Capítulo 31

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Como consecuencia de desvelarse pensando en cómo alegrar a Minho, a la mañana siguiente Chan se quedó dormido.

—Chris... despierta, es tarde –susurraba Minho mientras tocaba suavemente su nariz y mejillas, tratando de despertarlo.

—Jmm cinco minutos más –refunfuñó el rubio dándose vuelta en la cama y acurrucándose para seguir durmiendo.

—En cinco minutos empiezan nuestras primeras clases Channie –rió Minho y el otro se levantó rápidamente al oír eso.

—¡Cómo es tan tarde! Lo siento tanto Honnie, estaré listo en un minuto, no dejaré que llegues tarde.

Se levantó de la cama, se metió a la ducha y se vistió tan rápido como nunca lo había hecho.

Mientras tanto, Minho le preparaba el desayuno, no iba a permitir que se fuera sin comer, no importaba que llegara tarde a clases. Cuando terminó fue a la sala y a su lado llegó Berry moviendo su linda colita. Saltó a sus piernas y se acurrucó en ellas, derritiendo el corazón de Minho.

—¡Estoy listo vámonos! –exclamó Chan entrando a la sala y se dirigió a la puerta con sus cosas y las llaves del auto en mano.

—Debes desayunar –dijo Minho sin pararse de su lugar. Chan detuvo sus pasos y cerró la puerta, devolviéndose hacia la cocina.

—Se supone que yo te prepare el desayuno a ti –bufó haciendo un puchero y Minho rió. Eso alegró a Chan, la primera cosa en su lista de "cosas para hacer por Honnie" era hacerlo sonreír y reír todos los días, cada vez que estuvieran juntos o incluso estando separados.

Una vez que acabó de comer, salieron despidiéndose de Berry y subieron al auto.

—Ni siquiera me dejaste abrir la puerta para ti –Chan hizo otro puchero y Minho rió otra vez.

—Vamos tarde, puedes hacerlo cuando quieras luego.

Se pusieron en marcha y, a pesar de que estaban atrasados, iban relajados mientras escuchaban música en la radio y cantaban muy alegres.

Al llegar al instituto de Minho, Chan se hizo a una orilla y bajó el volumen de la radio para luego mirar al castaño.

—Ten un lindo día, estudia mucho, diviértete, no te estreses y llámame si me necesitas, cuando sea –decía todo eso mientras miraba directo a los ojos de Minho, con una enorme sonrisa en sus labios, un color rosa cubriendo sus mejillas y un brillo encantador en sus ojos. Su mirada fue a dar al pómulo de Minho, que estaba de un púrpura más oscuro que antes. —Y no dejes que ningún idiota se te acerque –dijo acariciando su moretón. Minho asintió con una pequeña sonrisa y desabrochó su cinturón de seguridad. —¡Espera! –exclamó Chan y Minho se percató de lo que haría así que se apresuró a bajar del auto —¡Hey! Solo quería abrirte la puerta –dijo haciendo un berrinche, que hizo reír a Minho. Este se despidió agitando su mano en el aire y comenzó a caminar hacia el gran instituto.

Chan esperó a que entrara y se fue con una sonrisa boba en sus labios.

(...)

Los pasillos estaban vacíos cuando Minho entró. Llegó más tarde de lo esperado, no faltaba mucho para que la primera clase terminara. Fue con calma hasta su casillero para guardar algunas cosas y sacar otras.

Cuando lo abrió, un papelito cayó de este.

Veámonos en la biblioteca en el primer receso, por favor

J.

Frunció el ceño y de inmediato arrugó el papel para botarlo en un tacho de basura más tarde. Pero luego se puso a pensar demasiado.

¿Debería ir? Tal vez es importante ¿sino por qué me dejaría una nota?

Salió de sus pensamientos cuando escuchó la campana y reaccionó cuando vio a todos salir de sus salones a montones. Comenzó a correr para no toparse con Jisung. Pero no se percató de que corrió directo a la biblioteca.

—Serás idiota –se regañó a sí mismo. Rápidamente comenzó a correr en dirección contraria a la biblioteca, antes de que el rubio pudiera aparecer. Se escabullía entre los estudiantes que cambiaban de salón, hasta que se detuvo en seco al ser agarrado del brazo por alguien. Cerró sus ojos con fuerza antes de voltearse a ver quién era. Su cuerpo temblaba.

—¿Qué haces corriendo como loco? –preguntó Jeongin confundido. —vas a caerte, tonto. –el alma de Minho volvió a su cuerpo al ver a Jeongin allí y lo abrazó soltando un suspiro de alivio —¡Qué le pasó a tu rostro! –preguntó Jeongin muy preocupado y Minho cerró sus ojos, lo había olvidado.

—Jisung iba a golpear a Chan así que me interpuse y terminó dándome a mí –explicó en un susurro cerca de su oído.

—Lo voy a matar –espetó Jeongin hecho una furia.

—No, no lo harás, lo que menos quiero es toparme con él –tomó el brazo de Jeongin y siguió su camino fuera de ese lugar junto a él.

—¿Se puede saber por qué llegaste tarde? –cuestionó alzando una ceja, cruzándose de brazos y golpeando el piso con su pie constantemente.

—Chan se quedó dormido –respondió simple. —En otras noticias, Jisung dejó una nota en mi casillero, quería que lo viera en la biblioteca ahora...

—No vayas.

—No iré.

—¿Por qué sigues ignorándome? –escuchó a sus espaldas y deseó que la tierra se lo tragara en ese momento.

my only [hanknow/banginho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora