「🐇」Día 21 - AU.

1.6K 169 13
                                    

The Looney Tunes Show; donde Bugs y Lucas estuvieron en la misma secundaria, siendo separados únicamente por los grupos sociales a los que pertenecían.

▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

Ah, la secundaria.
Una época para disfrutarse, salir a fiestas, pasear, conocer gente, incluso conseguir novia.

A menos que fueras Daffy, claro estaba.

Y es que cuando miraba hacia arriba y veía a personas populares como lo eran Porky y Bugs, rodeados de gente y las chicas más hermosas de la clase, no alcanzaba a explicarse por qué a pesar de ser el centro de admiración, Bunny le pidió ser su novio.

A él.
Al patontón.

Sobre todo con lo bien parecido que era Bugs; ¡Todo un partidazo!
Guapo, inteligente, carismático, amado por su familia y todos sus allegados, ¡Mierda, era incluso el favorito de los maestros!

Entonces, ¿Por qué salir con alguien tan apartado de eso como lo era Daffy?

Mientras reflexionaba en estas cosas, terminaba de escribir sus apuntes en una de las mesas de la cafetería, suspirando.

— No logro memorizar nada...— Murmuró.

Sintió una mano acariciar su espalda y volteó, asustado, pensando que se trataba del cerdo.
Pero no, era su novio.

— Daffy, ¿Qué haces?
— Oh, hola, Bugs, intento estudiar volviendo a escribir lo que tenía.— Respondió.— Pero no se me queda nada de lo que apunto.

El conejo tomó asiento a su lado y tomó el cuaderno, leyendo lo escrito y soltando una pequeña risa al comprenderlo.

— Es porque esta información no es correcta.— Dijo, colocando su mochila en la mesa, sacando su libreta.— Mira, tiene que ser de este autor.

La abrió, mostrándole a qué se refería.
Daffy, concentrado en las palabras de su pareja, le tomó por sorpresa el zape que sintió en la nuca, asustándose y sobre-saltando.

— ¡Q-Q-Q-Qué perdedor!— Exclamó Pig.— ¡Patontón!

Bugs, molesto por esto, se levantó, haciéndole frente a su compañero.

— ¿Por qué no te vas a molestar a otros? Estamos ocupados, Porky.

El pequeño cerdo rio y giró los ojos, notando cómo Duck se acomodaba para poder observar la disputa.

— Como si fuera mi cu-cu-culpa que estés enamorado de un patético pa-pa-ato.— Se cruzó de brazos.— Di-Di-Dime, Bugs, ¿Po-Por qué sales con él? ¿Perdiste una-una-una apuesta?

Daffy tragó en seco.
Bunny giró los ojos.

— Salgo con él porque lo amo.— Dijo, tomando la mano de su novio.— Porque es único y dulce, a diferencia de ti que eres un cretino.

Avergonzado, el pato bajó la mirada y, notando esto, Bugs lo pegó a su pecho, confundiendo al emplumado.

— Tenemos cosas que hacer, Porky.— Tomó su mochila y los cuadernos, echándolos y marchándose.— Por cierto, el entrenador dijo que debías mejorar química si no querías ser expulsado del equipo.

Se retiró, escuchando cómo el pobre cerdo tartamudeaba gracias al estrés.
Una vez fuera de la cafetería y entrando al baño, continuó el abrazo.

— Bugs, puedes dejar de fingir...— Murmuró.— Si esta fue una apuesta, no es necesario...

Las manos del conejo se posaron en su pico, acercándolo y besándolo, soltado una risa gracias a los dientes que dificultaban el trabajo.

— Incluso tus dientes son graciosos, es lindo besarlos.— Rio.— Podría hacerlo todo el día.
— Pero, Bugs, ¿Por qué? ¿Por qué yo?

El más alto suspiró y lo tomó de las manos, mirándolo a los ojos.

— Daffy, estoy contigo porque me gustas.— Confesó, acariciando su cabello, quedando frente a frente.— Me gustas mucho, eres adorable.

Las mejillas de Duck se ruborizaron y se acercó más a él, abrazándolo.

— No entiendo por qué.
Porque nadie me ama como tú.

Su corazón se aceleró y no pudo evitar sonreír.
¿Era extraño sentirse como la protagonista de un libro juvenil? Con Bugs, era imposible no fantasear a tal nivel.

30 Days of Baffy!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora