❝Eʀᴏs❞✓
•Eros (Cupido entre los romanos), que simboliza el deseo sensual, es el dios griego responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo, venerado también como un dios de la fertilidad.
[Lector/a por personaje]
«Lᴏ ᴜɴɪᴄᴏ ǫᴜᴇ ɴᴇᴄᴇsɪᴛᴏ ᴘᴀʀᴀ s...
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彡★Ran +18 leve//
Sin duda no se esperaba ver a su novia entrar por la puerta de su cuarto con un pequeño pastel de choco-flan en mano.
Hoy cumplía 21 años, y pensaba pasarlo como todo sus cumpleaños anteriores; su hermano, él, comida chatarra, y algo de alcohol.
Pero grande fue su sorpresa al ver a la linda chica entrar a su cuarto con ese delicioso postre, cantando una repetitiva y nada creativa canción de cumpleaños.
—Feliz cumpleaños chico lindo —mencionó la joven una vez ya había terminado de cantar.
—Qué linda sorpresa.
—Me alegro de que te gustará —dejo el pastel de lada en la mesa de noche, sentándose a ahorcadas en él para besar lentamente sus labios.
En esos momentos no le importaba en lo más mínimo el sabor de recién levantado de su pareja. Era su cumpleaños, podía aguantarlo.
Él siguió el beso más que gustoso. Sabía a la perfección que a ella no le gustaba el sabor u olor de su boca en estos momentos. Y apreciaba que lo dejara pasar solo por hoy.
No estaba dispuesto a aguantar el besarla, o sea, si se lo pidiera lo haría, pero el punto es que disfrutaba el beso.
El beso de a poco subía de intensidad, poniendo un ambiente candente a su alrededor. Ni hablar de la erección mañanera que el chico normalmente solía tener.
Un ambiente perfecto para una “pequeña” roda de sexo mañanero.
Mismo ambiente que fue desvaneciendo una vez que la chica se separó y dio una pequeña risa. Él la miró confundido, nunca se había negado o apartado cuando se trataba de algo como eso. Ni siquiera cuando tenía clases ese mismo día.
—Me gustaría hacerlo, de verdad, pero tu hermano está abajo e iremos a desayunar, así que alístate —iba a reprocharle, pero al momento de verla casi salir de su habitación, una idea se le pasó por la cabeza.
—¿Te bañas conmigo?—se acercó de poco hasta rodearla por la cintura, estando de espaldas, colocando su mentón en el hombro de la contraria.
