「🐇」Día 19 - Ruptura y Reconciliación.

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Tarde o temprano tenía que pasar.

Su primera pelea con Bugs.

Sabía que gracias a las personalidades tan opuestas, alguna vez tendrían que salir discutiendo o, mínimo, distanciándose.

Pero no imaginó que el tiempo sin él sería tan... Amargo.

Ocurrió gracias a un malentendido; Daffy seguía escapándose a altas horas de la noche para bailar música country y, Bugs, al no creer esto, terminó molesto.

Duck estaba consciente de que en parte era su culpa por no confiarle algo tan importante, ¡¿Pero cómo o cuándo podía decírselo?! No le creería de todas formas.

Tomaron la decisión de tomarse un tiempo; seguirían viviendo en la misma casa, pero no compartirían habitación como lo habían estado haciendo hasta ese incidente.

Y al principio le pareció relajante; todo el tiempo del mundo para él mismo (como en un inicio), disfrutando de su agradable compañía...

Pero, mierda, extrañaba a su novio.

Repasaba estos recuerdos mientras movía su vaso de cerveza, intentando disfrutar de la fiesta que Lola había organizado para festejar su primer mes de casada; vaya que la coneja era entusiasta.

— ¡¿Puedes creer que Tina me regaló este brazalete?!— Le comentaba, emocionada.— ¡Es tan linda, Daffy!

Le dio la razón.
No estaba con ánimos para conversar.

Cuando lo vio, ahí.
En la pista de baile, bailando solo como él sabía hacerlo; moviéndose al ritmo de la pegajosa música que invadía los parlantes del salón.

Tragó en seco.

Sus ojos se posaron en las caderas ajenas, viendo lo bien que iban y venía, para después pasar a su suave pecho y posteriormente, las manos.

Oh, cuanto extrañaba ser tocado por él.
El calor que le brindaba Bugs era inigualable.

Bebió el resto de la bebida y tiró el vaso, seguro de sí mismo, dejando a Lola sola, quien continuó la conversación con Marvin.

Sin más que decir, caminó a la pista y tomó al conejo de la muñeca, arrastrándolo fuera de esta.

— ¡¿Qué?! ¡Oye!

Rodeó los adornos de la sala y se dirigió a un armario cerca, entrando y encerrándolos a ambos.

— ¡¿Qué te pasa, Daffy?!— Exclamó.— ¡No estoy...!

Besó los labios de su novio con su pico, ignorando y dejando atrás todo el ruido que salía de la fiesta; disfrutando después de un mes el tenerlo tan cerca.

Al principio, Bunny se negó; sin embargo, cuando sintió las manos de su amante sobre su espalda cedió, soltándose y correspondiendo con frenesí, caliente.

Un par de segundos después se separó Daffy, mirándolo acompañado de jadeos que ambientaban el estrecho espacio.

— Tócame.— Pidió.— Te extraño tanto, Bugs, tócame, no lo resisto...

Tomó las manos de su novio, dejándolas sobre su pecho emplumado, moviéndolas levemente.

— Mmh...— Suspiró, cerrando los ojos, disfrutando de lo bien que se había sentido ese simple roce.— Por favor, tómame ahora, te he necesitado todo este tiempo...

Ruborizado por las acciones lascivas de su pareja alzó las cejas e inconscientemente, relamió la comisura de su boca, sujetando al pato de la parte inferior de su pico, atrayéndolo.

— Eso haré, después de todo, te extraño demasiado...

Lo acercó a su cuerpo, recorriendo con sus manos el torso y espalda, escuchando con fascinación cómo los gemidos y jadeos de Daffy opacaban la canción que sonaba en el evento.

Tal vez deberían pelear más seguido.


30 Days of Baffy!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora