30 Days of Baffy!

「🐇」Día 1.- Dándose cuenta de que están enamorados.

Para Bugs, las relaciones interpersonales, jamás fueron complejos.

Desde que tenía memoria, relacionarse con los demás y hacer amigos era como respirar; sumamente sencillo para él.
Y es que, gracias a su personalidad carismática y su "refrescante" andar, era pan comido entablar una conversación formal (o informal, según lo ameritara la ocasión) con las personas.

¡Incluso románticamente hablando era sencillo!

Le gustaba una chica, hablaba con ella y acordaban una cita; le gustaba una coneja y la invitaba a salir, ¡Demasiado fácil!

Sin embargo, esta no era la ocasión.

Desde que tanto él como Lola acordaron terminar su relación gracias a la falta de interés por parte del conejo por salir con la hermosa coneja, ideas raras habían estado llegando a su cabeza.

Y no era que extrañara a su ex-novia; de hecho, seguía en contacto con ella, saliendo ocasionalmente a visitar a sus padres que, aún sabiendo de su rompimiento, le habían tomado tanto cariño a Bunny que constantemente lo invitaban a merendar.

Era más sobre su relación con Daffy.

Por supuesto que desde que lo conoció, supo que su vida con ese pato sería... Distinta.

Era innegable para él decir que no necesitaba de él o de sus ocurrencias, pues era quien le daba sabor a su vida, ¡Lo había comprobado en más de una ocasión cuando éste salía de viaje!

Pero, ¿Qué se solía sentir más allá del cariño a un amigo?

¿Respeto?
¿Admiración?
¿Aprecio?

O, quizá... 
Amor.

Bunny agitó su cabeza, volviendo a la realidad, sentado en la pequeña mesa de la cocina, escuchando cómo Daffy se quejaba de haber terminado con Tina, su novia.

A pesar de haber pasado ya meses, seguía claramente afectado por esto.

 — ¡Y me cortó porque dijo que tenía otros intereses!— Exclamó.— Dijo que quería probar con chicas y otras cosas, ¡Yo puedo ser una chica hermosa si quiere!

Divertido por la conversación, el conejo giró los ojos y se cruzó de brazos.

— ¿No crees que es mejor dejarla ir, Daffy?— Preguntó, tomando el vaso de agua frente a él.— Tal vez así podrías encontrar nuevas cosas, oportunidades...

El pato negó con la cabeza, suspirando.

— Es fácil para ti decirlo, conejo.— Dejó caer su espalda en el respaldo de la silla.— A ti te adoran las mujeres, Tina ha sido la única que se ha fijado en mí.

Tras ese comentario, prosiguió a colocar su codo sobre la mesa, apoyando su mejilla sobre la mano, desanimado.

A pesar de que en otra situación, Bugs habría hecho un chiste al respecto, consideró prudente hablar más con su amigo.

Tragó en seco y se atrevió a preguntar;

— ¿Y si hubiera alguien interesado en ti?
— ¿Interesado? ¿Te equivocaste de vocal o algo así?

El más alto suspiró y mordió levemente su labio inferior.

— No, sé lo que dije.— Respondió.— Interesado, es un hombre... O bueno, un macho, específicamente.

Era raro diciéndolo de esa manera ahora que lo pensaba.

— ¿Macho?— La postura de Daffy volvió a ser recta.— ¿Te refieres a Sam?

Negó con la cabeza.

— No, él solo está interesado en su bigote y sus armas.
— Bueno, podría ser la excepción, ¿Qué ser viviente no me querría?

El conejo soltó una risa.

— Si no es él... ¿Entonces Porky? Aunque él no es un macho, es más bien un cobarde.
— Cuando digo macho, me refiero a sexo.— Dijo.— Puesto que no es una persona, es un animal, como nosotros.

El pato guardó silencio un par de segundos, pensando.

— ¿Entonces sí es Porky?

El grisáceo llevó su mano hacia su rostro, chocándola contra este;
"Un idiota, pero un idiota adorable al fin y al cabo."

Cansado de su divagación, lo tomó de las manos, mirándolo.

— Hablo de mí, tonto.— Confesó.— Tú me gustas.

Impresionado por las palabras, Daffy retrocedió un poco, anonadado.
De todas las personas que Bugs podía tener, ¿Por qué él? ¿Por qué un pato? 

El silencio inundaba la habitación.
Tic, tac, tic, tac.
Gracias, reloj.

— ¿Estás jugando conmigo, Bugs?— Suspiró, levantándose de la silla.— Mira, no estoy de humor, sé que ha pasado algo de tiempo desde que terminé con Tina, pero aún...

Bunny tomó de la mano al contrario, deteniéndolo.

— No estoy jugando.— Respondió.— ¿Realmente crees que mentiría sobre algo así? Por favor, sabes que soy más que eso.

Daffy tomó asiento nuevamente y lo miró.

— Pero... ¿Cómo? ¿Por qué? Tenías a Lola, ella es muy linda.— Balbuceó.— Sus padres te adoran, eres el pretendiente perfecto... ¿En serio la dejaste atrás por un pato?

Asintió con la cabeza, seguro.

— Ni siquiera yo lo sé, Daff.— Colocó su mano sobre la del emplumado.— No puedo darte una explicación porque ni siquiera sé qué pasa conmigo.

La mano izquierda del pato rascó su cabeza, confundido.

Jamás había pensado en Bugs en algo más.
Claro que la cercanía que había compartido con él durante los últimos años, lo había hecho encariñarse con él, y sentir celos de cualquiera que intentara arrebatárselo, siendo Lola, la única excepción gracias a su buena relación con ella.

Pero... ¿Amor por él?

— Yo... No sé qué decir, Bugs.— Se atrevió a decir.— Me refiero a que, me gusta mucho estar contigo, eres el único que es paciente conmigo y tiene fe en mí, y no puedo evitar molestarme cuando veo a alguien más acaparar tu atención, pero...

— Pero...

— Somos de dos especies totalmente distintas, y ambos somos machos, ¿No crees que...?

El conejo ladeó la cabeza, impresionado.
¿Era realmente Daffy quien hablaba?

— ¿Desde cuándo te importa el qué dirán, Daff?— Preguntó.— Ambos nos hemos vestido de mujer, besado otros chicos... Tú sabes a lo que me refiero; además, estamos en 2022, ¿Realmente crees que a alguien le importe?

Duck se levantó de la silla, colocándose al lado de Bunny, recargando su cabeza sobre su hombro.

— Estoy asustado.— Murmuró.— La idea de intentar formalizar contigo suena linda, pero, ¿Y si te terminas cansando de mí?

Bugs negó y sonrió, levantándose para quedar a la par con él.

— Si no me has hartado en todos estos años, ¿Qué te hace pensar que siendo pareja lo harás?

Se encogió de hombros, abrazándolo.

— Quiero intentarlo, Bugs...

La felicidad de Bunny fue inmensa, correspondiéndole el abrazo.

— Entonces eso haremos.

Y esta vez, un silencio acogedor los envolvió.
¿Qué podría salir mal de un noviazgo entre ambos?