Mi Hermoso Destino.

19

Estaba besando sus labios, hasta que decidí que era momento que empezar con esto tan especial tanto para ella como para mi. Dejé un camino de besos desde sus labios hasta su cuello. Le quite la blusa mientras besaba su seno derecho, Andrea comenzó a desabotonar mi camisa, después de unos segundos logró quitármela. Estaba por quitar su sostén pero quería estar segura, mire a los ojos pidiendo su permiso y ella me lo concedió con un leve asentimiento. Bajo sus manos desde mi cuello hasta el botón de mis pantalones y logró desabrocharlo.

—Quítatelo. —me dijo con la voz ronca. Y sus palabras son mis órdenes, me saque el pantalón y voló a algún lado de la habitación, le quite su pantalón y quedó solo en bragas. —No estamos es igualdad de condiciones. —y comenzó a quitar mi sostén para emparejarnos, ella con sus bragas y yo con mi bóxer que comenzaba a molestarme. A Andrea le llego una ola de confianza y baja su mano masajeando mi miembro sobre la tela del bóxer lo que ocasionó que soltara un gemido, baje mis manos para retirar sus bragas que ya sobraban, estaba muy mojada y que estuviera así por mi me ponía al 100, fui bajando lentamente dando besos por ambos senos, por su abdomen hasta llegar al lugar que pedía mi atención, comencé jugando con su clítoris, estimulando con mi lengua y mi pulgar para que lubricara lo suficiente y no lastimarla a la hora de penetrarla. Me separe de ella para sacarme el bóxer bajo su atenta mirada, mi miembro salto completamente erecto y se le quedo mirando, eso me dejó un tanto nerviosa porque no sabia como reaccionaria al verlo. Se acerco para ayudarme a quitarme en su totalidad el bóxer y de esta forma quedamos en igualdad de condiciones.

Al ver que no estaba incómoda la recosté nuevamente, acerque mi rostro a su entrepierna y seguí usando mi lengua para lamer sus labios, de inmediato sentí como se mojaba aún más. Aumente la velocidad de mis lamidas, Andrea se sentía muy mojada, caliente y su piel quemaba. Estuve un rato más jugando hasta que decidí volverla loca chupándola lo que ocasiono que se retorciera debajo de mi.

—Ahhhh... dios sigue....ahhh. —gimió y continué succionando.

Seguí enloqueciéndola y escuchándola disfrutar hasta que sabia que estaba lo suficientemente mojada para recibirme. No necesitaba estimularme pero quería que me sintiera, me acerque de nuevo a besarla, permitiendo que sintiera su propio sabor de mi boca. Me acomode hasta que mi miembro se acerco a su entrepierna y sintió mi dureza. Por instinto me acerque a su entrada pero me detuve cuando la sentí tocar mis glúteos animándome a que me acercara más.

—Andrea... —dije y la mire. —¿Estas segura que de quieres hacerlo? Podemos parar y estará bien.

—Estoy segura. Quiero que mi primera vez seas tú.

Asentí y tome un condón del cajón de la mesa de luz, me lo coloque ante su atenta mirada. Tire el sobre vacío y me acerque de nuevo a ella. Baje mi mano para tocarla y asegurarme que estaba mojada y al comprobar que si lo estaba me acomodé en su entrada.

—Iré muy despacio princesa. —le dije y asintió. —Será molesto al inicio y luego dolerá pues voy a ingresar entre tus músculos pero seré muy cuidadosa. —le explique.

—Lo sé. Confió en ti.

Me acomodé y decidí hablarle mientras comenzaba para que su mente no se enfocara en el dolor.

—Andy... —dije mientras asomaba la punta. —¿Quieres saber que es lo que más me gusta de ti?.

—¿Que?. —dijo con claro nerviosismo y cerrando los ojos al sentir que estaba ingresando la punta.

—La forma en como sonríes me gusta la forma en que tus ojos se achican. —dije y sonrió.

—Eres perfecta Sam.

Después de escuchar eso deslice mi miembro muy lento y ella cerro sus ojos con fuerza.

—Ahh... —se quejo.