Capítulo 50

1.5K 169 26
                                    

Minho no aguantó más y entró a la habitación desesperado. 

Allí estaban el padre de Chan sorprendido y extremadamente furioso y su madre cubriendo su boca por la sorpresa que le causó esa noticia, mientras dejaba salir libremente las lágrimas. 

—¿E-está diciendo q-que allá afuera hay alguien que quiere m-matar a Chan? –preguntó sin poder creer aún lo que acababa de escuchar. El policía asintió con una mueca y Minho quiso golpearlo, sin saber la razón —¡¿Por qué no están buscándolo?! ¡Busquen por toda Corea a ese maldito loco! 

—Minho, cariño... –se acercó la madre de Chan a él mientras limpiaba sus lágrimas y lo tomó por los hombros, alejándolo del uniformado —en serio agradecemos enormemente tu preocupación por mi querido Chan, pero déjanos esto a nosotros ¿sí? quédate aquí junto a él, te necesita –la mujer acarició su mejilla con suavidad, quitando las lágrimas que no dejaban de recorrer su rostro. Minho asintió apenado y se acercó a la camilla en la que Chan se encontraba, quedándose solos los dos cuando los demás dejaron la habitación y cerraron la puerta para darle privacidad. 

Se sentó al lado de su novio y posó su mano sobre la de este, que descansaba sobre la camilla como lo hacía todo su cuerpo. 

Su frente y su pómulo tenían unas pequeñas heridas que se notaba ya habían sido curadas. Su cabeza era envuelta por un vendaje blanco y su brazo derecho estaba enyesado, al igual que su pierna. Verlo en ese estado le dolía demasiado. 

—Despierta Chris... n-no me dejes solo aquí –susurró Minho rompiendo en llanto una vez más. Dejó caer su rostro sobre el suave colchón sin soltar la mano de Chan. 

De pronto una idea llegó a su mente, sabía que era algo tonto, pero debía intentarlo, nunca se sabe lo que podía llegar a pasar.

—¿Será que despertarás con un beso? –murmuró con la voz quebrada, mirando los labios resecos del rubio. Secó sus lágrimas y relamió sus labios, se levantó, acercándose levemente al rostro de Chan, acabando con la distancia enseguida, dándole un beso suave y delicado que no fue correspondido en ningún momento. Se separó cuando sintió una lágrima correr por su mejilla y volvió a sentarse donde estaba antes. 

—Supongo que eso solo funciona en las películas –susurró apenado, entrelazando su mano con la de Chan. 

Se quedó en silencio, acariciando con su pulgar suavemente la mano del rubio, su llanto había cesado. El ruido de esa maquina a un lado de Chan comenzaba a irritarle, pero a la vez le tranquilizaba escuchar esos pitidos, porque le daban a entender que su novio seguía allí con él. 

—Debes despertar Channie... –susurró luego de unos minutos —hay tantas cosas que necesito y quiero decirte... ¿puedes escucharme? –preguntó con el mismo tono de voz y sin esperar respuesta siguió hablando, mientras acariciaba con mucha delicadeza la mejilla de Chan. —creo que nunca terminaré de agradecerte por todo lo que has hecho por mí... t-tú me salvaste, apareciste e-en mi vida cuando más lo necesitaba, volví a ser feliz gracias a ti... todo te lo debo a ti. 

Hizo una pequeña pausa, con la esperanza de que Chan dijera algo de pronto, pero nada pasaba. Soltó un suspiro y pudo sentir cómo las lágrimas comenzaban a acumularse nuevamente por lo que iba a decir.

—Me siento terrible porque... no he podido hacer nada por ti... ni siquiera te d-demuestro mi cariño como debería, la mayoría de las veces soy tan reservado y distante... l-lo siento Chan –el llanto se apoderó de él, siéndole cada vez más difícil poder hablar con claridad. —No quiero que pienses q-que no te quiero, y-yo te amo, es solo que... tengo algo de miedo –sollozó —tengo miedo d-de sentir más de lo que ya siento, porque... sé que en a-algún momento vas a cansarte de mí y m-me vas a dejar... no quiero que eso p-pase nunca, por favor no me dejes... 

Apretó levemente el agarre de sus manos, sin hacerle daño al rubio y luego lloró en silencio sobre las blancas mantas de hospital que cubrían el cuerpo de Chan.

—Yo t-te amo Chan, en serio lo hago... sé que no te lo demuestro muy a menudo y ahora me arrepiento mucho de eso... pero en serio te amo. 

Posó sus labios sobre la mano de Chan, dejándolos allí por un largo rato. De pronto tres golpecitos en la puerta llamaron su atención. Miró hacia esta y vió a Jeongin asomándose lentamente.

—Hey Honnie... debemos irnos, Hyunjin y yo tenemos algo que decirte. 

Asintió levemente y Jeongin le dió una pequeña sonrisa antes de salir y cerrar la puerta despacio. Volvió a mirar a Chan y se puso de pie, acercándose para luego depositar un beso en sus labios, que se encontraban algo pálidos. 

—Adiós amor mío, vendré otra vez mañana. –se despidió en un susurro y luego de soltar su mano salió de la habitación, limpiando cualquier rastro de lágrimas que hubiera en sus mejillas. 

Cuando salió, en el pasillo todavía estaban los padres de Chan hablando con el policía. 

—Entonces iniciaremos con la investigación y deben ayudarnos –avisó apuntándolos a todos, incluyendo a los tres chicos —cuando los llamemos para la interrogación, deben contarnos todo lo que sepan sobre las amistades de Chan y, lo más importante, informarnos sobre algún sospechoso. 

Los chicos asintieron y el policía comenzó a arreglar unos últimos asuntos con los adultos. 

—¿Qué es lo que tenían que decirme Innie? –preguntó Minho recordando lo que le había dicho su amigo minutos antes. Yang le dió una mirada a Hyunjin y este se la devolvió, pero Minho no pudo captar qué se traían esos dos. 

—Vamos a casa ¿sí? –fue lo que respondió Jeongin. 

Se despidieron de los padres de Chan y fueron al auto de Hyunjin. Aún no finalizaba la jornada escolar, pero ninguno de los tres se sentía con los ánimos como para volver al instituto, por lo que fueron a la casa de Hyunjin. 

El silencio fue el protagonista durante todo el viaje. Minho no tenía ganas de hablar en ese momento, seguía muy dolido y preocupado por Chan, lo único que podía hacer era pensar en él y rogar por que se recuperara y todo volviera a estar bien. También sentía mucha rabia, haría de todo por encontrar al infeliz que le hizo eso a Chan, se convertiría en detective si fuera necesario y haría pagar a ese idiota. 

Cuando llegaron a su destino, bajó desanimado y caminó hacia la entrada, seguido de los otros dos. Hyunjin abrió la puerta y los dejó entrar primero. 

Se sentaron en la sala, Minho en un sillón y Hyunjin junto a Jeongin al frente suyo. Este último carraspeó su garganta, dándole a entender que comenzaría a hablar.

—Honnie, probablemente no nos creas pero... creemos saber quién hizo esto –dijo refiriéndose al accidente de Chan. Minho frunció el ceño y se enderezó en su asiento, atento a lo que iban a decirle en seguida.  —Creemos que fue Jisung –soltó Hyunjin luego de que Jeongin le diera un leve y disimulado codazo para que hablara. Minho se sorprendió al oír eso y se levantó rápidamente de su lugar, sintiéndose muy molesto.

—Honnie... –se levantó Jeongin igualmente, tratando de tranquilizarlo.

—Ya sé que odian a Jisung pero ¡¿culparlo de esto?! ¡Jisung jamás haría algo así! quizás puede ser algo impulsivo cuando se molesta ¡pero el jamás trataría de matar a alguien! –en ese punto ya se encontraba llorando a mares mientras gritaba. 

—Minho... él amenazó muchas veces a Chan, él lo odia... ¿no crees que...? 

—¡NO! –le interrumpió Minho negando repetidas veces con su cabeza

—Jisung jamás haría algo así y-yo lo sé... –tomó sus cosas rápidamente y salió corriendo de la casa del novio de su amigo, ignorando sus gritos llamándolo. 

La casa de Chan estaba cerca, por lo que no le era difícil llegar caminando. Corrió sin mirar atrás y al llegar entró rápidamente, azotando la puerta tras de sí. Apoyó su espalda sobre esta y se dejó caer hasta llegar al suelo. Allí lloró durante unos minutos mientras pensaba en lo que acababa de oír.

—Hola pequeña –saludó a la perrita que se había acurrucado entre sus piernas —Channie estará fuera por un tiempo, solo seremos tú y yo...

my only [hanknow/banginho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora