❝Eʀᴏs❞✓
•Eros (Cupido entre los romanos), que simboliza el deseo sensual, es el dios griego responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo, venerado también como un dios de la fertilidad.
[Lector/a por personaje]
«Lᴏ ᴜɴɪᴄᴏ ǫᴜᴇ ɴᴇᴄᴇsɪᴛᴏ ᴘᴀʀᴀ s...
—Cambio poco, pero lo hizo. Tenía varías cosas que me dejaron descolocado. Madre mía. Si me hizo falta corregir algo, y no les molesta, por favor coméntenlo, los agradecería mucho. Espero que disfruten la lectura.
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❝Si tocar tu cuerpo es como tocar un instrumento filarmónico, yo quiero escuchar la melodía que tu cuerpo haría en armonía con el mío. ❞
—Alguien de tiktok.
¿Qué si le gusta la música? Joder, le fascina, y más si son sinfonías creadas por cierta joven de iris hermosos, y es qué cada melodía generada por esos delgados dedos, al ser pasados por las cuerdas de aquella guitarra, lo hipnotizaban. Era una sensación tan placentera que en cierto punto lo volvía loco y lo tranquilizaba a la vez. Una mezcla tan rara pero sensacional para el enamorado corazón de aquel leopardo blanco.
La pasión que se reflejaban en su mirada y la alegría que llenaba aquellos iris era magnífico de ver. Más aún la expresión tan concentrada que ponía al esforzarse para recordar cada una de las notas. Todo en ella era una perfecta sinfonía, sinfonía que producía cosas armoniosas y cálidas en todo su interior.
En sí, todo de ella era tan malditamente perfecto que las miradas enamoradas y suspiros dados por el joven en momentos en los que se encontraba en su mundo pensando en la linda chica, solo provocaban las burlas constantes de sus amigos.
¿Cómo culparlo? Era un maldito loco enamorado de una chica tan jodidamente guapa, y no solo le fascinaba físicamente porque sobra decir que a sus ojos era la joven más malditamente buena que había visto en su puta vida. Y es qué desde como ayudaba a quién pudiese, tratando de darle una mano a quien lo necesitara, hasta cómo se decepcionaba de sí misma por no poder hacer algún trabajo o proyecto al pie de la letra. Todo, TODO, era encantador, bueno y perfecto en ella.
Y es qué pongamos un ejemplo: los trabajos de la universidad, madre mía, cuándo se desesperaba al no poder recordar el cómo se realizará algo o una prueba que era extensa y difícil al punto de hacerla romper en llanto gracias a la frustración y estrés de no poder hacer algo que sabe que lo sabe. Para sus ojos era la cosa más tierna que había visto, su puchero, sus ojos llorosos, su carita desesperada y esa sensación de querer tener su cariño en ese momento era ridículamente linda.
