Capítulo 23

2.6K 318 209
                                    

¿Sabes, Jisung? Ya me estoy cansando de esto.

Minho se había arrepentido de decir esas palabras aquella noche. Para su buena suerte, el rubio no llegó a oírlas y, cuando le pidió que lo repitiera, optó por pretender que estaba dormido.

En realidad no estaba listo para dejarlo.

De vez en cuando se sentía con el valor de simplemente acabar con eso que se había vuelto tan tóxico, pero al momento en que trataba de hacerlo, simplemente se acobardaba. Y odiaba eso.

Todavía tenía la esperanza de que Jisung cambiaría y que todo se pondría mejor y sería como antes.

Pero en aquel instante, en aquella fiesta repleta de gente, dudaba de eso al ver que su novio no le prestaba ni un poco de su atención y, en cambio, andaba por allí borracho y besando a medio mundo frente a sus ojos.

No sabía ni por qué había aceptado ir a esa estúpida fiesta. Estaba por irse de allí sin avisarle a nadie, pero unos brazos rodeando su cintura lo detuvieron.

—No sabía que estarías aquí , Honnie~

No fue necesario voltearse para saber de quién se trataba, con solo escuchar su voz ya lo sabía. Sonrió levemente.

—Hola, Chan –el rubio deshizo su abrazo y Minho se volteó, quedando ambos frente a frente.

—¿Viniste solo? –preguntó Chan mirando alrededor. El castaño lo pensó unos segundos y cuando escuchó un grito sin sentido de Jisung a lo lejos, asintió levemente. No podía decirle que estaba con su novio, Chan prácticamente lo odiaba. —¿Qué hacías antes de que te encontrara?

—Solo bebí un poco y ya estaba a punto de irme porque me aburría mucho, que bueno que llegaste~ –se acercó a abrazarlo y fue correspondido. No podía negar que le gustaba mucho la compañía del rubio, además de que le hacía sentir en paz.

—Ni siquiera conozco al anfitrión de la fiesta, vine porque Hyunjin me invitó –Chan rió y luego mantuvo una sonrisa mientras acariciaba la mejilla de Minho, este bajó la mirada, sonrojado. —Me alegra haber venido.

—¿No viniste con tu novio...? –preguntó Minho con curiosidad. Luego de esa noche en el cumpleaños de Jeongin, nunca más había visto a Chan con su pareja.

—¿Novio? Oh, hablas de Donghae –el castaño asintió —Nah, ya no estamos juntos... igual nunca fuimos novios oficialmente. Creo que me dejó por ser tan inmaduro –Chan hizo un puchero y luego se encogió de hombros riendo.

—Lo siento...

—Hey no lo sientas, estoy bien, además... es increíble que diga esto, pero mi corazón y mis sentimientos le corresponden a alguien más –miró hacia todos lados y habló bajo, como si nadie más pudiera escuchar eso.

—¿Por qué es tan increíble eso? –preguntó Minho divertido.

—Porque yo, Bang Christopher Chan, nunca he sentido algo así ni me he enamorado antes –se señaló con orgullo. Minho abrió sus ojos con sorpresa.

—¿Es en s-serio? –el rubio asintió repetidas veces —Entonces que afortunada debe ser la persona de la que estás enamorado, por ser la primera en ganarse tu... amor. ¿Se lo vas a decir?

Chan se atragantó con su bebida y negó rápidamente.

—No creo que sea necesario, igual... no siente lo mismo por mí –se encogió de hombros.

—¿Cómo lo sabes, se lo preguntaste?

—No, pero lo noto, está enamorado de alguien más ¡pero ya no hablemos de eso! –Minho rió y Chan se hizo el ofendido —Dime, si estuvieras en mi lugar ¿se lo dirías?

Minho lo pensó unos segundos y negó.

—Tienes razón, no lo haría porque me da miedo el rechazo ¡pero tú no eres así Chris! Tú no eres un cobarde como yo.

Chan no pudo evitar sonreír al escuchar la forma tierna en la que el menor lo había llamado por su nombre australiano, no sabía si se dio cuenta de lo que dijo, siempre lo había llamado por su nombre coreano. Ese pequeño cambio le dio mucha alegría.

(...)

Esta vez, a diferencia de las otras fiestas en las que habían coincidido, se quedaron dentro en lugar de salir en busca de un lugar más tranquilo. Sin embargo no les molestaba estar allí, porque cuando estaban juntos era como si todo lo demás dejaba de existir. Las luces eran tenues, el ruido se iba y parecía que el tiempo se detenía. Minho no se explicaba el por qué de todo eso. Chan sabía exactamente la razón.

De pronto el fuerte ruido de una botella de champán siendo abierta, los sacó de la burbuja en la que estaban sumergidos de un pequeño salto, ambos miraron hacia el lugar del cual vino eso, pero al momento de desviar su mirada, Minho se topó con algo que lo dejó helado y con un nudo en la garganta.

Justo en frente suyo, Jisung se estaba besando muy apasionadamente y como si sus vidas dependieran de eso, con Felix. Antes de que Chan notara hacia donde estaba viendo, bajó su mirada, haciendo todo lo posible por ahuyentar las ganas de llorar que sentía, hasta que lo logró.

Yo también estoy en esto, si él hace lo que quiere, yo también puedo hacerlo.

—¿Chan? –habló en un tono que solo el rubio pudo oír y le dio su atención de inmediato. Pero no dijo nada, solo levantó su mirada e inició un contacto visual con Chan que terminó por sonrojarlo y llenó de emociones su estómago.

—¿Qué p-pasa, Honnie? –decidió preguntar al notar que el castaño no diría nada.

Minho estaba nervioso, tenía miedo, pero quería hacerlo. Lentamente rodeó el cuello de Chan con sus temblorosas manos. Este observaba todos sus movimientos con sus labios levemente abiertos. Llevó sus manos a la cintura del menor y lo sujetó fuerte pero con cuidado. Se miraron fijamente por unos minutos, ninguno hacía otro movimiento. Hasta que Minho se puso levemente de puntitas, para quedar casi a la altura del rubio. Sus labios estaban a milímetros. Ninguno quitaba la vista del otro, podían quedarse así para siempre. Chan miró los finos labios de Minho por unos segundos y este finalmente acabó con la distancia entre ellos.

Sus labios se movían en perfecta armonía en un beso muy tierno y lleno de sentimientos. No querían que acabara nunca. Se separaban por cortos segundos para tomar aire y luego volvían a unirse. Chan atraía el cuerpo de Minho hacia el suyo y el otro hacía lo mismo.

Minho se sobresaltó cuando sintió que Chan se separó de él con brusquedad. Cuando reaccionó, vio a Chan tirado en el piso y a Jisung muy molesto acercándose a él para darle otro golpe.

—¡¿Cuál es tu problema?! –gritó Minho, pero el rubio lo ignoró y tomó el cuello de la sudadera de Chan y le dio un puñetazo en el rostro.

—¿Qué hacías besando a mi novio idiota? –solo bastó con oír esas dos palabras para que Chan se enfureciera. De un solo golpe se sacó a Jisung de encima, llevando la ventaja él ahora.

—El único idiota aquí eres tú ¡pedazo de mierda! –Chan estaba cegado por la ira, solo maldecía a Jisung mientras seguía propinándole golpes sin parar.

Minho estaba asustado, no sabía qué hacer. Quería separarlos, pero su cuerpo no se movía. Luego de unos minutos, un chico salió desde el tumulto de gente que se había formado alrededor de ellos y se acercó a los dos para tratar de separarlos, como no le fue posible, otro chico se acercó a ayudarlo, el segundo chico era Felix.

Cuando por fin lograron detener la pelea, Minho se acercó corriendo a Chan, que estaba en el piso aún.

—¡Chan! ¿¡Estás bien!? C-Chan, lo siento mucho... –pasó su dedo por sobre su labio roto, con suma delicadeza, luego se volteó a ver al rubio menor.—¡Eres un completo idiota!

—¡Y tú un maldito regalado!

Luego de ese grito de Jisung, pareció que todo quedó en completo silencio. Minho lo miró con los ojos llenos de lágrimas. Chan se levantó hecho una furia con la intención de ir a molerlo a golpes de nuevo, pero Minho lo detuvo tomando con fuerza su sudadera.

—V-vámonos de aquí, Chan, p-por favor...

my only [hanknow/banginho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora