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Pasaron un par de semanas en los que tuve que tener mucho cuidado para poder sanar mas rápido. No podía manejar, así que Luis como el buen amigo que es, me buscaba para irnos juntos a la universidad. Andy se ofreció a cuidarme pero no quería que tuviera problemas con Eliza, por lo que decline su oferta.

Mi plan del jueves que era pedirle que fuera mi novia tuvo que ser pospuesto hasta nuevo aviso. La verdad espero hacerlo este fin de semana. Nuestra conexión se está volviendo más fuerte, somos más unidas, nos entendemos y comprendemos a la perfección. Cualquiera que nos ve juntas asegura que ya somos novias.

Los comentarios en los pasillos de la universidad no se hicieron esperar, la mayoría son sobre cuanto tiempo voy a estar con ella, que es una más de la lista. Los más hirientes son por parte de las chicas con las que verdaderamente tuve algo que ver. Tratamos de no darles importancia, pero yo se que en el fondo a Andrea le están afectando más de lo que me dice. Ahora mismo nos encontramos en mi departamento me sentía mal por lo que decidí no ir hoy a clases, le mande mensaje para que no se preocupera y aquí esta conmigo cuidándome de un simple resfriado.

—¿Quieres que te prepare algo de comer?. —me pregunto acariciando mi cabello. Ya había tomado algo para la temperatura y estaba en la espera que me hiciera efecto el medicamento. —Puedo hacerte un caldo de pollo ¿quieres?. —solo asentí tenerla aquí conmigo era mi mejor medicina.

Fue a buscar lo que necesitaba para hacer el caldo de pollo, la veía desde el sofá, se veía en su elemento. No me di cuenta de cuando me quedé dormida, hasta que ella me despertó para que comiera algo.

—Gracias. —probé su caldo y estaba riquísimo, el mejor que había probado. —Esto está delicioso, muchas gracias por estar aquí conmigo. —dije tomando su mano y me dio un ligero apretón.

—Me gusta estar aqui contigo. —dijo dandome dio un tierno beso en la mejilla, que hizo que ella misma se sonrojara por la acción. —Iré a prepararte el baño, eso te ayudará. —y sin más se levanto con dirección al baño.

Estos momento con ella son maravillosos, porque me muestra como es sin miedo a nada, sin barreras. Solo Andrea siendo Andrea. Descubrir esta nueva faceta suya; la cocina, que parece ser su elemento, verla moverse con tal naturalidad fue hermoso como toda ella.

Debo de reconocer que querarla es muy fácil, la quiero mucho, lo que me pone a pensar que amarla será más pronto que tarde. Y espero que ella también sienta lo mismo porque sino quien va a sufrir aquí no será Andrea, sino que claramente seré yo. Pero si eso hace que ella esté bien, que este tranquila, yo estoy más que dispuesta a sufrir y llorar lo que sea necesario para que ella sea feliz, pero sobre todo se sienta segura.

Sin darme cuenta me volví a quedar dormida en el sofá, desperté cuando ella me estaba moviendo para ir a darme una ducha. Sin ganas fui hasta el baño, tarde más de los esperado, cuando salí ella estaba en la cama viendo la televisión, se veía tan hermosa, tan tranquila, como si nada ni nadie pertubara sus pensamientos, hasta que noto mi presencia y salió de su burbuja.

—¿Que tal estuvo?. —me preguntó levantando y acercándose a mi.

—Bien muchas gracias por preocuparte por mi. —me abrazo y no dude ni un segundo en corresponder, deje un beso en su cabello lo cual provocó que escondiera su rostro en mi cuello.

—Cuando me mandaste ese mensaje, creí que algo malo te había pasado otra vez. Necesitaba estar segura que seguías completa. —ese comentario me dio risa y Andrea me golpe el abdomen. —No es gracioso, tenía miedo de encontrarte golpeada. —ciertamente no entendía su preocupación le dije que solo era un resfriado.

—Lo siento, estoy bien, todo está bien ¿si?. —ella solo asintió sin salir de su escondite. —¿Quieres quedarte a dormir esta noche conmigo?. —no la quería dejar ir, quería tenerla en mis brazos, despertar y que ella sea lo primero que vea.

—Tengo que avisarle a mamá, voy a llamarla. —no la veía muy segura de querer quedarse. ¿La estaré presionando?

—Tranquila no pasa nada si no quieres. —la tome de la muñeca para que me viera a los ojos. —Solo deja me pongo algo mas decente y te llevo a casa ¿si?. —me volvió a abrazar y comenzó a temblar, estoy segura que le tiene miedo a algo pero ¿a que?.

La lleve hasta la cama y nos recostamos, ella estaba sobre mi pecho y yo le daba caricias a su cabello para tranquilizarla. Verla en este estado me estaba desesperando por no saber que le pasa ni como poder ayudarla, de lo que si estoy segura es de que algo malo le sucedió.

—Si. —habló de pronto. Pero no sabía a qué se refería.

—¿Si que?. —pregunte con clara confusión.

—Si me quiero quedar a dormir contigo esta noche. —dijo de pronto y mi corazón salto de alegría, que me daba miedo que ella lo notará.

—De verdad. —quería confirmar su respuesta. Se levantó mirándome a los ojos.

—¿Me prestas un pijama para dormir más comoda?. —y con esas palabras mi sonrisa se hizo aún más grande.

Fui a buscarle un pijama y escuché que estaba hablando con su madre, se lo dejé sobre la cama y salí de la habitación con dirección a la cocina con el pretexto de ir por un vaso de agua para que hablará con ella más tranquila. Cuando ya no escuche su voz regrese pero toque la puerta antes de entrar, no quería hacerla sentir incómoda.

—¿Se puede?. —pregunté, esperando su respuesta recargue la frente sobre la puerta.

—Un momento. —y espere a que ella me indicará en que momento entrar.

Después de unos segundos me dejó ingresar a la habitación, espere a que ella se acomodara y después lo hice yo. Me encantó que se abrazara a mi, apoyando su cabeza sobre mi pecho y su brazo aferrándose a mi cintura. Al cabo de unos minutos Andrea se quedó profundamente dormida.

—Dulces sueños pequeña. —bese su frente. Y me adentre al mundo de los sueños esperando encontrarme con ella.

Pelear mis batallas antes nunca fue tan complicado, pero ahora voy a pelear las tuyas, conmigo a tu lado las ganaremos, pero sobre todo venceremos a tus fantasmas que te esta haciendo mucho daño y no te dejan entregarte por completo a lo que yo te ofrezco.

R.

Mi Hermoso Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora