Capítulo 15

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El heredero voló de inmediato al pueblo Encanto, pensó que tomaría más tiempo la respuesta de su novia, sin pensar llegó en unos minutos al lugar, desde arriba ve a Luisa con unos niños, bajo deprisa a ellos dejando una ola de polvo detrás de él.

—¡Luisa!—Grito feliz tomándola en brazos, la giro en el aire—Me alegro volver a verte, te extrañe tanto—La estrujo contra su cuerpo, la tomó del rostro de inmediato acercando su boca a la de ella.

—Espera—Lo apartó con una mano, el heredero se sorprendió esa interrupción era muy débil—Soy Camilo ves—Se transformó en él—Perdón, no soy ella—Miró a todos lados—Luisa, mira ahí viene.

—Perdoname tu a mí—Lo bajó al suelo, él aparto su mirada avergonzado pues casi es besado por un hombre—Pense que eras ella—Rasco su nuca con pena, a lo lejos la ve caminando deprisa, sonrie sin pensar—Adiós.

El heredero no pasa desapercibido en el pueblo, muchos lo miran con asombro pues nunca en su vida habían visto unas alas de mariposa en una persona, vieron como se acercó a Luisa.

—Hola, se que fue repentino que te llamara, pero necesito hablar de algo contigo urgentemente—Explicó Luisa jugando con sus dedos.

—Estoy sorprendido, pensé que tomaría mínimo como un 1 mes en todo lo que ha pasado, pero eso no importa—Negó con la cabeza tomando su manos en las suyas—Me alegro, estaba muy preocupado por todo, se que no debí presionarte pero... De solo pensar que no estarás a mi lado.

—Heredero, esto es algo alejado de eso, es una cosa de la que debo notificarte—Miro hacia atrás, no está Beatrice, volteo a todos lados confundida—Espere, iré a buscarla—Apartó su mano, camino por donde vino, busco detrás de la casa, hasta que un arbusto se movio—¿Beatrice? ¿Por qué estas escondida?

—Bueno, es que...

—Creo que debí decirte como él se veía, pero no te preocupes es inofensivo, no le tengas miedo—Se agachó, la otra negó con miedo.

—¿Luisa?

—H-heredero ¿Qué hace aqui?—Preguntó Luisa, colocandose adelante de Beatrice al ver el, como mirada detrás de ella, se aparto—Ella es...

—¿Beatrice?—Agregó sorprendido, él solo se acercó más a ellas—Estas bien, me alegro—Sonrió feliz, para abrazarla acarició su cabeza con cariño—Cuanto creciste, hace años que no te veía.

—Yo tambien—Le devolvió el abrazo un poco fuerte—Me alegro verte de nuevo, acaso no viene otro tipo contigo—Miro detrás con duda.

—No, sólo vengo yo—Luisa tosio falsamente para llamar la atención, los dos se soltaron—Luisa, cariño, te presento a mi hermana pequeña.

—¡¿Qué?! Pero, pero pense que tu hermana estaba pues... Eso ¿No?

—Si, yo dije que tenia dos, una es
ella—Señaló a la chica, saludo con la mano incómoda—Es la segunda de lo que éramos nosotros tres, años
atras—Dibujo un círculo con sus dedos.

—Me acuerdo de eso—Miro a Beatrice, el heredero no entiende el ambiente, decide tomarlas de las manos y caminar a casita, la más pequeña no mira a Luisa en ningún momento, la familia Madrigal esta afuera esperando a las muchachas.

—Hola, Buenos días a todos—Saludo el heredero, nadie le respondió—Luisa, trae tus cosas, nos iremos enseguida—Ella hace caso y va a su cuarto, guarda sus cosas con rapidez, no sabe como actuar, pero es mejor irse, no quiere que Dolores se entere y vaya a contarles a todos.

Afuera la familia Madrigal esta en silencio, el heredero solo sonríe comí un niño, hasta que Mirabel se acerca, él se inclina a ella.

—Te hice esto—Le entregó una pulsera con varias diseños en ella.

—Muchas gracias, Cuñada—Agregó colocándola en su muñeca—Entonces, yo te daré esto—Busco en su pantalón sacando una piedra brillante, Mirabel la tomó feliz.

—Vaya, entonces ya conocí a tu prometida—Hablo finalmente Beatrice con nerviosismo, él asintió—No les dije—Miró a la familia—Les presento a mi hermano mayor—Señaló al heredero, ellos se sorprendieron—Les dije que escape de mi casa, gracias a que me ayudaron.

—Eso no me lo esperaba—Susurro Isabella.

—¿Regresaras a casa conmigo?—Preguntó el heredero mirándola—Tu hermano tal vez se casara, sería un completo regalo para mi, que estuvieras ahi para mi, acepte o no acepte mi pareja.

—Obvio que iré contigo—Agregó casi gritando—Casita, puedes traer mis cosas, por favor—Al minuto todo su equipaje esta afuera, Luisa sale con una maleta liviana, no llevara muchas cosas, nuevamente de despiden, esta vez el heredero lleva mucho peso.

En el trayecto se habla sobre el tema del escape de Beatrice y del buen plan que hicieron para hacer creer a todos que se fue con alguien más, Luisa miraba a la chica, pero solo le da miradas de hablaremos luego.

Acaso dejara que se case con él, bueno aún no le ha dado la respuesta, así que todavía está en desicion de ella, baja la cabeza mientras escucha cada vez más lejos la voz del chico, sus pies tocan el suelo por lo que vuelve en sí.

—¡Primo!—Grita Jessica corriendo a él—Regresó mi cuñada, osea que te casarias con ese tonto de ahi—Señaló al heredero, Luisa mordió su labio.

–No la presiones, Jessica—Sugerio algo rojo—De hecho, mira a quien me encontré en la casa Madrigal—Levantó a Beatrice—Es mi hermana pequeña, estará aquí con nosotros—La prima mira muy mal a la chica.

—Pense que te habías olvidado de esta familia—Escupió con enojo, Beatrice bajo la mirada culpable.

—Así que pido, principalmente a ti—Ordenó el heredero mirando a
Jessica—Que guarden tu odio a mi hermanita para otro día, oky—Sonrió algo enojado por la actitud de la chica, ella solo asintió rindiendose ante la orden—Bien, Beatrice, debes saber que nuestros padres están aquí, puedes ir a verlos en otro momento—Dijo volando lejos, Jessica solo la vio una última y se fue.

Las raíces tomaron sus maletas, la habitación de Beatrice está al lado de la de Luisa por que anteriormente ese era su lugar, se quedaron adentro de sus cuartos durante unos minutos, hasta que la puerta fue abierta.

—Luisa, me alegra que regresaras de nuevo con nosotros—Dijo el tío con un postre—Te prepare esto para que te relajes, deberias salir para tomar aire, estar encerrada es horrible.

—Lo haré, gracias, pero necesito hablar con alguien—Dijo, el tío levantó los brazos y se fue, terminó el dulce postre entrando al cuarto de Beatrice, miró todo a su alrededor, hasta que vio un movimiento en el armario—Hola, soy Luisa—La puerta del armario se abrió.

—Eres tu—Suspiro aliviada—Pensé que eras mi hermano—Luisa la sacó del armario, se sentaron en la cama para calmarse un esto, hasta que ella le agarro a la otra—Amo mucho a mi hermano, es mejor que aceptes que la propuesta de matrimonio y desde aquí nos despidamos.

—Oh, pero pense que me querías, es decir, le explicariamos juntas al heredero de nuestro amor y el entendería todo.

—No es tan fácil Luisa, el... Yo no le puedo hacer esto, si lo amas tanto, es mejor que dejemos esto hasta aqui—Se acostó y se cubrió con la sabana.

—Tan rápido renunciaste a mi—Reclamó Luisa enojada, al no recibir respuesta camina hacia la puerta—Bien, no te volveré a pedir nada—Azotó la puerta fuerte, no miro atrás, sale del cuarto buscando al heredero.

Busco por toda la casa hasta que lo ve, platicando con la abuela Isabel, con una señal de llamada, lo ve despidirse y volar hacia ella.

—Luisa ¿No vas a descansar?—Preguntó el heredero con duda, la chica negó y lo abrazo con fuerza—Está bien, necesitas un abrazo—Le devolvió el abrazo.

—Aceptó.

—¿Qué?—Hablo sorprendido, Luisa se despegó y lo miró sin pestañar.

—Quiero casarme contigo, te amo y es lo único que debo hacer, eres el único que me quiere—Contestó besándolo de imprevisto—Ya no quieres.

—C-claro que si, quieres que prepare todo yo o me ayudaras—Agregó sonriendo contento, Luisa asintió—Mis padres estarán contentos que por fin tengo a la mujer que amo.

 Luisa Madrigal y tu (Encanto) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora