Final Alternativo

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Una abuela Isabel muy enojada busca a su nieto por toda la casa, pues ya han pasado 15 años y todavía el poder no se pasado a unos de sus bisnietos.

El heredero comparte una cálida tarde con sus dos hijos, María su hija mayor, una chica que sacó todo lo de su padre en su apariencia, es inquebrantable y chistosa, su hijo menor Sedd se parece más a su madre, es el más callado y amable de toda la familia.

La familia Madrigal insistió en que los hijos de Luisa crecieran en la casa para su obtener un don de ellos y así sentirse más unidos a ellos, ya que ellos no los ven a menudo, con la aparición de la hermana del heredero.

Unos problemas conforme a su apariencia, no le agrada como se ve Luisa (A diferencia de la otra Beatrice esta no quiere a nuestra niña, la odia a más no poder por quitarle a su hermano) por lo cual en la boda ella no estuvo presente, debido a un incidente semanas antes de la gran boda que aqui les relatare.

Por costumbre el heredero además de las hombreras (Digamos que en la otra historia, él no queria recargar mucho a Luisa, por lo de crear su propio vestido de boda, se lo dejo a la familia Madrigal para aliviar un poco la tension entre ellos) la costumbre es que el portador cree todo lo que su esposa usará ese día, pues resulta que como otra sorpresa es que es tío de 5 niños.

—Así que ¿Dónde está mi hermano?—Preguntó Beatrice tomando mucha carne.

—No lo se, hoy el día en que revelarán el vestido a todos y estoy muy nerviosa.

—Insinúas que él no hará un vestido de tu agrado, que poca clase tienes—Movio los labios un desagrado, el famoso aleteo se escucho arriba, bajo el heredero con una soga.

—Están listos para verlo.

—Claro que sí—Dijo la abuela Isabel, el heredero vio a Luisa y sonrio algo apenado, bajo el telón suavemente, un bello brillo alumbró todo el lugar, un gigante y pomposo vestido lleno de piedras moradas, adornado un hilos hecho de oro siendo mostrado por las raíces, los aplausos no faltaron.

—¿Te gusta?—Preguntó acercándose a Luisa, ella lo vio fijamente y negó.

—No me gustan las mangas están muy largas.

—Es eso, no hay problema, lo arreglaré, te gusta la espalda descubierta—Hablo feliz, Luisa sonrio y lo abrazo—Que no se te olvide este vestido debe de ser perfecto para ti.

—No me parece correcto que ella critique lo que hiciste.

—Hermana, esta boda es nuestra no tuya—Agrego cortante, Beatrice dio la vuelta y se fue, durante el resto del día, comieron y se relajaron, para ya mañana subir al altar y por fin ser un bello matrimonio como todos planean.

El día de la boda ya llegó, los novios se visten por separado, el heredero está nervioso caminando de un lado al otro, los minutos se fueron un 1 hora, ya preocupado avisa que irá a ver ¿Que paso con Luisa?

Al llegar a la casa busco a su alrededor y solo encontró algunos accesorios del vestido, mira hacia arriba y un brillo proviene de la habitación al llegar escucha sollozos, abre la puerta y ve a su prometida llorando tratando de arreglar algunos cortes.

—¿Qué paso?—Se arrodilló hacia ella, la apartó del vestido y la abrazo—No te preocupes yo lo arreglaré—La llevo al baño y comenzo a repararlo, lo dejo listo en unos minutos, tocó la puerta, una mano salió, el río y le entregó el vestido—Tomate tu tiempo, te espero en el altar—Atraveso la puerta y volvió a la iglesia.

—Ella viene para aca—Preguntó la abuela Isabel, el heredero asintió.

—Necesito hablar con todos al terminar mi boda—Ordenó molesto, alejado de todos espero con paciencia a su pareja, la música inicio y por fin apareció Luisa algo apenada caminando deprisa a ellos, trataron de seguirla sin éxito.

 Luisa Madrigal y tu (Encanto) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora