❝Eʀᴏs❞✓
•Eros (Cupido entre los romanos), que simboliza el deseo sensual, es el dios griego responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo, venerado también como un dios de la fertilidad.
[Lector/a por personaje]
«Lᴏ ᴜɴɪᴄᴏ ǫᴜᴇ ɴᴇᴄᴇsɪᴛᴏ ᴘᴀʀᴀ s...
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El sol calaba algo pesado, la pequeña brisa de primavera compensaba la fuerte temperatura que rodeaba toda el área. Ana, se encontraba paseando por las calles en compañía de la linda mascota de su pareja "Pochi" un bonito perro que no hacía más que mover su colita y lamer su rostro cada que podía. Era asqueroso y a la vez lindo. Le encantaba.
Hoy Haruki le pidió de favor si es que podría sacar a pasear un rato al lindo afgano que tenía como compañero, sabía que si lo dejaba por mucho tiempo en casa podría entrarle ganas de defecar y terminaría manchando algo. Definitivamente, el joven Hayashida no quería hacerse cargo de limpiar eso luego. En fin, no se pudo negar y terminó dando un paseo.
Estaba esperando a que Pochi terminará de hacer sus necesidades mientras veía su teléfono y contestaba algunos mensajes de su hermano, cuando de repente sintió un jalón en su correa que la hizo voltear por un momento su rostro al afgano, pensó que era Pochi avisándole que había terminado con lo que estaba, ya que esta era su manera de avisar que tenía que limpiar él desperdició, eso hasta que levanto la mirada y se encontró con la imagen de Haruki en la otra acera con un grupo de chicos. Estaba montado en su motocicleta apoyando su codo en el manubrio y su mentón en este, su espalda recta y su mirada aburrida. Para su punto de vista lucia demasiado sexi.
Ana decidió no acercarse, no conocía a los amigos de su novio y prefería evitar algún momento incómodo, así que, aguantando las ganas de salir corriendo y plantarle un abrazo, dirigió su vista de nuevo al teléfono y prefirió distraerse un rato más hablando con su hermano.
Pero pareciera que el bonito afgano no estaba muy de acuerdo con sus planes, pues en cuanto vio las intenciones de la chica de no acercarse, empezó a ladrar y tirar de la correa para poder acercarse al joven Pah.
—¿Ana? —levantó la cabeza, encontrándose con la duce mirada de Haruki en ella, otorgándole una bonita sonrisa demostrando en sus ojos el total amor que le tenía.
—Hola, Haruki —en cuanto pudo, Pah bajo de la motocicleta y se acercó casi corriendo a la joven, dispuesto a otorgarle un abrazo, y si se podía, de paso un corto beso.
—Alto, alto, alto, esperen —un chico algo bajo y rubio, detuvo los movimientos apresurados del joven Hayashida, asiendo que parara en seco y lo mirara intrigado, ¿por qué carajos lo estaba deteniendo? —¿Quién eres y por qué Pah-chin te ve con cara de baboso?
