my only [hanknow/banginho]

Capítulo 12

Jisung se levantó de su asiento rápidamente y se acercó a Minho, pero este retrocedió.

—Honnie... –murmuró con la voz entrecortada. El mayor negó, cubriendo su boca con las mangas de su suéter para callar sus sollozos.—Por favor Honnie, escucha...

—¿Escuchar qué Jisung? Ya entendí todo, no quiero oírlo de nuevo, entendí que ya no me quieres, que no me amas –dejó salir un fuerte sollozo —¿No soy...suficiente para ti? ¿Me f-falta algo? yo... –no lo soportó más y empujó a Jisung fuera de su camino para salir corriendo del departamento.

—¡Minho detente!

Cerró de un portazo y siguió corriendo lejos de allí.

Cuando salió del edificio se detuvo en seco. ¿Dónde se supone que iría? ¿A quién pensaba acudir? ¿A Felix? Sí, cómo no.

Pensar en eso solo hizo que sus lágrimas y lamentos aumentaran. Se echó a correr otra vez, sintiendo cómo el frío golpeaba su rostro, sintiéndose aún más helado gracias a la humedad que dejaban sus lágrimas.

Corría sin rumbo alguno por las calles que comenzaban a cubrirse de blanco levemente. Su cuerpo se congelaba, pero eso le importaba poco, solo quería irse muy lejos de allí.

De pronto se detuvo, agotado. El frío invadió sus pulmones, provocando que tosiera repetidas veces. Caminó tratando de calmar su respiración y llegó a un pequeño parque. Se sentó en una banca y se echó a llorar de nuevo, abrazando sus piernas, en busca de un poco de calor y consuelo.

(...)

Jisung tiraba de su cabello desesperadamente mientras caminaba de un lado a otro por la sala, llorando como nunca lo había hecho.

¿Por qué no corría tras Minho? Se preguntaba eso, pero no hacía nada. Sentía como si todo su ser se negara a salir corriendo en busca de su novio. ¿Por qué? Era un cobarde.

De pronto escuchó el teléfono de Minho sonar en la habitación. Era Seungmin.

—Min...

—Seung, él... él escuchó todo y, y se ha ido... él se fue corriendo, s-soy un idiota ¡Maldición! –Seungmin soltó un suspiro pesado.

—Espérame afuera, iremos a buscarlo.

En seguida cortó la llamada y tomó un abrigo para Minho, para luego ir lo más rápido posible a la calle.

Seungmin no tardó en llegar. Jisung subió a su camioneta y se quedó en silencio. El menor quería decirle muchas cosas, pero solo se limitó a conducir en busca de Minho.

—Creo que... si no estás seguro de lo que quieres con Minho, deberías terminarlo y dejar de hacerlo sufrir.

Jisung apretó sus puños y su mandíbula se tensó.

—¡Sé que quiero estar con él por siempre, porque lo amo!

—¡Entonces por qué le haces esto maldita sea! –gritó Seungmin golpeando el volante, provocando que Jisung diera un pequeño salto por el susto. Miró por la ventana con lágrimas en sus ojos. Se sentía como un completo idiota.

—¿Crees que haya ido con Felix? –le preguntó cambiando de tema.

—¿Luego de escuchar que te besaste con él? Sí, claro –respondió con sarcasmo. —Si quieres llámalo –le extendió su teléfono y buscó entre los contactos a Felix.

—¿Seungmin? –se escuchó en la otra línea. Jisung tragó saliva, nervioso.

—¿Felix? Soy el novio de Minho, me preguntaba si él está contigo... –habló rápido, solo quería terminar esa llamada.

—No, no está aquí, ¿por qué? ¿No está contigo? Esta tarde me dijo que andaban juntos en el centro comercial...–el rubio se preocupó.

—Oh está bien, no es nada, tranquilo. Gracias –cortó la llamada antes de que el otro pudiera decir algo más. Soltó todo el aire que había estado reteniendo inconscientemente. —Soy una mierda –murmuró echándose a llorar de nuevo.