❝Eʀᴏs❞✓
•Eros (Cupido entre los romanos), que simboliza el deseo sensual, es el dios griego responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo, venerado también como un dios de la fertilidad.
[Lector/a por personaje]
«Lᴏ ᴜɴɪᴄᴏ ǫᴜᴇ ɴᴇᴄᴇsɪᴛᴏ ᴘᴀʀᴀ s...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El día de hoy había sido molesto y completamente agotador, sin hablar del duro entrenamiento que tuvo hace unas horas, dejando de lado el pesado ejercicio que realizó, el haber fallado varios pases la habían frustrado hasta el cansancio.
En definitiva, hoy no era su día y quisiera haberlo finalizado de una mejor manera que con una comida recalentada, mirando a un punto fijo al lado de la nota de su padre diciendo que saldría algo más tarde del hospital. Hubiera preferido cenar con su compañía a sola, ¿pero qué se le iba a hacer? No es como si pudiera hacer mucho a decir verdad. Él trabajaba en un hospital como médico general y sus horarios ahí eran ridículos, y tampoco podía pasar tiempo con su madre. No tenía.
Así que resignada, una vez ya había acabado su comida, subió a su recámara, adentrándose al baño para tomar una refrescante ducha después del agotador día que tuvo. Se soltó el cabello deshaciendo la coleta alta que traía hace unos segundos y empezó a cepillarlo.
Su cabello no era muy largo, por mucho le llegaba unos centímetros debajo de los hombros, aún así, los enredos que se creaban eran duros de deshacer, por lo ello, una cepillada antes y después de bañarse no le iba mal.
Tomó un algodón del cajón del lavamanos y coloco un poco de desmaquillante, retirando en suaves toques el rimel de sus pestañas y la ligera capa de color que había puesto en sus cejas. Lavo su rostro y lo seco en cortos golpecitos para posteriormente comenzar a retirar su ropa y quedar en bragas frente al espejo.
Tenía un buen cuerpo, no había de que quejarse, buenos senos; algo grandes y con una forma perfecta para su edad, su abdomen era marcado gracias al deporte que hacía, y ni hablar de lo fantástico que se ve a juego con sus sensuales piernas y gruesos muslos. Todo ella se veía sensacional.
Se quedó viendo unos momentos más al espejo para luego dirigirse a la ducha y encender la llave para empezar a regularla. Se deshizo de sus bragas y entro por completo, relajándose ante el tacto del agua por su cuerpo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
