo, llegando a acudir a sus amigos o madre, en busca de un consejo. Teniendo siempre la misma respuesta “preséntalas” ¿Por qué carajos se le complicaba tanto? ¿Por qué era tan difícil hacer algo que parecía pan comido?, ni él lo sabía. El amor era tan complicado. O simplemente a él le gustaba complicarse todo. No lo sabremos.
En fin, un sábado por la mañana se encontraba hablando con su pareja, acordando de quedar esa tarde para poder salir, pues debido a una serie de proyectos en los que ambos se encontraban, el tiempo que tenían para compartir se había reducido considerablemente, y querían compensarlo con una agradable salida.
La tarde al fin había llegado y ya no veía la hora en la que fuera el momento de ver su bonita cara y besar esos hermosos y jugosos labios.
Ya se estaba más que preparado, solo faltaba esperar a que su madre llegara del trabajo para poder dejar a Luna y Mana en compañía, pues si bien ambas ya tenían entre 10 y 14 años, no quería dejarlas solas cuando cualquier desconocido podría venir a tocar la puerta de entrada. No, no, en definitiva, no lo permitiría.
