❝Eʀᴏs❞✓
•Eros (Cupido entre los romanos), que simboliza el deseo sensual, es el dios griego responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo, venerado también como un dios de la fertilidad.
[Lector/a por personaje]
«Lᴏ ᴜɴɪᴄᴏ ǫᴜᴇ ɴᴇᴄᴇsɪᴛᴏ ᴘᴀʀᴀ s...
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Me encanta la forma en la que se ve de lejos, sus piernas largas, su cadera ancha, aquel busto algo pronunciado y ese trasero desquiciadamente sexi.
Muchos piensas que es un bicho raro, una prostituta, una mujer que se regalaría para solo una noche, tan idiota es la gente a su alrededor que no la tratan como la dama que es, y la ven como si de una chica promiscua se tratase.
Para ser sinceros, yo al principio solo la pude ver en mi cama, con apenas un poco de ropa y en una escena tan jodidamente caliente.
Aun así, respeto a la mujer que es, o por lo menos fuera de las sabanas, porque sin dudas las ganas de tratarla como si de una zorra se tratase no me faltan cada vez que le veo.
Mis palabras son contradictorias, en cada pensamiento es diferente, pues me molesta que entre los chicos del bar la vean como una "puta", pero yo solo tengo ganas de follarle la boca mientras la declaró como mi zorra. Y espero que, si en un futuro suceda algo, no le moleste el denigrarla un poco en el acto sexual.
Y no sé, tal vez si lo desea, aunque mi orgullo caiga, por tenerla arriba montándome, dejo que me diga lo que se le venga en gana.
Pero en parte, sé que le gusta, y no me refiero precisamente al los comentarios de la gente a su alrededor, sino a la atención. Atención que le prestan a cada una de sus curvas. Atención que le prestan a esa mirada tan sensual. Atención que se lleva de muchos por eso corto vestido que apenas y logra tapar aquellos grandes glúteos tan redondos.
Carajo, cada parte de ella me tiene tan malditamente hipnotizado, que sería un pecado apartar la vista de esa preciosa mujer.
Quiero que me dé la oportunidad de hablar con ella, que me deje decirle una cosa o dos.
«Tengo un vicio de chicas como tú, pero lo curioso, es que nunca había encontrado a alguien tan jodidamente atractiva como lo eres tú».
Quisiera saber más acerca de personas como tú, pero al hablar de ello, solo ser de ti de quien hablamos. Quiero saber como eres, tu nombre y tu forma de pensar, tus miedos y tu fantasía, dame el placer de conocerte.
Y si me lo permites, me gustaría pasar un tiempo contigo, mi mano, tus labios, mi cabeza, tu agarre. Pero no me quiero adelantar, primero quiero conocerte.
Sin embargo, si nos ponemos más atrevidos, y las presentaciones no son de tu agrado, no necesito tu nombre. Desde que te vi pasar por aquella puerta me hiciste sentir mareado.
Soy libre de ocuparme y espero solo para estar contra tu cuerpo, piel contra piel derramando calor en alguna habitación de hotel, pero si eso no es de tu gusto, mi hogar te espera con las puertas abiertas, solo espero tener el mismo trato.
Creo que no necesito enseñarte sobre las aves y las abejas, carajo solo ve al grano, por favor.
Si no me permites conocerte y solo me quieres para un momento de noche, te puedo jurar que no querré tu amor. Carajo, solo quiero tu noche.
Así que dejemos de perder el tiempo, disfrutemos la oración y pasemos bien el momento, tal vez no necesite tu nombre, pero permíteme tomar tu cuerpo.
Me excitas con tu aspecto, tus juegos son tan crueles, deja de morder tan jodidamente caliente tu labio. Tus ojos me seducen.
Eres el tipo de chica censurada en los libros de texto, yo soy el fuego y tu el combustible, todo de ti me calienta.
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En la parte superior de tu lengua, se siente tan mal, pero a la vez es tan jodidamente satisfactorio. Aunque, mierda, en lo profundo de tu garganta se siente tan bien, me haces temblar, y sé que yo igual lo hago.
Porque el toque de mis dedos en tu interior es tan húmedo, y la mirada que me das es de tanto placer que solo me invitan a ir más rápido.
Al fin y al cabo, al terminar la noche, no necesite tu nombre, tampoco tu amor, no logre conocerte. Si no que... Mierda, me entregaste una de tus noches, una sumamente especial. Y te agradezco por darme algo de tu tiempo.
Al despertar a la mañana siguiente, solo en aquella habitación de hotel, únicamente pude prestarle atención a aquel papel rayando en la mesa de noche. No me importo lo demás, mucho menos que mi teléfono llevaba tiempo sonando.
No podía concentrarme en otra cosa que en ese momento no parecía importarme.
El parar de leer aquella nota me era imposible, tu nota. Sin dudas ansío poder conocerte.
+00 000********* Mi nombre lo puedes descubrir después. Si te interesa llámame.
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●❯────────────────❮● Como decía mi abuela: "Vamos a meterle el muñequito a la rosca." ●❯────────────────❮●
