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Sabía perfectamente que mi pasado era algo que me estaba costando dejarlo donde era, en el pasado. Pero la forma en la que reaccionó hizo darme cuenta que no estaba del todo enterrado, que todo aquello aún me afecta de una manera que no puedo seguir escondiendo, no puedo seguir engañandome detrás de esa máscara de ser la "mejor en la cama", la "fría y despiadada", la que "no tiene sentimientos". Porque detrás de todo eso, quiero dar amor y recibirlo a cambio, no quiero ser usada solo para dar placer, no quiero ser la burla de aquellos que se dicen ser mis amigos, no quiero ser otra vez la comida de los lobos, no de nuevo, no podría soportarlo otra vez, me costó mucho salir de ese maldito estado de depresión en el que me hundi cuando fui abandona en el internado, cuando al crecer todos me veían como la rara, el fenómeno, el moustro. No quería volver a pasar por eso, no otra vez. Porque salir de ese agujero de alcohol en el que me hundi me costó muchísimo y él único que me ayudó, él único que ha estado conmigo desde que sabe de mi condición, él único que me ha apoyado de manera incondicional es Luis, él que por años a estado a mi lado sin importar nada, cuidando y protegiendome de los que se burlaban de mi. Nuestra amistad es lo mejor que me ha pasado en la vida, estos años él ha sido mi salvavidas, es más que mi mejor amigo, Luis es como un hermano.

Pero todo aquello, todos mis pensamientos fueron derrumbados cuando note que ella seguía en la habitación por lo que me levante para salir huyendo de ella y no esperaba lo que Andrea hizo, corrió a mis brazos, trepando en mi como koala ¿que significaba esto? Lastima, el premio de consolación por lo que tengo entre las piernas. Intenté bajarla, separme de ella pero fue en vano simplemente parecía garrapata pegada a mi.

—Solo déjame ir. —suplique con la voz rota. —Por favor, solo... solo dejame ir.

—Aceptó. —fue lo que susurró en mi oído. De que rayos habla, que acepta, se bajó de encima de mi y me miró a los ojos con profundo cariño y tomando mi cara entre sus manos. —Acepto como eres, acepto tu cuerpo como es, pero sobre todo acepto ser tu novia. —¿que? Yo ni siquiera le llegue a preguntar si quería ser mi novia.

—Pero yo no te lo he preguntado. —dije tomando su cadera y pegando mi frente a la suya.

—Yo ya sabia que eso era lo que querías pedirme, y todo esto que preparaste para pedírmelo ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Y aunque no me lo has preguntado mi respuesta... —no podía dejarla continuar así que la silencie con un pequeño beso en los labios. Mi intención desde antes de comenzar a preparar esto era preguntárselo y eso quería hacer.

—No soy muy buena con las palabras pero quiero que sepas que cada parte de ti me encanta, todo de ti es maravilloso y en donde tu ves defectos yo no los veo así, dejame conocerte, saber que odias, que te gustas, todo y aún después de conocer todo de ti, seguir a tu lado porque lo que siento por ti no lo he sentido con nadie. Cuando te veo pienso en la suerte que tengo por chocar aquel día contigo, tengo muy claro que no soy perfecta pero voy a mejorar cada día para que no te aburras de mi, para estar a tu lado el tiempo que tu me permitas, quiero tomarte de la mano en la calle, en la universidad y que me tengan envidia porque tendré a la chica más hermosa junto a mi. Cuando te vi sentí una mezcla de miedo con locura, déjame aprender a quererte, así que Andrea Luján ¿Quieres ser mi novia?. —la pegue a mi cuerpo esperando su respuesta y ella me beso de una manera que no había hecho, fue hermoso, un beso que decía más que un simple si. Yo lo sentí como un te quiero sin palabras. Y esperaba en lo más profundo de mi corazón que no me estuviera equivocando.

Nos separamos por falta de aire, ella me abrazo por la cintura escondiendo su rostro en mi cuello, no sabía si sería capaz de hacer algo como Regina pero me arriesgaría por ella, porque tengo por seguro que ella no me haría algo así. Pero aún tengo miedo, mucho miedo de que ella no me ayude a superar mi pasado y solo me ayude a hundirme de nuevo en esa oscuridad de donde quiero salir con su ayuda, de la que quiero dejar de sentir como un hogar, de la que quiero olvidar para poder comenzar a vivir en la luz, en la luz del amor, en la luz de lo que Andrea provoca en mi.

Mi Hermoso Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora